“Miguel” y “Paul” son nombres que no pueden borrarse de nuestras memorias, sus muertes deben convertirse en fuerza, coraje y valentía
Veo en cada joven venezolano el presente, futuro y esperanza de nuestra nación. Nuestro espíritu de lucha es incansable, y esto porque decidimos no conformarnos ni aceptar lo que está viviendo nuestro país y su gente. Cada día mueren jóvenes venezolanos inocentes cuyas únicas armas han sido el tricolor nacional, la Constitución y las ganas por construir un país donde no te repriman por exigir tus derechos.
Los venezolanos hemos perdido la capacidad de asombro ante la injusticia. Nuestro país no puede seguir siendo testigo de jóvenes que se despiden de sus familias en Maiquetía, o peor aún, de familias que despiden a sus seres queridos en la morgue. Que un joven venezolano muera al asistir a una clase de música, al ir a buscar a su hermano en una tranca, al prestar apoyo como Cruz Verde o muera en una protesta por exigir sus derechos es igual de repudiable y condenable. La GNB, el CPBEZ, la PNB, no están cuando nos roban y nos matan, pero cuando el pueblo en la calle exige respeto a la Constitución en un golpe de Estado, nos reprimen bestialmente hasta llegar al punto de la muerte.
El número de asesinados en estos 52 días de RESISTENCIA asciende a 49, y esto no es solo una cifra, son 49 vidas, 49 venezolanos, 49 sueños a los que se les ha truncado el futuro. En nuestro Zulia, en menos de 20 días, han asesinado a dos jóvenes inocentes que no merecían ser victimas de la opresión.
Miguel Medina, joven de 20 años, murió el 5 de mayo víctima de un impacto de bala. Los funcionarios del CPBEZ abrieron fuego cuando él iba a buscar a su hermano en una manifestación ubicada en la avenida C1 de Maracaibo.
Paul Moreno, joven de 24 años, murió el 18 de mayo arrollado vilmente por una camioneta Hilux blanca cuando descansaba luego de una marcha en la avenida Fuerzas Armadas. Era estudiante del 5to año de medicina en la ilustre Universidad del Zulia. Paul, era de los héroes anónimos de la Cruz Verde, esos quienes socorren a los afectados en las manifestaciones. Paul sí respetaba el derecho a la vida al resguardar la de sus compatriotas, pero su derecho a la vida no fue respetado.
“Miguel” y “Paul” son nombres que no pueden borrarse de nuestras memorias, sus muertes, deben convertirse en fuerza, coraje y valentía para cambiar la nefasta realidad que hoy vivimos los venezolanos.
Que no se nos adormezca la consciencia ante la inmoralidad, que nunca se agoten nuestras ganas de seguir luchando y estar del lado correcto de la historia junto al pueblo. La paz es obra de la justicia. El pueblo venezolano hoy clama justicia ante los 49 venezolanos asesinados por la represión de la dictadura.
¡JUSTICIA!
Orlando Chacón | @OrlandoChacon_
Comentarios
Publicar un comentario