"No podemos seguir esperando que sean otros quienes vengan a resolver este embrollo político en el que se ha convertido nuestro país, somos nosotros los llamados a asumir esa responsabilidad"
Recientemente en Buenos Aires se llevó a cabo la Cena de la Libertad 2023, un evento de la Fundación Internacional para La Libertad, donde entre grandes personajes de la actualidad política latinoamericana, también estuvo invitada la diputada española Cayetana Alvarez de Toledo, para hablar sobre los retos que enfrentan y deben asumir las fuerzas democráticas de la región.
Cayetana, que en los últimos años se ha erguido como una de las figuras políticas más intransigentes de España, la principal abanderada de la incorrección política y una de las más tenaces defensoras del sistema de libertades occidental, en su discurso de esa noche dejó grandes enseñanzas a expresidentes y líderes políticos. La diputada, que se presentó como el libro abierto que es, expuso ante todos su lema de vida: “que por mí no quede”.
Ante la barbarie autoritaria que amenaza una vez más con destruir los pocos avances democráticos de América Latina, la parlamentaria española llama a actuar, a asumir responsabilidades, a “bajar a la arena”. “Eso es también lo que quiero pedirles hoy: ´que por ustedes tampoco quede´.
El mensaje de Cayetana fue directo a líderes de la talla de Mauricio Macri, expresidente de Argentina o el senador brasileño Sergio Moro, el hombre que siendo juez envió a la cárcel a Lula da Silva; pero sus palabras bien pueden, y deben, servir de inspiración para los jóvenes venezolanos que hemos decidido “bajar a la arena” y hacer política en un país donde el desprestigio de este servicio ya es enorme.
Asumir la responsabilidad, el reto, de hacer política en Venezuela es de valientes, personas llenas de optimismo, voluntad y compromiso. No es poca cosa a lo que nos enfrentamos: el desprecio hacia el ejercicio de la política por parte de la población, el desinterés casi total de nuestras generaciones hacia lo político y a todo eso hay que sumar la tiranía comunista que se instaló en el país hace más de 20 años.
Como siempre lo he dicho, somos la generación que lucha por recuperar lo que nunca conoció: la democracia y la libertad. Eso es lo que mueve nuestro jóven espíritu, ese debe seguir siendo combustible de nuestro trabajo político y el norte de toda empresa hasta que logremos la liberación plena del país.
Ahora mismo se avecinan en el horizonte nacional importantes desafíos que pueden suponer la conquista del poder, el rescate de la democracia y la restauración de la república. En medio de esto la juventud venezolana está llamada no solo a ser partícipe, sino a ser protagonista. Estamos llamados a “bajar a la arena” y asumir ese gran reto generacional que es, también, el asalto del liderazgo. Las nuevas propuestas, las nuevas ideas, son nuestras y por ello es que estamos obligados a ser el actor principal en la lucha que viene, la lucha que ya mismo se está dando.
No podemos seguir esperando que sean otros quienes vengan a resolver este embrollo político en el que se ha convertido nuestro país, somos nosotros los llamados a asumir esa responsabilidad. Si nos quedamos esperando, el tiempo habrá pasado y habremos dejado que todo quede. Yo hoy asumo y por mí no quedará.
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