Venezuela es una nación golpeada por un régimen dictatorial que no le importa ver sufrir a los ciudadanos por la escasez horrorosa de alimentos ni por la desesperante falta de medicamentos para tratar cualquier dolencia. Sin embargo, a la cúpula plutócrata que maneja el poder en el país no le basta con el poder que ya tienen, sino que prefieren disolver el Parlamento nacional mediante sentencias que ha emitido el Tribunal Supremo y que han sido repudiadas por el mundo.
Las calles de Caracas se han visto envueltas en protestas pacíficas de ciudadanos de todas las clases sociales que han decidido manifestarse contra la dictadura que Nicolás Maduro ha establecido en Venezuela con apoyo de la Fuerza Armada, el Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral.
Los venezolanos deben salir a las calles de todo el país a manifestar pacífica y constitucionalmente por el restablecimiento de la democracia, del Estado de derecho y la libertad de todos los presos políticos, así como pedir elecciones y exigirle a la Asamblea Nacional que destituya a los magistrados que han dado el golpe de Estado contra el Poder Legislativo.
Vienen días difíciles para Venezuela y los tiempos de mezquindades y personalismos deben quedar atrás y retomar una unidad fuerte, valerosa y gallarda capaz de defender la soberanía y los derechos de todos los ciudadanos que ven con sufrimiento como un espurio tribunal vulnera a la Constitución.
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