Hace algún tiempo mi situación económica iba en picada, salía a la calle y lo poco que encontraba era el sustento para mí hogar, razones por las cuales como muchos me ví en la necesidad de vender varias cosas para seguir sobreviviendo. Después de un tiempo comprendí que en todas las crisis están los que lloran, lamentando su situación a cada momento sin buscar solución y del otro lado los que venden pañuelos e ingenian la forma de salir adelante. Ante la crisis debemos prepararnos para cuando tal no exista y reinventarnos porque sino cambiamos no avanzamos. En este sentido Benjamín Franklin decía que aquel que es bueno sacando excusas usualmente es bueno para nada más. Consciente de ello, yo les digo a esos que justifican todo con pretextos que he vivido en carne propia la desesperación de saberme ahogado y no poder respirar . He sentido el desprecio de muchos por no quererse contagiar de un virus invisible y camuflado como el camaleón. He luchado con la disyuntiva d
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