Las elecciones en este país son tan comunes como los apagones en la ciudad marabina y demás lugares. Solo falta que la ANC convoque elecciones para elegir la reina del día del mango y que “sorpresivamente” las gane el gobierno. Ambos escenarios representan agonía para los venezolanos, como todos los vividos diariamente en el país. No se respira libremente; desde hace muchos años se dejó de vivir, solo se sobrevive.
Pero bueno,
aquí estamos, año 2018 y ya la Asamblea Nacional Constituyente anunció nuevas
elecciones, esta vez, para el cargo presidencial. La Constituyente por vía
decreto adelantó los comicios para realizarlos antes del 30 de abril, por lo
que el Consejo Nacional Electoral fijó como fecha el 22 de abril. No obstante,
el 1 de marzo, el CNE postergó la fecha para efectuarse el día 20 de mayo del
presente año.
Por ello
recuerdo aquel dicho que llevo escuchándolo desde niña cuando nos enfrentamos a
situaciones que ya pasaron y nos hicieron daño: “los venezolanos tenemos
memoria corta”. Esto es, en el plano electoral específicamente, por cada
elección que ocurre en el país, tanto los políticos como los ciudadanos se
olvidan del momento difícil que estamos atravesando, como que si unas
elecciones en el contexto en el que vivimos son una solución suficiente para
rescatar al país.
Así es como
he llegado a la conclusión de que los venezolanos en su gran mayoría padecen de
una enfermedad electoral, ya que todos los gobiernos les han vendido la idea de
que con tener elecciones se garantiza la democracia, y no hay error más grande
que este dado dicho escenario. Puesto que, la democracia va mucho allá de ese
tipo de eventos, atañe que sean votaciones regidas por la norma y la pulcritud
procedimental.
Además de
ello, el vivir en democracia no es solo tener elecciones periódicamente, de
hecho el que se tengan constantemente y según los deseos de una sola parte
(teniendo a su contraparte totalmente débil) es un claro indicio de que la
democracia esta siendo vejada. Y ciertamente, no hay forma de gobierno más
complicada para implementar que el naciente en el “poder del pueblo", que
para mí no es posible tal cosa...
De tal forma
que, un gobierno democrático es aquel que respeta los derechos de los
ciudadanos, pero los obliga a cumplir con sus deberes cívicos, es aquel que
aporta las oportunidades para el desarrollo de cada persona y su país, es aquel
en el que el “pueblo” elige a sus gobernantes de forma transparente, entre
otras características. Por tanto, con que el gobierno viole el derecho a la vida,
salud, vivienda, educación, economía, etc., es motivo suficiente para buscar
las vías correctas y necesarias para salir de él.
Pero el caso
venezolano es especial, con elecciones no se sacará a este gobierno. Las
votaciones ellos solo las utilizan como medio de persuasión, distracción y
control, aunado a que les ayuda a desconcentrar y dividir al rival, y
lamentablemente, la oposición ha seguido su juego de manera perfecta. Por eso,
para que un régimen permanezca tanto en el poder necesita de una gran
oposición, y la venezolana es la mejor de toda la historia criolla. Es así
como, para librarnos de este gobierno, se tiene que salir primero de todos
estos politequeros que solo buscan el auto beneficio, y eso no pasará ni por
vía electroral, ni por vía extranjera.
Finalmente, vaticino
que las próximas elecciones serán un evento “rojo rojito", ya que ninguno
de los candidatos es viable: Maduro, claramente que no, pero será el ganador;
Henry Falcón, la misma novela con otro protagonista; y Javier Bertucci...¿en
serio? Existen cosas peligrosas, y un religioso queriendo ser figura política, sobre
todo, presidente de una nación tan importante como Venezuela.
- Artículo escrito por Dayana Cárdenas | @Tweeterologa_
Pareciera que los venezolanos nos encanta sufrir y ponernos en el plano de la lastima para que los demás hagan nuestro trabajo, somos nosotros los que tenemos que salir de estos políticos de pacotilla que tenemos, y les aseguro que no es precisamente con elecciones que saldremos de ellos. Felicitaciones por tu articulo espero que el pueblo venezolano reflexione y tome conciencia de la grave situación que tenemos.
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