El principio de la
comunicación hace referencia a que una noticia importante solo es desplazada a
través de otra noticia más importante. Hoy en Venezuela este principio se
cumple casi que a diario y, desde hace una semana se evidencia mucho más,
cuando hacemos referencia al supuesto "atentado" del 4 de agosto.
Después de la
cadena de radio y televisión se evidencia nuevamente que todo forma parte de un
show o de un teatro que ya hemos visto y vivido los venezolanos en reiteradas
oportunidades. Desde que Maduro asumió el poder, este es el intento de
magnicidio número 18 que denuncia.
Con tantos
supuestos intentos de magnicidio, lo que si nos queda claro es que Maduro sigue
los pasos de su antecesor, el fallecido presidente Hugo Chávez Frías, quien
denunció más de 22 planes para matarlo, y que también utiliza estas denuncias
para desviar la atención de los verdaderos problemas que tiene el país.
Venezuela llegó al
colapso de los servicios públicos, con un sistema económico quebrado y con una
hiperinflación que crece a la velocidad de la luz. Toda esa realidad ha generado
que desde el mes de enero hasta la fecha, mensualmente se contabilizan unas 724
protestas de diferente índole.
Sin contar todo lo
referido al tema de la gasolina, su aumento, su logística y todos los detalles
referidos al subsidio y el monto que deberán pagar quienes no se saquen el
carnet del control social. Recordemos que un aumento del precio de la gasolina
género protestas y explosión social al gobierno del ex presidente Carlos Andrés
Pérez, ante esa tentativa, ante esa amenaza, para Maduro y su cúpula era más
fácil plantearse un supuesto "atentado" que desvié la atención de los
venezolanos en el tema social y, así distraernos con lo sucedido el 4 de
agosto.
Todo indica que
ante esa realidad tan sensible que atravesamos en el país, la oposición en general
se puede reorganizar y orientar políticamente esas protestas en Venezuela, cosa
que no le conviene a Maduro. La dictadura ya inició las acusaciones
irresponsables para involucrar a los dirigentes de oposición en lo sucedido,
una muestra de ello es la detención arbitraria e ilegal del diputado Juan
Requesens, los señalamientos en contra del diputado Julio Borges y el
allanamiento de inmunidades parlamentarias a otros diputados.
A esta altura del
juego con una administración tan debilitada como la de Maduro con un
aislamiento internacional, con profundas grietas internas, con una economía
estéril, con una disminución diaria en la producción de barriles de petróleo,
hacen que Maduro y su administración se cada día más cuestionada y eso
naturalmente los obliga a ser más violentos.
En su lógica, la
violencia los sostiene en el poder y frena cualquier intento de presión social
y política, colocando al ciudadano en lo que los sociólogos definen la bóveda
del miedo, miedo de alzar nuestra voz y nuestra conciencia para evitar terminar
como cualquier persona que ha protestado en este país, es decir, injustamente
preso o en el exilio forzado.
Concluyó con esta
frase del Papa Juan Pablo II "Por mucho poder que tenga un dictador, no
tengas miedo es tan solo un hombre".
¡Sigamos avanzando
con firmeza y determinación!
Artículo escrito por Ángel Machado, concejal de Maracaibo por Voluntad Popular (@angelmachadoVE)
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