D esde la derrota sufrida a última hora, Keiko Fujimori y su partido Fuerza Popular, no han dejado de decir que ellos “no están acabados” y tienen razón, tal vez mucha razón, pues aunque Pedro Pablo Kuczyski haya logrado detener al Fujimorismo, con el apoyo de la Izquierda, aún el olor del populismo derechista de Keiko ha quedado impregnado en el Congreso del Perú. De los 130 diputados que conforman el Congreso peruano, 71 son del ala fujimorista; los congresistas han advertido que no van a tolerar ninguna política que vaya contra sus “valores políticos” y esto es una alarma que PPK tendrá en su gobierno: una decidida y fuerte oposición parlamentaria, liderada por el tímido pero peligroso Keinji Fujimori, quien fue el diputado más votado y hermano de la derrotada Keiko.
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