Desde Miraflores se planea radicalizar el proceso socialista en Venezuela e instaurar un régimen unipartidista y dueño de los procesos electorales
El temor del Chavismo por perder el poder se acrecienta cada día más a pasos agigantados, así como la dolorosa y nunca antes vista crisis política, social y económica por la que atraviesa Venezuela y que ha convertido la vida de los ciudadanos en una odisea constante por encontrar alimentos, medicamentos y cualquier otro producto que en tiempo atrás era común conseguir.
Desde Miraflores, sede del Poder Ejecutivo, un grupo muy contado de asesores políticos y económicos le están recomendando a Maduro desde el pasado año acentuar su carácter totalitario y exponer a Venezuela ante el reto de enfrentar el rumbo al unipartidismo que ha llevado a países como Cuba, China, Vietnam, Siria, Nicaragua y prontamente a Rusia a un estado calamitoso en cuanto al respeto a las libertades y democracia.
Hugo Chávez ya lo había esputado en uno de sus tantos actos políticos en Caracas, cuando aseguraba incluso en sus escritos, que el modelo socialista venezolano no podía cometer los errores de la Unión Soviética y que su gran plan debía de ser la radicalización de su ideología. Sin embargo, el proceso se ha hecho lento porque nunca antes el régimen se había visto tan cerca de perder el poder y con un escaso 20% de apoyo popular. No obstante, Nicolás Maduro ha dado el primer paso de retar a los ciudadanos y de iniciar la construcción de una dictadura completa y sin contemplación alguna.
Hugo Chávez ya lo había esputado en uno de sus tantos actos políticos en Caracas, cuando aseguraba incluso en sus escritos, que el modelo socialista venezolano no podía cometer los errores de la Unión Soviética y que su gran plan debía de ser la radicalización de su ideología. Sin embargo, el proceso se ha hecho lento porque nunca antes el régimen se había visto tan cerca de perder el poder y con un escaso 20% de apoyo popular. No obstante, Nicolás Maduro ha dado el primer paso de retar a los ciudadanos y de iniciar la construcción de una dictadura completa y sin contemplación alguna.
En el Gran Polo Patriótico (GPP) -coalición de partidos de extrema izquierda que respaldan el proyecto chavista- se han destapado críticas feroces y merecidas contra el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), ya que se le acusa de utilizar mecanismos inconstitucionales al controlar el Consejo Nacional Electoral (CNE) para invalidar partidos de derecha, centro e izquierda y así consolidar el camino hacia un régimen unipartidista donde solo sea el partido de gobierno el que se presente a cualquier elección que se decida convocar en lo que va de año o en el 2018.
Tanto el Partido Comunista (PCV) como Patria Para Todos (PPT), Redes y Podemos, están alarmados porque el mismo “proyecto de país” por el cual ellos han dado todo, es el mismo proyecto que hoy los expulsa, los aleja, los aparta de cualquier tipo de participación y, ante esto, es el PSUV quien quiere hacerse con los cargos de elección popular. Juan Barreto, líder del movimiento Redes, ingenuamente ha pedido al basural del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que actúe, lo que no puede comprender Barreto es que todas las ilegalidades que su partido y el resto de las organizaciones que “hacen vida” en el GPP hoy se han vuelto contra ellos y los han reducido a ineficaces partidos que solo sirven como focas que aplauden al son que desde el régimen se les ordene y no tienen voz alguna.
Venezuela vive momentos de ruptura constitucional y partidos de la Oposición tampoco han comprendido tal situación, muchos por ignorantes, otros por conveniencia y otros porque son “muy” democráticos, lo cierto es que la realidad de nuestro país está desbordando a los partidos políticos y no sabemos a dónde nos puede arrastrar esa vaguada de descontento.
Carlos Guerrero | @SrVenezolano
Comentarios
Publicar un comentario