Grace Mugabe, esposa y virtual
sucesora de Robert Mugabe en la presidencia de Zimbabue
Las últimas purgas que se han llevado a
cabo en Arabia Saudí contienen un matiz de mano dura contra la corrupción por
parte del príncipe heredero Mohamed Bin
Salmán y también un gran contenido de control político que se le ha
entregado por orden expresa de su padre, el viejo rey Salmán, para liderar lo que algunos analistas llaman la “modernización del reino árabe”, sin
embargo, los masivos encarcelamientos de príncipes saudíes, ministros, ex
ministros y altos funcionarios de gobierno y de diversas instituciones han
causado alarma en el mundo, a tal punto que uno de los principales socios de la
monarquía saudí, el propio Estados Unidos, pidió prudencia ante los arrestos
que se han llevado a cabo por todo el reino y que involucran a importantes
personajes que han amasado grandes fortunas gracias a la corrupción.
Pero
a miles de kilómetros de distancia, en la depauperada y golpeada África,
específicamente en Zimbabue, uno de los países más pobres del mundo y con altas
tasas de corrupción, aparte de la brutal dictadura del Robert Mugabe , las
purgas se han convertido estos años en algo normal, pero este año la
destitución por “deslealtad” del vicepresidente Emmerson Mnangagwa ha roto cualquier molde de institucionalidad en
una nación corroída por el poder indiscutible del dictador africano que es el
único dentro del poderoso partido oficial ZANU-PF
, pero que además, es controlado por su esposa y virtual sucesora en la
presidencia, Grace Mugabe, que además de ser la primera en
sugerir la destitución de Mnangagwa para quitarlo del camino a la sucesión del
poder, es muy querida por la juventud del partido y los aduladores del entorno
del viejo Mugabe.
Las
purgas tanto en Arabia Saudí como en Zimbabue evidencian tres elementos
importantes:
1.-
Los gobiernos que han controlado por
décadas el poder necesitan revitalizar su imagen ante el aumento de críticas en
sociedades que se sienten atrasadas en comparación con otros países y que
gracias a la tecnología observan como unos son más libres que otros.
2.-
Una nueva clase política y económica de
dirigentes está propugnando el poder ante las disputas y ansias de controlar
los avances y desarrollo de sus países; en el caso de Arabia Saudí el poder
económico del reino ha colocado al príncipe heredero Bin Salmán a la cabeza de
entusiastas planes y objetivos en su país como en la región, sin importarle que
deba “cortarle la cabeza” a primos y aliados históricos.
3.-
En cuanto a Zimbabue, la avanzada edad
de Robert Mugabe ha deteriorado la imagen del partido y de su gobierno y ha
acelerado las constantes peticiones prodemocráticas de jóvenes que ven su
futuro arruinado ante las disputas que se extienden y distraen a los dirigentes
de los problemas reales.
- Artículo escrito por Carlos Guerrero | @SrVenezolano
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