La situación que vive Venezuela se agudiza cada día más y los venezolanos sienten que no hay una salida cercana a la crisis nacional que ha sido producida por alteraciones en el orden político-institucional y también gracias a la mala praxis de un sistema económico de corte marxista-stalinista que ha venido escalando los niveles de miseria y pobreza, así como la acentuación de la brecha entre ricos y pobres, además de cuatro años seguidos de recesión económica.
Diversos analistas han opinado sobre la situación venezolana y han dado su punto de vista sobre lo que podría vivir Venezuela si se aprobara, como se hizo el domingo 30 de julio con la imposición de una Constituyente fuera de ley. Andrés Oppenhaimer planteó cuatro escenarios, entre esos estaba el escenario cubano, es decir, la huida hacia adelante de Maduro con su Constituyente. Ahora bien, analizando la política venezolana y el día a día de las protestas, las decisiones y las presiones, tenemos ante nuestros ojos cuatro circunstancias que comenzarían a vivir y a ampliarse en el país sudamericano:
1.- Profundización de la crisis política y económica
1.- Profundización de la crisis política y económica
Con la Constituyente en marcha la crisis económica en Venezuela se elevará a niveles alarmantes donde incluso la propia estabilidad de los planes sociales del régimen chavista se verán pulverizados ante la falta de divisas que se agravará producto de las futuras sanciones económicas, hasta la imposibilidad de importaciones suficientes para abastecer con alimentos y medicinas a la población que vive la crisis humanitaria
La inflación en Venezuela es, actualmente, la segunda más grande del mundo y perjudica aún más la escasez crónica de alimentos, es decir que, con las leyes que implementará la Constituyente, la situación en vez de mostrar mejoría se va a lanzar al vacío. Pero además, la convulsión política que atraviesa el país y que ya cumple cuatro meses con protestas callejeras prodemocráticas, va a seguir extendiéndose a áreas de las propias Fuerzas Armadas, que, hoy por hoy, son las "joyas de la corona" de la dictadura.
2.- Aumento del autoritarismo y la represión
Ante medidas erróneas y productoras de miseria a niveles nunca antes vistos, la ciudadanía se terminará por volcar a las calles para exigir reformas y cambios urgentes en el tema económico y político. El régimen optará por mayor gasto militar y la Constituyente servirá para que Maduro apruebe medidas extraordinarias y supraconstitucionales para acabar con cualquier brote opositor.
Una de esas medidas será la ya arbitraria y bochornosa utilización de tribunales o cortes militares para juzgar a civiles que protesten en las calles o desagraden al régimen por sus opiniones y pensamientos. Ya Maduro ha adelantado que levantará la inmunidad parlamentaria a los diputados a la Asamblea Nacional y enviará directamente a las mazmorras a los disidentes que claman libertad y democracia.
3.- Aislamiento internacional: presión y sanciones económicas
América Latina, Estados Unidos, Canadá y Europa rechazan contundentemente la ilegal e ilegítima Asamblea Nacional Constituyente que fue impuesta por encima de la voluntad del pueblo venezolano. Ante esto, diversos gobiernos de la región y del mundo han expresado su voluntad de integrar un grupo de amigos para solventar la situación e impulsar el diálogo, sin embargo, Maduro desoyó estas iniciativas para buscar la paz y prefirió llevar a cabo su proyecto de pulverizar la República.
Washington y Bruselas ya han advertido de su intención de castigar con sanciones económicas individuales y colectivas al régimen chavista, pues consideran que Caracas ha faltado a la vocación democrática y ha impuesto un sistema oprobioso y criminal que tiene a millones de venezolanos comiendo de la basura y a otros cientos de miles huyendo como refugiados a Colombia, Brasil, Chile, Ecuador y otros países.
Al régimen le espera el aislamiento internacional y sanciones severas que desde ya preocupan a los venezolanos.
4.- Imposición del ala radical y división del chavismo
Desde ya las voces críticas del chavismo moderado comienzan a revelarse contra las posturas impopulares y anti-democráticas que se han venido produciendo en el seno del PSUV y que son avaladas por los rostros más radicales del partido: Diosdado Cabello y Tarek El Aissami. Maduro intentó buscar la fórmula menos dañina para suspender la Constituyente con discusiones internas, pero los más ortodoxos amenazaron con despojarlo del poder si se atrevía a retractarse.
La Constituyente no solo será la espada que atravesará el costado de la Oposición, sino que también servirá para cortarle la cabeza a los críticos internos que ven en Cabello y en El Aissami a dos hombres fuertes que no les interesa el concepto democrático y republicano, pues estos dos son los personajes más desacreditados tanto a nivel nacional como internacional por sus vínculos con el narcotráfico y el terrorismo.
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