L os resultados electorales del pasado domingo 15 de octubre dejaron grandes sumas de incertidumbre en el ambiente y, por supuesto, el argumento de fraude resuena en cada rincón del mundo que ya ha advertido el retroceso de la depauperada democracia venezolana en medio de una profunda y peligrosa crisis política, económica y social. El 15 de octubre la Oposición venezolana, conglomerada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), recibió un golpe fuertísimo en su lucha por le rescate de la democracia y el restablecimiento del Estado de Derecho; el apéndice electoral del régimen chavista, el CNE, anunció los resultados oficiales e “irreversibles” que le daban una contundente victoria al partido de gobierno (PSUV) adjudicándole 17 gobernaciones y a la Oposición solo 5, pero 48 horas después las artimañas del mismo ente electoral dieron como vencedor al candidato chavista en el estado Bolívar, donde Andrés Velásquez exigía una auditoría y cantaba fraude. Estos resultados dejaron pe
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