La situación política que vive Venezuela ha sido noticia en diversos escenarios nacionales e internacionales que han provocado una ola constante de críticas donde se involucra tanto al régimen chavista como a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), quienes se han enfrentado en las calles y hasta en las redes sociales y que ha provocado que la herida ya abierta desde el 2014 con las masivas protestas antigubernamentales se extendieran con más fuerza en el 2017 y cambiara, en parte, las reglas del juego.
Luego de que Nicolás Maduro ordenara sofocar con furia las protestas prodemocráticas que iniciaron en abril, e impusiera ilegal y fraudulentamente la Constituyente comunal, la crisis política venezolana dio un giro que a muchos les tomó por sorpresa y ocasionó fisuras dentro de la Oposición, así como un cerco más estrecho para el régimen de Maduro dentro y fuera del país. La realidad es ahora distinta en el tema político, aunque en lo social y económico cada vez es peor y doloroso por las terribles consecuencias que ha implicado en el bienestar del pueblo venezolano.
El próximo 15 de octubre se llevarán a cabo las elecciones regionales, convocadas y adelantadas a contra corriente por el Consejo Nacional Electoral (CNE) con la intención de someter las discrepancias de la Oposición a mayor división y así ocasionar un desplome de estrategia, cosa que sabiamente supo manejar la MUD al decidir participar, a pesar de las críticas en Twitter y en las calles. Ahora, con la campaña electoral atípica iniciada, la Oposición se juega algunos factores que a continuación se ampliará.
1.- Abstención de los descontentos
Uno de los factores principales que podría impactar las candidaturas de la oposición a las elecciones regionales sería la abstención que en redes sociales patrocinan individualmente personajes del ala radical de la oposición, quienes son expertos críticos de la dirigencia de la MUD y que han dicho hasta el cansancio que acudir a las elecciones es “traicionar” a los ciudadanos y “convalidar la Constituyente”, ambas cosas, por donde se observe, son meras opiniones que no tienen ni pies ni cabeza.
En primer lugar, desde el inicio de las protestas de abril e incluso mucho antes, la MUD ha insistido en la necesidad de elecciones para drenar la molestia colectiva y detener la represión chavista que causó 120 fallecidos y dejó miles de jóvenes torturados o tras las rejas. Siempre se insistía en que no podían haber más victimas por culpa de la intolerancia gubernamental. No hay tal “traición”, todo lo contrario, el escenario de resistencia civil continúa porque las elecciones para elegir gobernadores están establecidas en la Constitución de 1999, derogada por el chavismo, y participar en estos comicios sería un acto de respeto a la ley para desorientar, aún más, a las fuerzas chavistas que no deseaban la participación de la MUD.
En segundo lugar, no se convalidó la Constituyente, pues las elecciones regionales son constitucionales, se encuentran plasmadas en la ley y no participar sería un error garrafal que le saldría caro a la Oposición, así como en el 2005. Además, según diversas encuestas, la coalición antichavista podría arrasar en los venideros comicios.
2.- Espacios importantes y necesarios
En el terreno electoral, la Oposición solo controla tres gobernaciones de las 23 que conforman Venezuela, a pesar de tener en sus manos a la rebelde Asamblea Nacional es necesario que el resto de las gobernaciones que están en manos del chavismo sean recuperadas, no por capricho politiquero, sino porque a través de la victoria que la MUD podría obtener el 15-O se le demostraría al mundo que, aquellos inflados resultados del 30 de julio cuando se impuso el fraude constituyente, eran una farsa, pero además, la Oposición ganaría entre 14 y 18 gobernaciones que se convertirían de forma inmediata en trincheras contra Maduro y la cúpula corrupta que lo respalda.
Ganar las gobernaciones son un paso fundamental para derrotar a Nicolás Maduro y sacarlo de la presidencia a través del voto y con el pueblo en la calle. Se ha redibujado el tablero de estrategias y las elecciones regionales son un punto clave en la lucha para recuperar la democracia y la libertad.
3.- Fortalecer la confianza en los ciudadanos
Luego de la violenta represión y del fin temporal de las protestas, así como ha sido el cambio de estrategia por parte de los opositores, en el aire no puede quedar la recuperación de la confianza de aquella minoría que se encuentra frustrada y desencantada de la dirigencia por no lograr los objetivos, muchos infundados por el desorden organizativo de la MUD, que se plantearon al inicio de las protestas.
Toda organización política tiene la ineludible responsabilidad de someterse a la reflexión y de llegar a los lugares donde priva el descontento y, a través de la palabra, lograr convencer a todos aquellos que se encuentran distantes porque juran que sus esperanzas están perdidas. Las elecciones regionales se han convertido en una oportunidad única para que la Oposición sea más clara y honesta con la ciudadanía, para que propongan soluciones pero sean enfáticos en decir que la solución más eficaz es sacar del poder al principal obstáculo de desarrollo como lo es Nicolás Maduro.
REDACCIÓN POLÍTICA
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