"El PMA y la UNICEF presentaron un plan de respuesta y ayuda para los gobiernos, pero necesitan fondos por 600 millones de dólares para lograr concretar el objetivo"
Las consecuencias de la pandemia por la COVID-19 se han apresurado en llegar incluso antes que el fin del brote que ya ha afecta a 188 países y territorios con más de 4 millones de contagiados y con la alarmante cifra que supera los 200.000 muertos. Y el grito de alarma lo da el Programa Mundial de Alimentos (PMA) que advierte de los desastrosos estragos que estarían generando en la alimentación de los niños y, en especial, de los que acuden a las escuelas pero que las medidas de confinamiento han dejado sin provisiones nutricionales tan necesarias. [Lea El coronavirus amenaza la frágil estabilidad del mundo]
"Para millones de niños de todo el mundo, la comida que reciben en la escuela es su única comida del día. Cuando no la reciben, pasan hambre y están en peligro de enfermarse, abandonar la escuela y perder la mejor oportunidad de escapar de la pobreza. Debemos actuar de inmediato para evitar que esta pandemia de la salud se convierta en una catástrofe del hambre”, advirtió el Director Ejecutivo de PMA, David Beasley.
La cuarentena está afectando directamente las posibilidades de los gobiernos de llevar alimentos a las escuelas, sobre todo en los países más vulnerables donde los diez más afectados están en riesgo de padecer una hambruna severa y entre esos está Venezuela en el puesto número cuatro junto a Yemen, República Democrática del Congo, Afganistán, Etiopía, Sudán del Sur, Siria, Sudán, Nigeria y Haití.
A través de una nota de prensa, el PMA detalla que las comidas escolares son “especialmente importantes” para las niñas ya que en muchos países pobres la promesa de un bocado de alimento puede empujar a que las familias envíen a sus hijas a la escuela y así estas salvarse de las estrictas responsabilidades en el hogar o de la lacra del matrimonio infantil.
“La escuela es mucho más que un lugar donde se aprende. Para muchos niños, es la única forma de acceder a la seguridad, a los servicios de salud y a la nutrición. A menos que actuemos de inmediato ampliando servicios vitales para los niños más vulnerables, las devastadoras repercusiones de la COVID-19 durarán décadas”, subrayó Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF.
Asimismo, el PMA junto a la UNICEF detallan que además de recibir comidas escolares, millones de niños en los países pobres suelen beneficiarse de servicios de salud y nutrición como las vacunas, desparasitación y la suplementación de hierro.
Las agencias de las Naciones Unidas han advertido que mientras la pandemia del coronavirus continúe creciendo y paralizando el funcionamiento normal de las actividades, 370 millones de niños seguirán sin recibir sus comidas escolares ante el cierre de escuelas.
El PMA y la UNICEF presentaron un plan de respuesta y ayuda para los gobiernos, pero necesitan fondos por 600 millones de dólares para lograr concretar el objetivo que en principio se concentraría en 30 países frágiles para ayudar en la alimentación de los niños afectados por esta situación.
➨Redacción Internacional de Subversión en letras | @Subversion_EL
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