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Mostrando entradas de abril, 2017

EDITORIAL | Resistencia renovada

T odo es diferente desde hace tres años para los venezolanos que combaten diariamente contra el poder absoluto del régimen chavista y de la represión militar que no escatima en lanzar bombas, perdigones y balas. “La Salida”, como se le llamó a las masivas protestas del año 2014 contra Nicolás Maduro, fracasó ante las discrepancias de la Oposición y ante la mirada tímida de los venezolanos que aún podían sobrevivir. Desde hace tres años todo es diferente.  Actualmente, Venezuela vive una crisis política y económica más aguda; el régimen se ha radicalizado con vehemencia y su manera de gobernar ya ha traspasado la línea del discurso “democratizador” para convertirse en una dictadura dispuesta a desaparecer al Parlamento nacional si es necesario con el respaldo vil de un Tribunal Supremo que ha tomado el vergonzoso papel de defender al presidente más repudiado de la historia republicana de Venezuela. 

Protestas, el día a día de Venezuela

L as protestas en cualquier parte del mundo son un derecho a la independiente manifestación de la libertad de expresión y la libertad de pensamiento de los ciudadanos, los cuales son Derechos Humanos, y estos están consagrados en la Constitución. Antes de continuar con el presente escrito, tengo que aclarar lo siguiente: esto no se trata de vandalismo, sino de protestas. El vandalismo es hacer aún más daño del que ya existe, y esos actos de saquear comercios o hacerle daño a bienes ajenos son totalmente deplorables, puesto que es un comercio que se pierde, que difícilmente puede volver a levantarse, y es un ciudadano más que queda afectado por daños a la propiedad. Ahora bien, si revisamos la Constitución en su artículo 68 tenemos que los ciudadanos tienen el derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los establecidos por la ley. Además, de que se prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas para el control de manifestaciones pacíficas.

Turquía se vuelve un Estado más totalitario tras la victoria de Erdogan en el referéndum constitucional

S u control sobre el Estado se hace cada vez más férreo. Recep Tayip Erdogan, presidente de Turquía, obtuvo la victoria en un referéndum clave para el país. El mandatario propuso una reforma constitucional para cambiar el régimen político turco de un sistema parlamentario a uno presidencialista. Con el 51,37% de los votos de la opción del sí frente al 48,63% del no —con el escrutinio al 99,45%— Erdogan ahora será jefe de Estado y también de Gobierno. Tiene al Poder Ejecutivo bajo su absoluto control y gozará más facultades legislativas al tener en sus manos la nominación de los magistrados del Poder Judicial.

América Latina abrió los ojos

Luego de tantos horrores, finalmente, Latinoamérica reaccionó “T arde pero seguro”, dirían en Venezuela; finalmente, después de 18 largos y penosos años, la América Latina cayó en cuenta de que el socialismo del siglo XXI que impulsó e instauró Hugo Chávez en nuestro país era un fracaso tajante que se sostenía con la renta petrolera nacional y por el apoyo, mediante los petrodólares, a países de la región que callaban cuando se les mojaba las manos. Tal fue el caso de la Argentina de los Kirchner, el Paraguay de Fernando Lugo, el Brasil de Lula y Dilma, ha sido la Bolivia de Evo Morales, la Nicaragua de Daniel Ortega y Rosario Murillo, así como el Ecuador de Correa -ahora de Lenín Moreno- e incluso la Chile de Michelle Bachelet -que está reaccionando- y el Uruguay de Pepe Mújica, sin nombrar al vejestorio que sostiene el régimen cubano ni las oportunistas islas del Caribe que le sacaban el petróleo al fallecido Chávez para poder alimentar su mercado interno y el resto revender

El sultán que no se rinde

Recep Tayyip Erdogan acaricia el poder con más oportunidad de perpetuarse como el “sultán” de Turquía A unque no fue una victoria imponente, el objetivo ha sido logrado y los turcos están observando cómo su país se transforma en una nación más cerrada en un mundo que necesita más libertad. Erdogan sabe que necesita acumular el poder total para intentar someter a Turquía a sus designios de patriarca y el referéndum de reforma constitucional lo ha catapultado a resistir en el poder, a pesar de los problemas que afligen su región.  El SÍ a la reforma constitucional obtuvo un 51, 37%, ante el NO que se hizo con 48,63% de los votos. Fue un resultado que los analistas aseguran sumamente “cerrado”, pero claro: el sistema parlamentario pasó a la historia y el presidencialista prepara su maquinaria de guerra. Sí, aunque parezca delicado, la guerra política interna que mantiene Erdogan ha sido su horizonte para destruir a sus enemigos y aplacar los ánimos de los colaboracionistas

EDITORIAL | 19 de abril, a la calle

L a paz, la no violencia, el respeto a la vida pero la defensa a vivir en democracia, sin discriminación, ni represión, ni dureza contra quien piensa distinto a los que gobiernan es un deseo y una lucha que los venezolanos, ansiosos de libertad, han buscado en sus protestas contra el régimen de Nicolás Maduro y lo que se han propuesto a buscar el 19 de abril, día de valor y gallardía, reafirmando un sentimiento nacional que ha sido socavado por la miseria socialista: la independencia hecha acta. Venezuela entera repudia a Nicolás Maduro y los venezolanos en el exterior manifestaron maravillosamente el pasado 15 de abril el rechazo a la represión y la dictadura que ha encarnado Maduro luego del golpe de Estado contra el Parlamento nacional. Este 19 de abril la lucha es clara: gritarle a los poderosos que sus acciones no quedarán impunes y que el pueblo en la calle defenderá la democracia que mantienen secuestrada, pero que mediante el respeto a la Constitución la liberarán más

Sin miedo y sin mordaza

C laro que produce cierto temor emitir alguna opinión contra el régimen, el partido de gobierno y los poderosos jerarcas que controlan el poder en Venezuela, no puedo decir que no, pero sí aseguro que ese temor ha comenzado a desaparecer. Hoy tenemos una libertad restringida y cualquier opinión que no le guste ni favorezca al régimen es censurada con dureza. Las acusaciones van desde “difundir propaganda de guerra” hasta “levantar calumnias contra el Estado”­­, como si el Poder Ejecutivo fuese el “Estado” completo, ambas son acusaciones que las dictaduras suelen achacarle a los que defendemos la libertad y la democracia en países donde unos pocos ejercen el control absoluto de las instituciones y no encuentran la manera de moldear a los ciudadanos que discrepan de sus políticas. Por desgracia, Venezuela forma parte de esas naciones que se encuentran arrinconadas y amenazadas por gobiernos autoritarios, en nuestro caso, de corte marxista y de una tendencia populista inocultable

Ataque de EE.UU. a Siria convulsiona las tensiones internacionales

Imagen: Reuters E stados Unidos mueve sus fichas en el tablero internacional. Trump aprovechó un punto de quiebre para generar otro. Su decisión de ordenar el lanzamiento de misiles sobre la base aérea de Al-Shayraten, provincia de Idlib, Siria, alteran el orden internacional y reequilibran las fuerzas geopolíticas por el dominio del Medio Oriente. Dos buques destructores de la Armada de Estados Unidos se posicionaron en el Mar Mediterráneo Oriental y lanzaron a las 3:40 de la madrugada unos 60 misiles tipo crucero Tomahawk, de los cuales 59 dieron en el blanco. Seis civiles murieron, según informó el Ejército sirio.

El complicado escenario sirio

Bashar Al-Assad ha resistido a seis años de guerra, pero ha aniquilado a su propio pueblo  S iria es un verdadero infierno, desde hace seis años aquel hermoso país de edificaciones antiguas e historias milenarias se convirtió en el nido de las atrocidades más grandes que ha observado, con seria desinformación y censura en pleno siglo XXI. Por donde se observe, Siria tiene un futuro tan impredecible que solo tiene las ruinas y el sol para reconstruirse.  Más de trecientos mil muertos en la guerra; horrorosos crímenes contra poblaciones inermes, más de cuatro millones de desplazados y ciudades devastadas por el capricho del régimen dictatorial de perpetuarse en el poder y por la fragmentación violenta de una oposición rebelde que no se logra identificar concretamente entre los demócratas y los terroristas, aunque la agencia oficial de noticias SANA, tache a todos los combatientes de “terroristas”. 

EDITORIAL | Capriles el constante

S obre Henrique Capriles Radonski se ha dicho mucho, se le ha acusado de cualquier barbaridad, pero nunca se le ha demostrado ni una sola de esas denuncias. Ha permitido ver con una valerosa fuerza ser un político coherente, con desaciertos como todos, pero ha estado siempre del lado de la democracia, incluso cuando en aquel 2002 el embajador cubano en Caracas le llamó para que fuera a mediar con los manifestantes que intentaban entrar al recinto diplomático en pleno golpe de Estado contra Hugo Chávez.  Capriles Radonski nunca ha descansado en su lucha por una Venezuela libre y desarrollada, lo ha demostrado en sus dos intentos por llegar a Miraflores y desde la gobernación del estado Miranda. Su doctrina política, como él lo ha dicho, es la libertad y no descansará hasta romper junto a todos los venezolanos las cadenas que oprimen al país.

Venezuela: el Gobierno cierra todos los caminos, la oposición se va a las calles

Imagen: Diario Panorama L a tensión aumenta. Ambos bandos se radicalizan en posiciones diametralmente opuestas con fines absolutamente diferentes. La oposición y el chavismo toman la calle. Saben que es el escenario político más difícil de dominar dado que es allí donde se concentran las fuerzas de apoyo, tanto de las bases partidistas como de sus seguidores en la sociedad civil. El pasado martes 4 de abril se empezó a gestar la estrategia de una oposición que busca en la masa social la fuerza que a lo interno no posee debido a sus fisuras, marcadas por los intereses faccionarios en pro de las candidaturas a unas eventuales primarias para las elecciones presidenciales de 2018.

Venezuela, en el umbral de la libertad y la sumisión

El país sudamericano vive desde hace cuatro años una aguda crisis política, social y económica que la han transformado en zona roja L os indicadores económicos demuestran que la situación nacional no está bien y que urgen soluciones inmediatas pero bien acordadas para iniciar un rescate profundo del país. Sin ánimos de exagerar, es necesario una especie de Plan Marshall para reconstruir a Venezuela y recuperarla de la decrepita realidad a la que la ha llevado el Chavismo durante 18 años de mandato que han marcado una historia reciente abarrotada de divisiones, muertes, hambre, miseria y separación del núcleo familiar. El conflicto que vive Venezuela tiene un trasfondo que nos traslada al año 1992, cuando el fallecido Hugo Chávez llevó a cabo un intento frustrado de golpe de Estado contra el presidente electo Carlos Andrés Pérez (Acción Democrática) que produjo una parálisis política en el país y que años más tarde lo catapultó al escenario público donde obtuvo el poder a

Venezuela: el Estado pierde su capacidad de autocontrol

S u función es prevenir, investigar y sancionar los hechos que atenten contra la ética pública y la moral administrativa, así como cumplir y aplicar el principio de la legalidad en toda actividad administrativa del Estado, según el artículo 274 de la Constitución. El Consejo Moral Republicano, integrado por la Fiscalía General, la Contraloría General y la Defensoría del Pueblo, tiene una tarea vital para el funcionamiento del Estado. Al componer lo que en Venezuela se conoce como el Poder Ciudadano, este ente tripartito debe garantizar el ejercicio ético y moral de la función servicial pública dentro de los marcos legales que regulan la administración estatal en cada poder público y sus instituciones subyacentes. 

EDITORIAL | Recuperar la democracia

V enezuela es una nación golpeada por un régimen dictatorial que no le importa ver sufrir a los ciudadanos por la escasez horrorosa de alimentos ni por la desesperante falta de medicamentos para tratar cualquier dolencia. Sin embargo, a la cúpula plutócrata que maneja el poder en el país no le basta con el poder que ya tienen, sino que prefieren disolver el Parlamento nacional mediante sentencias que ha emitido el Tribunal Supremo y que han sido repudiadas por el mundo. Las calles de Caracas se han visto envueltas en protestas pacíficas de ciudadanos de todas las clases sociales que han decidido manifestarse contra la dictadura que Nicolás Maduro ha establecido en Venezuela con apoyo de la Fuerza Armada, el Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral. 

ESPECIAL | Golpe a la República

El Tribunal Supremo de Justicia es el brazo de injusticias del chavismo L os venezolanos amanecimos de golpe el 30 de marzo -que de por sí ya será un día inolvidable para la historia oscura del país- con las espurias sentencias 155 y 156 del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) quien en la madrugada, actuando como los peores delincuentes, decidieron dar un paso adelante y disolver la Asamblea Nacional (AN) de un solo plumazo, cuya institución fue electa el 6 de diciembre del 2015 por la mayoría de los ciudadanos de Venezuela.  La noticia ha sido escandalosa en el mundo; la Unión Europea ha criticado duramente la decisión inconstitucional del Supremo venezolano y se ha sumado junto a América Latina y Estados Unidos a criticar el golpe de Estado que se le propinó a la amordazada “democracia” venezolana. Las sentencias terminaron por evidenciar la inexistente separación de poderes en la nación caribeña. 

ESPECIAL | Venezuela: el Estado pierde un poder y lo concentra en manos de otro

  El Poder Judicial asume las potestades del Poder Legislativo. La oposición y la comunidad internacional denuncian un golpe de Estado. El presidente Maduro no se pronunció en concreto sobre la sentencia, sino sobre una contradicción entre el TSJ y el MP con respecto a ella. Los dictámenes fueron suprimidos tres días después, pero la oposición insiste en que el daño ya está hecho L a historia misma ha demostrado que los golpes de Estado no solo los perpetran los militares o los grupos armados insurgentes. Los gobiernos también pueden generar lo que en el argot político se denomina como un ‘autogolpe’. El pasado miércoles 29 de marzo, en la noche, eso ocurrió en Venezuela. La sentencia 156 del Tribunal Supremo de Justicia dictaminó que la Sala Constitucional del máximo órgano judicial asumirá las funciones legislativas de la Asamblea Nacional en virtud de la situación de “desacato” en la que el Parlamento se encuentra actualmente. La Asamblea Nacional, de mayoría opositora

ESPECIAL | La OEA presiona, Venezuela se aísla

L a Organización de Estados Americanos (OEA) cobra cada vez mayor protagonismo en la postura de la comunidad internacional sobre la crisis de Venezuela. No hay dudas de que lo que se gesta en el seno del Sistema Interamericano es un notorio reequilibrio de fuerzas entre la derecha y la izquierda continental, representado en la atención global puesta en la anomia venezolana. Se evidencia un esfuerzo mancomunado entre los países con sistemas políticos diferentes a los alineados en el denominado ‘socialismo del siglo XXI’, háblese de Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Cuba, que no forma parte de la OEA. 

La derrota que le podría complicar el gobierno a Trump

En dos ocasiones la votación fue cancelada por el Partido Republicano. La facción ultraconservadora del GOP frenó las aspiraciones del presidente. La Corte Suprema y el Congreso pueden ser los obstáculos en la agenda de Trump L as habilidades negociadoras de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, fallaron esta vez. El magnate republicano sufrió su primera gran derrota política y su primer revés legislativo, uno que le podría traer un alto costo político, uno que podría ser el vestigio de una agenda truncada por el trabado camino del Poder Público estadounidense. De entre sus más sonadas promesas de campaña, Trump decidió emprender el camino y tratar de materializarlas. El primer intento fue derogar la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, mejor conocida como Obamacare.