El saber dónde estamos y hacia dónde vamos es un análisis primordial para definir el rumbo de nuestra ardua lucha
Al cumplir más de 60 días en resistencia a la dictadura debemos tener presente que solo organizados podremos hacer frente a un fascismo descomunal que hoy invade a nuestra Venezuela. El saber dónde estamos y hacia dónde vamos es un análisis primordial para definir el rumbo de nuestra ardua lucha.
¿Dónde estamos?
En estos más de 60 días en resistencia hemos despertado a un gigante dormido. El pueblo empezó a salir a la calle, a manifestar cívica y pacíficamente contra el Golpe de Estado a la Constitución al anular la Asamblea Nacional y, ahora, contra el fraude de Asamblea Constituyente que pretende cercenar todos los derechos de los venezolanos. Hoy con su actitud irreverente el ciudadano venezolano reafirma que el problema no es la Constitución, el problema es que éste régimen no la cumple. El problema, es el presidente ilegitimo: Nicolás Maduro.
Como consecuencia grave de las manifestaciones y protestas han sido asesinados más de 75 venezolanos a manos de la GNB, efectivos de “seguridad” y orden público, así como paramilitares amparados bajo el nombre de “colectivos”. La brutal y salvaje represión emprendida por estos cuerpos no solo es injustificada, sino que violenta normas y derechos humanos fundamentales. Los más de 75 venezolanos asesinados por la dictadura no son solo una cifra, son más de 75 vidas, más de 75 venezolanos, más de 75 sueños truncados por un grupo que busca de manera esquizofrénica su permanencia en el poder sin importar el costo. Más de 2 600 venezolanos han resultado heridos y se han realizado más de 1 900 detenciones arbitrarias. Estas cifras aumentan cada mañana con un nuevo informe, como si estuviéramos en guerra.
El descontento en sectores chavistas por el Golpe de Estado del TSJ y posteriormente por la Constituyente, a lo que ellos consideran como una traición al “legado de Chávez”, han producido distintos pronunciamientos de Diputados a la Asamblea Nacional, la ex Defensora del Pueblo, Magistrados del TSJ y uno de los más importantes, de la Fiscal General de la República y de Dirigentes que encabezaron el gobierno del difunto.
La fiscal, ha evidenciado que la GNB ha sido responsable de la mayoría de los asesinatos en protestas, desvirtuando las hipótesis, incluso, del Ministro Villegas. Al apartar al CICPC de la investigación de Adrián Duque y la conclusión del caso de Juan Pablo Pernalete ha acarreado que quienes hoy asumen su posición de dictadores actúen contra ella. La compra de Fiscales estadales para que se pronuncien en su contra, es una jugada que pronto usará el régimen para tratar de callar a quien se puso del lado de la Constitución.
A los militares no podemos tratarlos como nuestros enemigos, pues ellos son parte de esta lucha. Lo que sí debemos hacer es instar a los Componentes de las FANB que no se han involucrado directamente en la represión, tales como el Ejército, la Armada y la Aviación, a que tampoco se hagan cómplices de que se utilicen Colectivos Armados para sustituirlos a ellos en la represión, y reprochar si, sólo a la Guardia Nacional, que no merece llamarse “Bolivariana” pues el espíritu de lucha de nuestro libertador Simón Bolívar les ha quedado grande.
Ante éste panorama que se plantea en nuestro país debemos tener clara nuestra Hoja de Ruta, pues estos 60 días son solo el inicio de nuestra lucha en resistencia por nuestra libertad.
Una hoja de ruta que sin duda debe involucrar a todos los sectores en resistencia y un gran acuerdo entre ciudadanos, desde los partidos políticos, hasta el sector productivo, comerciantes, transportistas, universidades y estudiantes, contadores, médicos, ingenieros, abogados, psicólogos, maestros, obreros, todos, juntos como sociedad civil, trabajando por un mismo objetivo, salir de esta dictadura.
¿Hacia dónde vamos?
Debemos articular nuestras acciones en una nueva fase de lucha. Nuestras protestas y manifestaciones, deben tomar un nuevo rumbo hacia protestas con contenido, sorpresivas, que avancen y evolucionen cada día en su mensaje y su accionar. Las marchas son efectivas, sí, porque son el claro ejemplo de la fuerza de un pueblo que unido quiere cambio, pero no debe ni puede ser nuestro único recurso. La organización de cada comunidad, de cada sector que cohabita en la convulsionada sociedad venezolana es primordial. A través de asambleas sectoriales y asambleas de vecinos, debemos de organizar a cada comunidad.
Al momento de hacer una línea nacional, debemos entender que la realidad de Caracas, no es la misma realidad que se vive en los 23 estados del país. Por ejemplo, en nuestros estados y principales ciudades en resistencia, no podemos seguir publicando los puntos de llegada, solo los de salida, así disminuiremos las posibilidades de que las fuerzas de represión impidan la llegada y dispersen la marcha. Aunado a esto, debemos sumar –reitero- protestas sorpresivas, que avancen y evolucionen cada día en su mensaje y su accionar.
Las banderas de los partidos, deben ser reemplazadas por nuestro tricolor nacional, inundando las calles de nuestra Venezuela. A quienes hacemos política: es momento de la Política con P mayúscula. A nuestros jóvenes de la resistencia: nos necesitamos, con disciplina y organización. En este país, los ciudadanos están haciendo más resistencia en las redes, que en las calles. Es momento de dejar los teclados junto a la indiferencia.
Debemos fijar una estrategia como sociedad civil, para neutralizar a quienes pretenden desvirtuar nuestra lucha con acciones vandálicas y destructivas como el saqueo, la quema de bienes privados, el cobro de peaje en las barricadas, el linchamiento e incluso la persecución a quienes piensan distinto a nosotros, pues no podemos convertirnos, en lo que tanto criticamos y en lo personal, rechazo contundentemente.
Por último, bajo ninguna condición o circunstancia, podemos participar en la Asamblea Nacional Constituyente, pues nuestra sensatez y coherencia, debe imponerse por encima de un FRAUDE a la Constitución y al Estado de Derecho venezolano. No podemos avalar lo que es, el atropello a los derechos democráticos y el cercenamiento de la libertad en Venezuela. Opositor que participe y avale el fraude, deja de ser opositor para convertirse en traidor. Si es necesario, nos plantaremos frente a cada centro de votación, para que nadie entre, pero no permitiremos que un FRAUDE se imponga por encima del pueblo.
Se han robado todo, pero jamás nuestras ganas de luchar juntos por nuestra libertad. En un país donde se siente tanta angustia, pena y dolor, no se permite la indiferencia. Pronto, veremos cómo nuestro gran país emerge de este abismo. La HORA es AHORA.
Orlando Chacón | @OrlandoChacon_
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