"El socialismo chavista tejió una red criminal que sirve como sostén represivo y económico que generan ingresos ajenos a las actividades normales de un Estado"
En los últimos años se ha enquistado un debate entre la intelligentsia venezolana, los partidos políticos y la sociedad civil sobre el verdadero responsable de la tragedia humanitaria y la debacle económica del país como resultado de las inhumanas y desquiciadas políticas impulsadas por el chavismo en los últimos 21 años. El debate no deja de ser polémico entre las fuerzas opositoras que, en su mayoría a excepción de algunos partidos, profesan una visión socialista más laxa, democrática y respetuosa de la institucionalidad.
En la compleja discusión hay personas y movimientos que tratan de exculpar al socialismo impuesto por Hugo Chávez de la crisis multidimensional que atraviesa el país; otros aseguran que el responsable es el crimen organizado que hoy gobierna a Venezuela mientras que otros apuntan al socialismo como la raíz del mal, y entre esos me ubico yo, pues al revisar los archivos documentales desde 1998 en adelante podemos observar la naturaleza del proceso autocrático chavista y sus innumerables apelaciones a teóricos marxistas así como sus ídolos políticos que van desde Mao Zedong hasta el dictador bananero ya fallecido Fidel Castro, y no podemos dejar por fuera las políticas de corte socialistas de miseria implementadas que han destruido la capacidad productiva de Venezuela.
"Como a lo largo de la historia de los países dominados por las ideas marxistas, la escasez de alimentos y medicamentos llegó de la mano del socialismo depredador que quebró y expolió tierras e industrias productivas"
Si bien es cierto que Chávez no llegó a conseguir su primera victoria electoral con un discurso plenamente socialista en cambio sí populista atrapalotodo, no podemos olvidar que recién liberado de la cárcel en 1994 este viajó a La Habana y confesó ante un inmenso salón su admiración por la Revolución Cubana y por su gigante, su líder, su guía, su mayor inspiración, su amante de utopías Fidel Castro. Chávez era un socialista confeso que estudiaba frenéticamente las obras notables de Marx, Engels o Lenín, incluso de Gramsci. Su formación política estuvo profundamente influenciada por el socialismo, solo que al llegar al poder comenzó a empujar medidas socialistas que a la larga ya han dado resultados: miseria y atraso. Pero recordemos que Chávez cabalgaba sobre la mula del “Socialismo del siglo XXII” como nueva forma de hacer la revolución, no obstante, el principal ideólogo de este sistema, Heinz Dieterich, ha reiterado en entrevistas, programas de televisión, conversatorios y artículos de opinión que su idea fracasó, que el socialismo del siglo XXI no sirve, es una idea vetusta, anacrónica. Aun así los socialistas ortodoxos venezolanos siguen encendiéndole velas a su santo, San Chávez, a ver si les hace el favor de inflamar su reverenciado “socialismo a la llanera”.
"Estoy convencido que salvar a Venezuela pasa por expulsar al socialismo como alternativa al socialismo"
En la actualidad, importantes intelectuales venezolanos han asegurado que el problema de Venezuela “no es el socialismo”, sino la actuación de actores criminales que hacen vida alrededor del narcotráfico, crimen organizado, delincuencia común, entre otros, pero si todo esto es cierto, no menos cierto es que han sido estos dirigentes socialistas caribeños que han orquestado alianzas criminales para permanecer en el poder sin importarles la voluntad ciudadana ni las sugerencias y advertencias de organismos internacionales. El socialismo chavista tejió una red criminal que sirve como sostén represivo y económico que generan ingresos ajenos a las actividades normales de un Estado. El régimen de Chávez y luego la administración de Maduro han dado cobijo a miembros de las extintas guerrillas de las FARC, como alias Jesús Santrich, ha alabado los crímenes del ELN y ha permitido que sus mercenarios actúen en territorio venezolano para planear ataques contra Colombia, pero este ejemplo es muy similar a la naturaleza chavista, ya que las FARC y el ELN son guerrillas comunistas que viven del tráfico de drogas, la extorsión, secuestro y asesinatos, sin embargo, quienes más sufren no son los miembros de la burguesía, sino los campesinos donde estos criminales van y cometen todo tipo de vejaciones.
Pero retomando el tema central que preocupa a este artículo, los venezolanos no podemos ignorar que la raíz del mal que padece nuestro país es el socialismo. Han sido las políticas socialistas las que destruyeron el campo y su producción agrícola; son las políticas socialistas las que llevaron a Venezuela a ser un país exportador de gasolina a uno que importa por la destrucción de la industria petrolera y el parque refinador. Como a lo largo de la historia de los países dominados por las ideas marxistas, la escasez de alimentos y medicamentos llegó de la mano del socialismo depredador que quebró y expolió tierras e industrias productivas para “entregarlas” a sus trabajadores, pero la realidad hoy es que esos obreros son más pobres, sufren mayor desigualdad y los nuevos terratenientes ligados a la nomenklatura roja son más ricos producto de la estafa y guisos corruptos.
Negar que la raíz del mal de Venezuela es el socialismo sería limpiar sus crímenes criollos y extranjeros, negar que el socialismo es una anomalía ideológica que saqueó y mancilló a Venezuela que era uno de los países más estables de América Latina significaría voltear la cara a las víctimas, intentar eximir al socialismo sería ser cómplices del hambre, la muerte y el sufrimiento que ha sembrado a lo largo del territorio. Con esto no niego la simbiosis entre el socialismo chavista y el crimen organizado, incluso he leído varios ensayos más documentados que este artículo donde aprueban esta tesis, pero no puedo estar de acuerdo con quienes buscan limpiar y purificar al socialismo y al comunismo (entienda al primero como el peaje al segundo) de los abominables y horrorosos crímenes que han cometido impunemente en muchas oportunidades en Venezuela y el mundo. Solo mirar la historia de la Unión Soviética, Europa Oriental, Camboya, Vietnam, Mozambique o Cuba es suficiente para sentir repugnancia y sed de justicia. [Lea Combatir al marxismo para lograr la libertad]
Estoy convencido que salvar a Venezuela pasa por expulsar al socialismo como alternativa al socialismo. No es ni puede ser el socialismo con otros adjetivos la opción distinta para rescatar la democracia y la libertad. Pasar por entender la raíz del mal de nuestro país es una parte elemental de la lucha contra el totalitarismo chavista. Yo no quiero más “¡Patria, Socialismo o Muerte!” más bien prefiero ¡Libertad, Justicia y República!
➨ Carlos Guerrero Yamarte (@SrVenezolano) | Director de Subversión en letras y estudiante de Periodismo en la Universidad del Zulia (LUZ)
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