"Compartir el mismo espacio todo el día, sin tener más zonas a las que puedan recurrir en busca de un momento personal, es una de las razones que alimenta la irritabilidad, el estrés y, por consecuencia, los problemas familiares"
Se escucha muy lindo decir que debemos aprovechar estos días en casa para conectar y fortalecer nuestros vínculos familiares y aunque debemos apostar a ello, no resulta a la primera y a veces ni a la tercera porque no es tan sencillo como parece.
Cada dinámica familiar es distinta, pero es probable que estemos acostumbrados a que los padres pasen el día en el trabajo y los hijos compartan su día entre las clases y cumplir con las tareas asignadas para la casa u otra actividad extracurricular, lo que nos deja unas pocas horas en la noche para compartir, conversar y disfrutar en familia, pero la realidad que hoy vivimos nos invita a encontrar nuevas maneras de convivencia con nuestras familias. [Lea De la desesperanza aprendida a la resiliencia]
La mayoría de nosotros estamos cumpliendo con nuestro trabajo o con nuestros estudios desde el hogar, esto nos lleva a ver a nuestros familiares todo el día, todos los días. Esta convivencia permanente puede implicar que haya un traslado de las tensiones de nuestras responsabilidades externas a nuestra casa. Es frecuente notar padres saturados por el estrés que representa cumplir con el trabajo, estar pendiente de las labores del hogar y de las tareas de los hijos o jóvenes irritados de estar en cuatro paredes sin la posibilidad de ir explorar al mundo y compartir con amigos ¡Que falta nos hace nuestra rutina, que cada uno cumpla con sus actividades y extrañar a la familia! Si, como leen, extrañar a la familia.
Compartir el mismo espacio todo el día, sin tener más zonas a las que puedan recurrir en busca de un momento personal, es una de las razones que alimenta la irritabilidad, el estrés y, por consecuencia, los problemas familiares. Ese nivel óptimo entre la convivencia con otros y la posibilidad de tener privacidad se ve amenazado, forjando un malestar emocional que se ve reflejado en nuestro comportamiento, pero ¿qué podemos hacer ante este escenario?
Desarrollar la paciencia, la aceptación y el reconocimiento del otro es fundamental para una convivencia más armónica. El estrés y la ansiedad pueden aparecer en cualquier momento, que esto impulse un ambiente hostil va a depender de nuestra capacidad de manejarlo, de no dejar que esas emociones y sentimientos nos controlen y la tolerancia, paciencia y empatía de las personas que nos rodean. Trabajar en equipo es clave y estos son algunos de los consejos que quiero transmitirles para hacer más amena nuestro compartir diario:
1. Distribuir las tareas del hogar: es clave involucrar a todos los miembros de la familia en las actividades de cuidado del hogar, así la carga no recae en una sola persona.
2. Respetar el espacio personal: establecer espacios de soledad para cada uno de los miembros es importante y es algo que todos deben respetar. A veces el espacio es limitado, pero permitir tiempo a sola en alguno de los espacios de la casa puede ser útil y necesario.
3. Promover la tolerancia y ser empático: debemos pensar y pensar cuando sintamos que estamos estresado, así como actuar con respeto y compresión hacia aquel miembro de la familia que pueda sentirse agobiado. Escuchemos atentamente, tratemos de entender de la posición del otro y seamos un apoyo para que pueda ver con optimismo la circunstancia en la que se encuentra.
4. Compartir actividades: así como es importante respetar los espacios de individuales, el poder compartir algún tipo de actividad, ya sea un juego o una serie, nos ayuda a combatir el aburrimiento, pero sobretodo es un espacio para fortalecer y conectarnos a nivel emocional.
Ya sabemos que compartir con la familia las 24 horas del día puede traer una serie de sentimientos negativos, pero está en nuestras manos poder manejar esta situación y convertirla en una oportunidad para conectarnos y continuar reforzando nuestros lazos.
➨ Inés María Davalillo (@inesdavalillo)
Psicóloga y activista política
1. Distribuir las tareas del hogar: es clave involucrar a todos los miembros de la familia en las actividades de cuidado del hogar, así la carga no recae en una sola persona.
2. Respetar el espacio personal: establecer espacios de soledad para cada uno de los miembros es importante y es algo que todos deben respetar. A veces el espacio es limitado, pero permitir tiempo a sola en alguno de los espacios de la casa puede ser útil y necesario.
3. Promover la tolerancia y ser empático: debemos pensar y pensar cuando sintamos que estamos estresado, así como actuar con respeto y compresión hacia aquel miembro de la familia que pueda sentirse agobiado. Escuchemos atentamente, tratemos de entender de la posición del otro y seamos un apoyo para que pueda ver con optimismo la circunstancia en la que se encuentra.
4. Compartir actividades: así como es importante respetar los espacios de individuales, el poder compartir algún tipo de actividad, ya sea un juego o una serie, nos ayuda a combatir el aburrimiento, pero sobretodo es un espacio para fortalecer y conectarnos a nivel emocional.
Ya sabemos que compartir con la familia las 24 horas del día puede traer una serie de sentimientos negativos, pero está en nuestras manos poder manejar esta situación y convertirla en una oportunidad para conectarnos y continuar reforzando nuestros lazos.
➨ Inés María Davalillo (@inesdavalillo)
Psicóloga y activista política
Excelentes articulos os estoy aplicando y lo trasmito a mis vecinos
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