"El afrontamiento ha sido definido como un conjunto de estrategias cognitivas y conductuales que se utilizan para gestionar demandas externas o internas percibidas como excesivas para los recursos del individuo"
Los problemas o retos que nos depara la vida son la mayor fuente de estrés y cada uno de nosotros posee un patrón habitual para reaccionar ante ellos. Es una realidad que respondemos ante los estímulos de manera distinta y esto es debido a que cada persona posee una historia de vida, experiencias, creencias y una estructura de personalidad y por lo tanto sus propios recursos internos. [Lea Secuestrado en casa, ¿qué hago?]
En estos días, que nos han obligado a detenernos y hemos tenido la oportunidad de observar las cosas y las personas que nos rodean detalladamente, es probable que notáramos características y actitudes de algún familiar que desconocíamos, sobretodo cuáles son sus respuestas ante los conflictos, la crisis y el estrés generado y en que estrategias se basa para enfrentarla. Quizá hemos notado a mamá decir “que debe analizar la situación desde otra perspectiva” o quizás nos demos cuenta de nuestro dialogo interno y lo seguido que nos repetimos “que hacer tanto drama no está bien”.
Si aún no lo hacen, aprovechemos que no podemos ir hacia afuera y empecemos a mirar hacia los lados y si somos valientes, también podemos hacerlo adentro, para entender como percibimos la realidad que estamos viviendo y que recursos que estamos utilizando para sobrevivir a ella y para ayudarlos un poco, hoy quiero explicarles que son las estrategias de afrontamiento y cuáles son las más comunes. [Lea La gente se está volviendo loca, ¿cómo manejarlo?]
El afrontamiento ha sido definido como un conjunto de estrategias cognitivas y conductuales que se utilizan para gestionar demandas externas o internas percibidas como excesivas para los recursos del individuo. Es una respuesta adaptativa de cada uno, para reducir el estrés y en general vamos a destacar tres tipos de estrategias:
1. Estrategias centradas en el problema: son estrategias orientadas a la tarea, para alcanzar la resolución de conflictos o modificación de un problema y son útiles en situaciones que están bajo nuestro control o que la solución está en nuestras manos. Algunas de las estrategias concretas utilizadas por las personas que suelen centrarse en el problema pueden ser: buscar información sobre la situación o evaluar diferentes opciones de solución y cuál puede ser más efectiva.
2. Estrategias centradas en la emoción: regulan las consecuencias emocionales negativas del problema, intentando aminorar su impacto y a diferencia de las centradas en el problema, suelen ser útiles cuando el evento estresante como incontrolable, por lo cual se suele buscar apoyo emocional en amigos y familiares, además de enfocarse en que se puede aprender de la situación que se está viviendo.
3. Estrategias basadas en la evitación: son estrategias orientadas a evadir el problema como su nombre lo dice, por cual las personas tienden a negar la situación problemática, toman distancia del evento estresante o se enfoca en otra actividad para evitar los pensamientos relacionados al hecho. En muchas ocasiones, tender a evadir el problema puede impedir que nos enfoquemos en estrategias, ya sea centradas en el problema o la emoción, que nos permitan manejar y hacer frente al evento estresante.
¿Cuál estrategia de afrontamiento sueles aplicar estos días?
➨ Inés María Davalillo (@inesdavalillo)
Psicóloga y activista política
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