E s lógico que los venezolanos se pregunten a diario en las calles, en sus centros de trabajo, en sus casas, en el transporte público o incluso frente al televisor cuando algún funcionario del régimen chavista defiende a capa y espada la propuesta constituyentista -aprobada ya por el cómplice Consejo Nacional Electoral (CNE)- si esta excusa impuesta sin consulta popular logrará solventar los graves problemas que están padeciendo los venezolanos, es decir, ¿la Constituyente comunal acabará con el hambre y la feroz desnutrición? ¿La Constituyente “militar” sofocará la delincuencia que anualmente se roba la vida de más de 20 mil personas? ¿La Constituyente “educativa” va a solucionar la escasez de alimentos en las escuelas pero además ayudará al maestro a sobrevivir de la inflación que se come su sueldo? ¿O acaso la Constituyente ideada por Nicolás Maduro a su semejanza va a salvarle la vida a los enfermos de cáncer que no consiguen su tratamiento y a las madres embarazadas que no en
Somos el rincón de la juventud que expresa sus ideas sin censura ni moldes