Cortesía: AFP | Juan Guaidó en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza
La repentina salida de Venezuela del presidente de la Asamblea Nacional y presidente encargado, Juan Guaidó, sorprendió a propios y extraños. El viaje se hizo dos semanas después del asalto militar al Palacio Federal Legislativo y en medio de total silencio. Sin cámaras ni anuncios en declaraciones a la prensa.
Guaidó hizo su primera parada en Colombia el domingo 19 y el propio presidente Iván Duque lo anunció en su cuenta de Twitter que después fue replicado por el líder venezolano confirmando su presencia en el país vecino. Horas más tarde, el presidente encargado de Venezuela fue recibido en la Casa de Nariño, en Bogotá, con honores militares y con una extensa alfombra roja que lo llevó hasta la entrada del palacio presidencial donde lo esperaba el presidente Duque quien, visiblemente emocionado, le dio un jalón de manos que se convirtió en un fraternal abrazo. Luego de posar para los medios, sostuvieron una reunión bilateral junto a la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y asesores cercanos.
Los medios locales informaron que la presencia de Guaidó en Bogotá era para participar al día siguiente en la III Cumbre Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo, de hecho, Guaidó asistió junto a su Comisionado de Relaciones Exteriores, Julio Borges, y otros diputados exiliados como Carlos Paparoni y el actual Embajador de Venezuela en Estados Unidos, Carlos Vecchio. El presidente encargado se encontró con distintos altos dirigentes regionales y especialmente con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo. En horas de la tarde, se reunieron y expresaron sus impresiones a los periodistas que insistían en sacarle a Pompeo o al mismo Guaidó si se vería con el presidente Donald Trump.
Pompeo ratificó en nombre de su país el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a Guaidó y la causa democrática por la libertad de Venezuela, país sometido al azote de Maduro en complicidad con Cuba. Mientras Guaidó participaba en la cumbre como observador, el responsable de asuntos internacionales del chavismo, Jorge Arreaza, aterrizaba en Teherán para solidarizarse con el régimen de los ayotolá y “aprender algunas técnicas” para vencer el “bloqueo imperialista”.
El viaje de Guaidó ha motivado comentarios de todo tipo en las redes. Sus detractores en la propia oposición argumentaron una supuesta enemistad entre este y Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular y asilado en la residencia del Embajador de España en Caracas, asimismo otros le recriminaban no haber informado de su gira mientras sus seguidores aplaudían este nuevo periplo que esperan sirva para recabar mayor apoyo y acciones contra el régimen, objetivo que al final busca Guaidó en Europa.
Aunque se había adelantado en Colombia, la información de que Guaidó participaría este jueves en la edición 2020 del Foro Económico Mundial en Davos se oficializó por la propia organización. El líder venezolano, sentado justo al lado de su gran aliado en América Latina, el presidente colombiano Iván Duque, subió al escenario para disertar sobre la gravísima crisis que padece Venezuela. Guaidó recordó que por primera vez después de 28 años, un mandatario reconocido del país sudamericano regresaba a Davos para conversar sobre Venezuela y las potencialidades que se pueden explotar cuando la democracia y la libertad retornen. En su discurso mencionó la ola migratoria que afecta a la región, la comparó con la de Siria y reiteró los nexos de la dictadura chavista con el terrorismo y narcotráfico, es más, habló de un “conglomerado criminal” que tiene secuestrado a los venezolanos. Guaidó no se detuvo allí y dio un paso más allá. Pidió ayuda internacional afirmando que los venezolanos “solos no podemos” conquistar la libertad, en un guiño al ala más radical de la oposición que espera resultados concretos de esta gira.
En Davos, Guaidó saludó a la hija del presidente estadounidense, Donald Trump, Ivanka, quien se quedó en la ciudad suiza donde participa como líder empresarial aunque su padre asistió al foro el martes pero debió regresar a Washington sin poder verse con el dirigente venezolano. Guaidó también tuvo la oportunidad de reunirse con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, el ex secretario de Estado de ese país, John Kerry, el ex primer ministro británico, el laborista Tony Blair, la canciller de Alemania, Angela Merkel, y el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte. Se espera que se encuentre con el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis.
Por los momentos, una reunión con el jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, no se ha confirmado dada la ambigüedad con la que este ha comenzado los días de su nuevo mandato de coalición con Podemos, la principal franquicia chavista en Europa. Así las cosas, Guaidó anunció que viajará a Madrid y le restó importancia a la indecisión de un Sánchez errante en sus definiciones. En Madrid, la diáspora venezolana podrá encontrarse este sábado con Juan Guaidó en la Puerta del Sol y el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, anticipó que le entregará las llaves de la capital española.
Sobre un posible viaje de Guaidó a Estados Unidos aún no hay confirmación y sobre su regreso a Venezuela continúan las expectativas debido a la posibilidad de que el régimen de Maduro trate de obstaculizar su entrada al país.
➨ Artículo escrito por Carlos Guerrero Yamarte (@SrVenezolano), director de Subversión en letras y estudiante de Periodismo en la Universidad del Zulia (LUZ)
La repentina salida de Venezuela del presidente de la Asamblea Nacional y presidente encargado, Juan Guaidó, sorprendió a propios y extraños. El viaje se hizo dos semanas después del asalto militar al Palacio Federal Legislativo y en medio de total silencio. Sin cámaras ni anuncios en declaraciones a la prensa.
Guaidó hizo su primera parada en Colombia el domingo 19 y el propio presidente Iván Duque lo anunció en su cuenta de Twitter que después fue replicado por el líder venezolano confirmando su presencia en el país vecino. Horas más tarde, el presidente encargado de Venezuela fue recibido en la Casa de Nariño, en Bogotá, con honores militares y con una extensa alfombra roja que lo llevó hasta la entrada del palacio presidencial donde lo esperaba el presidente Duque quien, visiblemente emocionado, le dio un jalón de manos que se convirtió en un fraternal abrazo. Luego de posar para los medios, sostuvieron una reunión bilateral junto a la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y asesores cercanos.
Los medios locales informaron que la presencia de Guaidó en Bogotá era para participar al día siguiente en la III Cumbre Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo, de hecho, Guaidó asistió junto a su Comisionado de Relaciones Exteriores, Julio Borges, y otros diputados exiliados como Carlos Paparoni y el actual Embajador de Venezuela en Estados Unidos, Carlos Vecchio. El presidente encargado se encontró con distintos altos dirigentes regionales y especialmente con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo. En horas de la tarde, se reunieron y expresaron sus impresiones a los periodistas que insistían en sacarle a Pompeo o al mismo Guaidó si se vería con el presidente Donald Trump.
Pompeo ratificó en nombre de su país el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a Guaidó y la causa democrática por la libertad de Venezuela, país sometido al azote de Maduro en complicidad con Cuba. Mientras Guaidó participaba en la cumbre como observador, el responsable de asuntos internacionales del chavismo, Jorge Arreaza, aterrizaba en Teherán para solidarizarse con el régimen de los ayotolá y “aprender algunas técnicas” para vencer el “bloqueo imperialista”.
El viaje de Guaidó ha motivado comentarios de todo tipo en las redes. Sus detractores en la propia oposición argumentaron una supuesta enemistad entre este y Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular y asilado en la residencia del Embajador de España en Caracas, asimismo otros le recriminaban no haber informado de su gira mientras sus seguidores aplaudían este nuevo periplo que esperan sirva para recabar mayor apoyo y acciones contra el régimen, objetivo que al final busca Guaidó en Europa.
El Presidente (E) Juan Guaidó y el canciller británico, Dominic Raab
El primer país europeo en visitar Guaidó ha sido Reino Unido. El mandatario interino de Venezuela llegó a Londres donde fue recibido por el ministro de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, y quien le ratificó el “firme apoyo” de su gobierno a una “transición pacífica”. En Londres, Guaidó estuvo acompañado por el Embajador Vecchio así como la Embajadora de Venezuela en la capital británica, Vanessa Neumann y la Subcomisionada de Relaciones Exteriores y Embajador en Francia, Isadora Suárez de Zubillaga.
Gracias al trabajo de Neumann, Guaidó fue recibido por el primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, en el Número 10 de Downing Street. En la reunión, Johnson expresó su respaldo a la lucha democrática de la Asamblea Nacional por una Venezuela libre. Al concluir la reunión, Guaidó y su pequeña comitiva se encontraron con la diáspora venezolana. La visita a Londres fue relámpago ya que Guaidó debía llegar el miércoles a Bruselas, Bélgica.
En la capital comunitaria, el líder venezolano se reunió con el Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, el español Josep Borrell. Este le trasladó a Guaidó el “firme apoyo” de la UE y al mismo tiempo hizo un llamado al diálogo para lograr elecciones libres. Borrell se abstuvo de mostrar mayor cercanía con Guaidó dado que su postura personal cuando era ministro de Relaciones Exteriores de España se orientaba a la no intromisión y a entablar conversaciones que después fracasaron ante los ojos del llamado Grupo Internacional de Contacto. Sin embargo, recibir a Guaidó fue un gesto claro de respaldo a la investidura como único representante legítimo del Estado venezolano.
Más tarde y aún en Bruselas, Guaidó llegó al Parlamento Europeo junto a Julio Borges, principal cabeza de enlace que ha logrado el respaldo internacional para con los demócratas venezolanos. En la sede parlamentaria, los distintos grupos de la Eurocámara se reunieron con el mandatario para declarar su abierto respaldo a la difícil tarea que lidera en pro de la libertad del país.
El breve encuentro que mantuvo con los representantes del partido español Vox desataron duras críticas contra Guaidó por reunirse con los que consideran un partido “franquista, machista, homófobo y xenófobo” así como “ultraderechista”. No obstante, una fuente del equipo del líder venezolano dijo que Guaidó no tenía la intención de cerrarse a conversar con los distintos eurodiputados, incluso si fueran de la extrema izquierda, pues la intención es explicar y hacerle entender a aquellos que aún no comprenden la magnitud de la tragedia humanitaria de Venezuela. En el mismo Parlamento Europeo, Guaidó cerró su visita con una rueda de prensa donde detalló la situación de Venezuela y habló de lo que considera un “etnocidio y ecocidio” en la región del Amazonas venezolana.
El primer país europeo en visitar Guaidó ha sido Reino Unido. El mandatario interino de Venezuela llegó a Londres donde fue recibido por el ministro de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, y quien le ratificó el “firme apoyo” de su gobierno a una “transición pacífica”. En Londres, Guaidó estuvo acompañado por el Embajador Vecchio así como la Embajadora de Venezuela en la capital británica, Vanessa Neumann y la Subcomisionada de Relaciones Exteriores y Embajador en Francia, Isadora Suárez de Zubillaga.
Gracias al trabajo de Neumann, Guaidó fue recibido por el primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, en el Número 10 de Downing Street. En la reunión, Johnson expresó su respaldo a la lucha democrática de la Asamblea Nacional por una Venezuela libre. Al concluir la reunión, Guaidó y su pequeña comitiva se encontraron con la diáspora venezolana. La visita a Londres fue relámpago ya que Guaidó debía llegar el miércoles a Bruselas, Bélgica.
En la capital comunitaria, el líder venezolano se reunió con el Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, el español Josep Borrell. Este le trasladó a Guaidó el “firme apoyo” de la UE y al mismo tiempo hizo un llamado al diálogo para lograr elecciones libres. Borrell se abstuvo de mostrar mayor cercanía con Guaidó dado que su postura personal cuando era ministro de Relaciones Exteriores de España se orientaba a la no intromisión y a entablar conversaciones que después fracasaron ante los ojos del llamado Grupo Internacional de Contacto. Sin embargo, recibir a Guaidó fue un gesto claro de respaldo a la investidura como único representante legítimo del Estado venezolano.
Más tarde y aún en Bruselas, Guaidó llegó al Parlamento Europeo junto a Julio Borges, principal cabeza de enlace que ha logrado el respaldo internacional para con los demócratas venezolanos. En la sede parlamentaria, los distintos grupos de la Eurocámara se reunieron con el mandatario para declarar su abierto respaldo a la difícil tarea que lidera en pro de la libertad del país.
El breve encuentro que mantuvo con los representantes del partido español Vox desataron duras críticas contra Guaidó por reunirse con los que consideran un partido “franquista, machista, homófobo y xenófobo” así como “ultraderechista”. No obstante, una fuente del equipo del líder venezolano dijo que Guaidó no tenía la intención de cerrarse a conversar con los distintos eurodiputados, incluso si fueran de la extrema izquierda, pues la intención es explicar y hacerle entender a aquellos que aún no comprenden la magnitud de la tragedia humanitaria de Venezuela. En el mismo Parlamento Europeo, Guaidó cerró su visita con una rueda de prensa donde detalló la situación de Venezuela y habló de lo que considera un “etnocidio y ecocidio” en la región del Amazonas venezolana.
Juan Guaidó participó en la III Cumbre Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo
Aunque se había adelantado en Colombia, la información de que Guaidó participaría este jueves en la edición 2020 del Foro Económico Mundial en Davos se oficializó por la propia organización. El líder venezolano, sentado justo al lado de su gran aliado en América Latina, el presidente colombiano Iván Duque, subió al escenario para disertar sobre la gravísima crisis que padece Venezuela. Guaidó recordó que por primera vez después de 28 años, un mandatario reconocido del país sudamericano regresaba a Davos para conversar sobre Venezuela y las potencialidades que se pueden explotar cuando la democracia y la libertad retornen. En su discurso mencionó la ola migratoria que afecta a la región, la comparó con la de Siria y reiteró los nexos de la dictadura chavista con el terrorismo y narcotráfico, es más, habló de un “conglomerado criminal” que tiene secuestrado a los venezolanos. Guaidó no se detuvo allí y dio un paso más allá. Pidió ayuda internacional afirmando que los venezolanos “solos no podemos” conquistar la libertad, en un guiño al ala más radical de la oposición que espera resultados concretos de esta gira.
En Davos, Guaidó saludó a la hija del presidente estadounidense, Donald Trump, Ivanka, quien se quedó en la ciudad suiza donde participa como líder empresarial aunque su padre asistió al foro el martes pero debió regresar a Washington sin poder verse con el dirigente venezolano. Guaidó también tuvo la oportunidad de reunirse con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, el ex secretario de Estado de ese país, John Kerry, el ex primer ministro británico, el laborista Tony Blair, la canciller de Alemania, Angela Merkel, y el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte. Se espera que se encuentre con el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis.
Por los momentos, una reunión con el jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, no se ha confirmado dada la ambigüedad con la que este ha comenzado los días de su nuevo mandato de coalición con Podemos, la principal franquicia chavista en Europa. Así las cosas, Guaidó anunció que viajará a Madrid y le restó importancia a la indecisión de un Sánchez errante en sus definiciones. En Madrid, la diáspora venezolana podrá encontrarse este sábado con Juan Guaidó en la Puerta del Sol y el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, anticipó que le entregará las llaves de la capital española.
Sobre un posible viaje de Guaidó a Estados Unidos aún no hay confirmación y sobre su regreso a Venezuela continúan las expectativas debido a la posibilidad de que el régimen de Maduro trate de obstaculizar su entrada al país.
➨ Artículo escrito por Carlos Guerrero Yamarte (@SrVenezolano), director de Subversión en letras y estudiante de Periodismo en la Universidad del Zulia (LUZ)
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