El líder del sanguinario régimen de Siria, Bashar al Assad ha regresado a la escena internacional, especialmente al centro de la Liga Árabe, organización de la que el país fue expulsado hace diez años con el inicio de la guerra civil promovida por las revueltas de la Primavera Árabe y la brutal represión gubernamental.
Al Assad, quien ha resistido estos últimos 12 años de guerra, llegó de manera triunfal a la trigésima segunda cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Liga Árabe, celebrada en la ciudad saudí de Yeda. En el foro, al cual fue invitado por el gobierno de Arabia Saudí, el presidente sirio no dudó en ratificar sus pensamientos sobre la situación de su país y del Medio Oriente en general.
“Hoy nos enfrentamos a una oportunidad para cambiar la situación internacional en un mundo multipolar, resultado del dominio de un Occidente vacío de principios, morales, amigos y aliados (…) Mientras celebramos esta cumbre en un mundo turbulento, surge la esperanza a la luz del acercamiento árabe-árabe, regional e internacional, que ha culminado en esta cumbre, que espero marque el comienzo de una nueva fase de acción árabe en solidaridad entre nosotros por la paz, en lugar de la guerra y la destrucción”, dijo Al Assad el pasado 19 de mayo en medio de la cumbre.
El anfitrión de la cumbre en Yeda, el príncipe Mohamed bin Salmán, dijo que “esperamos que el retorno de Siria a la Liga Árabe pueda contribuir a lograr la estabilidad en el país y resolver su crisis”, luego de que el reino saudí restableciera sus relaciones diplomáticas con Irán, su archienemigo en la región.
Sin embargo el retorno de Al Assad está marcado por 12 años intensos de guerra que ha dejado 13 millones de desplazados (6,7 millones de refugiados internos y 5,5 millones de sirios en el exterior), además de trecientos mil civiles muertos y aproximadamente la mitad de la población viviendo en regiones que no controla el régimen de Damasco, lo que obstaculiza la posibilidad de que la ayuda humanitaria llegue a esta importante porción de sirios.
La vuelta de Siria a la Liga Árabe significa una “gran victoria simbólica” para Al Assad después de más de una década de aislamiento internacional, según considera la analista y periodista Koli Robinson, del centro de pensamiento Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés), puntualizando que no todos los países de la región ven con buenos ojos está reincorporación, como es el caso de Qatar.
Y aunque es cierto que la mayoría de los gobiernos árabes han tenido que reconocer que el régimen de Al Assad es una realidad, se ven sujetos a buscar medidas políticas y diplomáticas que traten de controlar lo que es un verdadero dolor de cabeza para sus países en estos momentos: la producción y distribución de captagon.
Pero ¿qué es el captagon y quién lo controla? El captagon es una combinación de anfetamina y teofilina desarrollado en los años 50 como un tratamiento para la depresión, el trastorno de déficit de atención y la narcolepsia, pero con el comienzo de la guerra civil en Siria se convirtió en una droga extremadamente adictiva, cuyo último cargamento ha sido decomisado por Arabia Saudí en el puerto de Duba y valorado en casi medio millón de euros.
El captagon es uno de los últimos elementos que ha provocado que la Unión Europea sancione a 28 individuos (entre los que están primos de Al Assad, dirigentes del régimen y varios miembros de las milicias leales a Damasco) y 8 entidades, como las empresas rusas de construcción e ingeniería Stroytransgaz y Gecopham, justamente porque se cree que la familia Al Assad mantiene el control de la producción y distribución de esta droga desde hace doce años, lo que les ha permitido amasar una fortuna de 50 mil millones de dólares.
En este sentido, el regreso de Al Assad, conocido como el carnicero de Siria por sus prácticas despiadadas en contra de la población, representa un avance importante en la coalición autocrática de la que forman parte regímenes como el de Rusia, Bielorrusia, Irán y Venezuela, lo que debe llevar a la reflexión a gobiernos como el de Estados Unidos y los de la Unión Europea, ya que especialmente los países del bloque comunitario se han visto afectados por la proliferación de los refugiados sirios que han huido de la política de exterminio en su propia nación.
➨ Artículo escrito por Carlos Guerrero Yamarte (@CarlosGuerreroY), director de la plataforma informativa Globopais (@globopais)
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