Estados Unidos ratifica su respaldo a Juan Guaidó y desmiente los rumores sobre el descontento de Trump
La gira internacional de Juan Guaidó ha cerrado con broche de oro
La gira internacional de Juan Guaidó ha cerrado con broche de oro. Luego de participar en Colombia en la III Cumbre Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo, arribó a Londres donde conversó con el primer ministro, Boris Johnson, viajando luego a Bruselas para encontrarse con el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y los grupos parlamentarios de la Eurocámara. Posteriormente, Guaidó debutó en el Foro Económico Mundial desarrollado en Davos donde tuvo la oportunidad de exponer la situación de Venezuela y resaltar las capacidades económicas que pueden surgir después de un cambio de régimen. En Davos, el mandatario venezolano fue aclamado y sostuvo reuniones bilaterales con diversos líderes europeos y aseguró que los venezolanos “solos no podemos” acabar con la dictadura chavista. [Lea Guaidó y la inesperada gira que lo llevó a Davos]
Guaidó estuvo presente en el Discurso del Estado de la Unión
De Davos, Guadó viajó a Francia para reunirse con el presidente Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo en París y con parte de la diáspora venezolana en la nación gala. Después, el sábado 25 de enero, el joven líder venezolano llegó a Madrid donde fue recibido con honores en el Ayuntamiento de la capital española y en la Comunidad de Madrid. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, le otorgó las llaves de la ciudad a Guaidó en un acto digno de un jefe de Estado. En la capital del reino, Guaidó se dio un baño de masas previo a su viaje a Canadá en la Puerta del Sol y en medio de un escándalo que todavía sigue dando qué hablar en España ante la negativa del presidente Pedro Sánchez de encontrarse con Guaidó pero con el fantasma de una oscura reunión entre su ministro de Transporte, José Luis Ábalos, y la criminal Delcy Rodríguez, sancionada por la Unión Europea. Finalmente, la ministra de Relaciones Exteriores, Arancha González Laya, se vio con el presidente venezolano y reiteró el apoyo de su Gobierno por unas elecciones verdaderamente libres.
Guaidó y Trudeau resaltaron la importancia de las relaciones entre Canadá y Venezuela
Envuelto por las gélidas temperaturas de Canadá, Guaidó llegó a Ottawa para participar en una reunión bilateral que tuvo como primera parada un cara a cara con el ministro de Exteriores, François-Philippe Champagne, con quien subrayó la necesidad de una solución inmediata a la trágica crisis humanitaria que afronta Venezuela. Más tarde, Guaidó se reunió con el primer ministro, Justin Trudeau. Ambos líderes resaltaron la importancia de las relaciones entre Canadá y Venezuela, así como el papel que desempeña el gobierno canadiense en la búsqueda de una alternativa democrática para los venezolanos.
Pero el viaje más esperado por los venezolanos, a pesar del éxito de Guaidó en Europa, era precisamente el de Estados Unidos. Las expectativas de que si Trump recibiría al líder venezolano construyeron el fútil argumento de que si este no regresaba a Venezuela con una foto con el popular magnate, la gira habría significado un fracaso. Desde medios críticos con Guaidó, analistas, consultores, periodistas y dirigentes vaticinaban de mala fe que Guaidó sería embarcado por Trump, quién según estos mismo medios y personajes en cuestión, estaría “decepcionado” del también presidente de la Asamblea Nacional por “no lograr sus objetivos rápidamente”.
Guaidó fue recibido en la Casa Blanca por Donald Trump
En Estados Unidos, Guaidó hizo su primera parada en Miami. Allí se encontró en un multitudinario acto con los miles de venezolanos en el exilio que fueron acompañados por algunos miembros de la comunidad cubana y nicaragüense perseguidos en sus países. En Miami como en Madrid, el alcalde Francis Suárez, le entregó las llaves de la ciudad a un Guaidó resguardado por el servicio secreto pero rodeado por congresistas de ambas bancadas. Marco Rubio y Mario Díaz-Balart no dejaron ni un solo momento a Guaidó y juntos enviaron un esperanzador mensaje por sus redes sociales.
El encuentro de Miami marcó el inicio de una semana de absoluto hermetismo en la agenda de Guaidó. Mientras el venezolano era aupado por sus compatriotas, Trump jugaba al golf en su mansión de Mar-A-Lago. Esto reforzó el argumento de los críticos a Guaidó explicando, con epítetos y más, la “incapacidad” para conseguir una audiencia con el presidente estadounidense. Pero lo que no esperaban muchos era que el mismo Trump invitaría a Guaidó al Discurso del Estado de la Unión en Washington y que sería ovacionado por los congresistas de ambas bancadas, un gesto histórico en medio de la polarización reinante en Estados Unidos.
Sin embargo, aún restaba un mayor acontecimiento. El face to face, la reunión entre Trumo y Guaidó llegó al día siguiente. El miércoles 5 de febrero Juan Guaidió fue recibido en la Casa Blanca junto a su esquipo por el presidente Donald Trump. En una reunión a puerta cerrada se discutió la situación de Venezuela y el compromiso de la actual administración con la causa de la libertad en la nación caribeña y aunque no ha trascendido mayor información sobre lo comentado, se prevé que en las próximas semanas Washington intente debilitar con mayor empuje a la dictadura chavista.
Guaidó junto al vicepresidente Mike Pence en Washington
En Washington, Guaidó nuevamente sostuvo un encuentro con el secretario de Estado, Mike Pompeo, con el vicepresidente, Mike Pence, el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, el director de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Mark Green, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno y con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro. Esta ronda de encuentros consolida la posición de Guiadó como indiscutible líder de la transición en Venezuela y como el presidente encargado.
El abrumador respaldo de Estados Unidos es ostensiblemente más robusto y es un exordio a la batería de acciones que deberían llegar en las próximas semanas luego del encuentro de Guaidó con Trump. El encargado de negocios de Estados Unidos en Venezuela, James Story, asomó la posibilidad de que Venezuela sea incluida en la lista de los países patrocinadores del terrorismo por sus vínculos con grupos guerrilleros como la disidencia de las FARC y el ELN o sus lazos con el partido-milicia chií Hezbolá pero también por el papel que fungen las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), el escuadrón de la muerte de Maduro que tiene en su prontuario más de 18.000 ejecuciones extrajudiciales y una petición de ser disueltas por el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.
A lo interno de la política en Venezuela, Guaidó tiene el reto de lograr ingresar al país luego de las amenazas recibidas de ser encarcelado, romper el cerco militar contra el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional, y reavivar la ola de manifestaciones que en los últimos meses se ha disipado. Pero el punto de mayor importancia es demostrar que la gira internacional, más que un éxito que lo blinda de legitimidad frente al aislamiento del régimen de Maduro, puede servir para forzar un cambio de régimen que consiga ser motivado por la movilización permanente de los venezolanos.
➨ Artículo escrito por Carlos Guerrero Yamarte (@SrVenezolano), director de Subversión en letras y estudiante de Periodismo en la Universidad del Zulia (LUZ)
El abrumador respaldo de Estados Unidos es ostensiblemente más robusto y es un exordio a la batería de acciones que deberían llegar en las próximas semanas luego del encuentro de Guaidó con Trump. El encargado de negocios de Estados Unidos en Venezuela, James Story, asomó la posibilidad de que Venezuela sea incluida en la lista de los países patrocinadores del terrorismo por sus vínculos con grupos guerrilleros como la disidencia de las FARC y el ELN o sus lazos con el partido-milicia chií Hezbolá pero también por el papel que fungen las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), el escuadrón de la muerte de Maduro que tiene en su prontuario más de 18.000 ejecuciones extrajudiciales y una petición de ser disueltas por el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.
A lo interno de la política en Venezuela, Guaidó tiene el reto de lograr ingresar al país luego de las amenazas recibidas de ser encarcelado, romper el cerco militar contra el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional, y reavivar la ola de manifestaciones que en los últimos meses se ha disipado. Pero el punto de mayor importancia es demostrar que la gira internacional, más que un éxito que lo blinda de legitimidad frente al aislamiento del régimen de Maduro, puede servir para forzar un cambio de régimen que consiga ser motivado por la movilización permanente de los venezolanos.
➨ Artículo escrito por Carlos Guerrero Yamarte (@SrVenezolano), director de Subversión en letras y estudiante de Periodismo en la Universidad del Zulia (LUZ)
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