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La hora es ahora


Un sentimiento nacional hoy recorre las calles de nuestro golpeado y pisoteado país, de norte a sur, de este a oeste, desde la cúspide del Pico Bolívar hasta las alturas del cerro el Ávila, desde las arenosas tierras de Coro hasta el imponente Monte Roraima, desde el majestoso Lago de Maracaibo hasta las comunidades wayuu del Amazonas y desde cada comunidad y pueblo de Venezuela, un grito que inició como murmullo hoy es una voz imposible de callar: ¡Libertad!

El bravo pueblo venezolano, hoy consciente del momento histórico en el que vivimos, decide salir a las calles sin miedo y convencidos de que las calles son del pueblo y es nuestro derecho constitucional protestar cívica y pacíficamente en ellas.

Ante el soberano en la calle, vemos en cada cadena nacional de radio y televisión, cómo con desesperación se habla de violencia y terrorismo, y podemos señalar a cada uno de los rostros de miedo y odio que protagonizan la dictadura. Nuestro pueblo sabe quiénes son los violentos, los criminales, los paramilitares y terroristas. Son los mismos que hace 25 años dieron un Golpe de Estado donde derramaron sangre y violentamente tomaron las instituciones públicas. Los mismos golpistas del 92, hoy pisotean al pueblo y dan un golpe de Estado a la Constitución. 

28 000 muertes al año por inseguridad, 80 secuestros por día y los efectivos de seguridad deciden salir a la calle cuando gritamos en medio de un Golpe de Estado: “Respeten la Constitución”. Los soldados y efectivos que hoy reprimen al pueblo en la calle sufren la misma crisis que vivimos todos los venezolanos; sus neveras están vacías y ven morir a sus familiares por falta de un medicamento.

El deber de la Fuerza Armada Nacional es defender la Constitución, hacer respetar los valores independentistas y los derechos del pueblo venezolano. Deben decidir si asumen un legado histórico como herederos del ejército libertador o asumen una postura de guardaespaldas de un régimen dictatorial que reprime a sus hermanos venezolanos.

La desesperación de quienes perdieron su capacidad para gobernar e intentan aferrarse al poder aumenta cada vez que un ciudadano se suma a la lucha pacífica en las calles. Seguiremos cívica y pacíficamente en las calles de Venezuela, protestando contundentemente, demostrando que el dictador se quedó sin pueblo.

La presión en la calle debe continuar con una agenda de resistencia pacífica y cívica, todos los venezolanos juntos, por nuestra libertad, por recuperar la verdadera paz de nuestro país. Los venezolanos desconocemos al régimen inepto y opresor. Nuestra exigencia son elecciones generales, libres, verdaderamente democráticas, con un nuevo CNE, sin presos políticos, sin inhabilitados ni exiliados. Exigimos lo que por derecho nos corresponde, respeto al soberano, respeto a la Asamblea Nacional y la debida separación de poderes.

Es nuestro derecho y nuestro deber salir masivamente a las calles para desbordar la capacidad de represión del régimen y de esta manera no dejar en manos de unos pocos lo que es responsabilidad de todos. No esperemos que llegue un mesías a salvar a Venezuela, cada valiente venezolano es el responsable de salvar a nuestra patria. Por ello, te invito a que salgas a la calle y reclames tu libertad. Esta libertad nunca es voluntariamente otorgada por el opresor; debe ser exigida por el que está siendo oprimido.

A los medios de comunicación, a la Fuerza Armada Nacional, a la comunidad internacional, a los partidos políticos, a la sociedad civil, al ciudadano de a pie que sufre los desmanes del régimen, a todos y cada uno de los venezolanos: LA HORA ES AHORA.



Orlando Chacón | @OrlandoChacon_

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