Ir al contenido principal

El riesgo del mesianismo


Lorenzo Mendoza, presidente de la empresa Polar, es una de las figuras que grupos de la sociedad considera como acto para ser presidente

Toda crisis crea problemas drásticos en cualquiera de las áreas de una Estado y la crisis que atraviesa Venezuela no es la excepción. El país enfrenta un delicado proceso que nos está llevando a la anarquía pero, peor aún, nos lleva a una inconsciencia civil que nos recuerda al año 1998 cuando el outsider que para entonces fue Chávez, surgió con una fuerza demoledora y un discurso “anti-sistema” que lo catapultó en el poder hasta su muerte y causando terribles daños a Venezuela.

Venezolanos de todas las áreas sociales están pensando en cómo salir de su apretada situación económica, ya no quieren a la casta política oficial ni en su defecto opositora; están buscando en la palestra pública una persona que logre aglutinar la rabia, decepción y les dé esperanzas que, hasta ahora, parecen perdidas. El venezolano está pescando en mar revuelto y no sabe qué puede tener en sus manos a un pez gordo que a la larga termine por decepcionarle.

Lorenzo Mendoza es uno de los nombres mencionados en las calles de Venezuela como posible “mesías”, lo consideran un gran administrador, que sin duda lo es, pues ha hecho de Empresas Polar una de las compañías nacionales e internacionales más importantes. Mendoza nunca ha declarado públicamente querer ser candidato presidencial y tampoco ha presentado un programa de gobierno, por ahora, siempre ha rechazado cualquier posicionamiento en las encuestas de opinión, pero aún así, muchos ciudadanos lo claman en las redes sociales. 

No soy quien para decir si Lorenzo Mendoza o Miguel Rodríguez Torres, de quien soy un ferviente crítico, son los personajes ideales para gobernar Venezuela, pero estoy absolutamente seguro que yo me opondría a cualquier surgimiento de un candidato y/o candidata que intente usar la actual crisis para llegar al poder sin antes proponer una línea de acción creíble y, lo más importante, racional. Es fundamental que el mesianismo, así como el militarismo y el chavismo, sean conceptos barridos de nuestra destruida cultura, es urgente que aquellos políticos serios reflexionen y actúen de inmediato para recuperar su confianza en la dividida sociedad venezolana y esperemos que no sea demasiado tarde, pues nuevamente, en pocos años, tendríamos otro valle de lágrimas.



Carlos Guerrero | @SrVenezolano

Comentarios

  1. Apena grandemente leer escritos como este que nos recuerdan la realidad política del mundo actual. El concepto del mesianismo, tal y como usted lo presenta en su artículo, no es una tendencia política que se limita a Venezuela. Ahora nos surge una interrogativa, ¿cómo podemos evitar o controlar con el poder de la literatura —hasta donde nos sea posible— las consecuencias de un mesianismo político ciego?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi opinión al respecto es clara. No limito el tema del mesianismo a Venezuela, primero porque no es auténtico de una nación, sino que muta cuando los poderes establecidos fallan, cuando la cultura político decae y la ciudadanía se decepciona. Saludos.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Grandes personajes de la cultura Wayuu | Francisco Jiménez

L a cultura Wayuu es rica en todos sus aspectos, desde la parte socio-antropológica hasta la socio-cultural. Es interesante ver cómo el sistema de representación de este pueblo integra una serie de deidades importantes en su  universo mítico. La figura central es Maleiwa, Dios creador de los Wayuu y fundador de la sociedad. También están Maa y Juyá, esposos asociados a la generación de la vida. Maa, la madre Tierra, se asocia a la sequía, los vientos y algunos lugares que habita. Juyá, su esposo, es la gran lluvia de esas tierras. A pesar de esta gran majestuosidad y la  importancia que juega esta etnia en la  sociedad, se ha podido ver cómo han ido perdiendo el valor cultural que poseen, pues algunos  indígenas reniegan de sus propios orígenes; olvidándose así del  sentido de pertenencia y logrando de esta forma la deculturación . Cabe destacar que, aunque muchos indígenas niegan sus costumbres, existen  grandes personajes Wayuu que han colocado el nombre de la etnia en

Rocío San Miguel y la asfixia a la sociedad civil | Carlos Guerrero Yamarte

Rocío San Miguel ha sido recluída en El Helicoide, el mayor centrode tortura de Venezuela El fin de semana pasado y los posteriores días de carnaval en Venezuela se convirtieron en horas oscuras para la familia de la activista y presidente de la organización no gubernamental Control Ciudadano, Rocío San Miguel , quien fue arbitrariamente detenida el pasado viernes 9 de febrero en el aeropuerto internacional Simón Bolívar y luego resultó ser víctima de una desaparición forzada al igual que su hija Miranda Díaz San Miguel, dos de sus ex parejas y dos de sus hermanos. Pero la detención de Rocío San Miguel se convirtió en una estruendosa alarma para la sociedad civil venezolana que vio en su desaparición una arbitrariedad más que ha consternado al país y a la comunidad internacional, que volvió a conversar sobre la crítica situación de derechos humanos que atraviesa Venezuela, pues si el régimen chavista decidió silenciar a través de la persecución a una mujer que es experta en temas relac

Es hora de oxigenarse | Carlos Guerrero Yamarte

"El PSUV necesita irremediablemente una pausa, necesita oxigenarse, les urge volver a respirar y reinventarse" El chavismo como movimiento político y social ha fracasado. Es evidente. Pero ha fracasado porque ha decepcionado a sus propias bases; fracasó porque dejó de ser una esperanza para convertirse en una tragedia nacional. Aquel proyecto que en su momento encarnó Hugo Chávez es hoy el gran anatema que pesa sobre millones de personas que vieron en él una posibilidad de superación pero que, gracias a las desviaciones propias del autoritarismo, se transformó en una desgracia que urge detener. Los últimos acontecimientos en el país han dejado en evidencia, por enésima vez, las debilidades propias del sistema gobernante. En primer lugar, el chavismo ha seguido el guión de ruptura que siempre le ha servido para dividir a la oposición democrática, pero en estos momentos parece que no les funcionará; desde el poder han buscado detonar abstención y violencia, pero esta receta no