El acuerdo firmado por las partes en Sudán es un importante hito político para la región y sobretodo para el país
Los militares y las fuerzas opositoras de Sudán han avanzado en la búsqueda de una transición democrática para el país que estuvo gobernado por algo más de treinta años con mano de hierro por el hoy derrocado Omar al Bashir, acusado principalmente de corrupción aunque sobre él pesan acusaciones y solicitudes de arresto internacional por crímenes de lesa humanidad.
El Acuerdo Político y la Declaración Constitucional sobre la Autoridad de Transición fue firmado el sábado 17 de agosto por los militares miembros del extinto Consejo Militar de Transición y por los civiles que conforman la Declaración de las Fuerzas de Libertad y Cambio (DFLC) ante la presencia de varios mandatarios regionales entre los que destacaron el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, y el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta. Ahmed ha sido a lo largo de la crisis de Sudán un mediador de alta calidad que ha usado su carácter de conciliador en su natal Etiopía para lograr con sus vecinos un acuerdo que sirva para estabilizar parte del continente africano.
El acuerdo de transición ha sido firmado por el jefe de los militares, el general Abdel Fattah Abdelrahman Burhan y por el representante opositor Ahmad al Rabie, no obstante, entre los firmantes también están el opositor Mohamed Nagi Alassam y el temido líder de un cuerpo paramilitar, Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, y que ha sido acusado de liderar la represión del pasado 3 de junio en Jartum que dejó más de 100 muertos según los opositores.
Abdalla Hamdok es el nuevo primer ministro de Sudán
Lo que estipula el histórico acuerdo es un gobierno de corte civil-militar, que estará liderado por los próximos 21 meses por el general Burhan hasta la convocatoria de elecciones. Asimismo, tanto los militares como los opositores han designado a cinco integrantes cada grupo y a un independiente para formar el Consejo Soberano, que será el ente encargado de controlar la transición y alertar de cualquier desvío pero cuya gestión política y económica ha sido catalogada como tecnócrata. Por su parte, la DFLC tendrá el control de las dos terceras partes del congreso de Sudán.
El nuevo primer ministro es Abdalla Hamdok, el único integrante independiente del Consejo Soberano. Su carrera diplomática se ha conjugado a lo largo de su vida con su formación económica en Reino Unido y con amplia experiencia como adjunto en la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África. En su discurso formal como jefe de gobierno, Hamdok ha prometido lo que tanto se ha exigido en las calles de Sudán durante la revolución, "libertad, paz y justicia".
El acuerdo firmado por las partes en Sudán es un importante hito político para la región y sobretodo para el país que no termina por conocer la llama de la democracia. Los expertos creen que la política económica debe ser la causa del gobierno de Hamdok pues los ciudadanos han sufrido espantosas crisis económicas que han dejado heridas abiertas en la sociedad que ha sobrevivido a los episodios de hambruna promovidos por el Al Bashir. Sin embargo, existe algún temor por el control que puedan asumir los militares y los obstáculos que puedan colocar en el camino para neutralizar reformas que signifiquen castigo a los represores y leyes parlamentarias que estimulen a la democracia.
Redacción internacional | @Subversion_EL
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