No hay duda de que hoy vivimos en un mundo conectado en todos los sentidos, menos conectado a la realidad y a la información verdadera; no cabe ninguna objeción que cada segundo se produce algún hecho noticioso desde Hong Kong hasta La Paz; en todas las regiones del mundo está ocurriendo algo y son los medios de comunicación masivos los que nos dan a conocer tales noticias, pero como todo, los medios difusores de información no son color de rosa, pero vaya que son importantes para las sociedades hoy cuando uno está hambriento de saber qué ocurre en éste mundo tan convulso y tan conectado a las redes sociales y a todo el desarrollo tecnológico. En Venezuela es un caso muy peculiar el papel que han jugado y están jugando las grandes corporaciones de medios, especialmente los que controla el Estado y con los cuales tiene convenios (como es el caso de Russia Today, Hispan TV o el mismo teleSUR, que fue una idea central de Chávez y que su sede se encuentra en Caracas), ya que el país ha estado viviendo momentos de sumo interés para sus ciudadanos y estabilidad, como para la atención mediática de toda América y del mundo.
Los venezolanos estamos atravesando una crisis económica, política y social como nunca antes en nuestra historia republicana, y los medios difusores de información han tenido un papel importante pero también muchas veces cuestionables, puesto que los medios privados han hecho esfuerzos notables para intentar comunicar en tiempo real lo que ocurre y tratar de difundir la información al instante, salvo algunos medios que realmente permanecen callados porque sus dueños son grandes socios del régimen imperante. Venezuela, lamentablemente sufre de desinformación y omisión diaria de lo que está ocurriendo, muchas veces llegamos a enterarnos de cualquier acontecimiento por el periodismo digital que ha crecido en Internet ante la censura y la autocensura impuesta por el régimen y su aparato de represión como lo es CONATEL; la información que transmiten los medios del Estado y sus aliados son noticias que van en apoyo a un sector político oficial y en ataque al otro sector político opositor que es constantemente agredido en medios como VTV, ANTV, teleSUR, RNV, AVN, Correo del Orinoco, Correo del Lago, 4 F, Diario de Caracas y La Radio del Sur; esto causa un gran malestar en el público que no posee medios imparciales y que mucho menos están sujetos a la ley real, sino a la ley que se les impone desde Miraflores. Los periodistas están viviendo momentos de ataques, de desacreditación y humillación; los medios privados pequeños logran informar apenas de las protestas diarias, pero si se extienden, pueden ser telefoneados por el censor oficial y muchas veces sus aparatos son decomisados -robados- para que la información que trata de ser transmitida logre ser censurada. A mi parecer, los medios venezolanos atraviesan un papel de censura y presión constante, no tienen un trabajo libre y mucho menos el régimen los respeta,; aunque el propio Nicolás Maduro denuncie casi a diario que medios internacionales o nacionales le atacan; los medios que lanzan alguna crítica a la forma de gobernar son tachados de “golpistas y conspiradores”, pero cuando los medios del Estado atacan a opositores, son calificados de “Patriotas y revolucionarios”. En el mundo se conoce que durante toda la historia de la humanidad, los estados de orientación comunista odian a muerte al periodismo, a la libertad de expresión y a la libre información; es por eso que persiguen y cierran medios las veces que les dé la gana y no permiten que los periodistas tengan acceso a la información oficial. Somos los ciudadanos los que podemos y tenemos el deber de defender la información real y exigirle al régimen y a los medios que transmitan información veraz y oportuna, no informaciones que se arrodillen a los intereses partidistas de ningún actor político. Es un reto que tenemos los estudiantes de Comunicación Social de cualquier universidad venezolana y del mundo, luchar porque la información no sea maquillada, no sea manipulada y la audiencia, esa gente que ve, lee y escucha, tenga en sus manos y en sus argumentos noticias que no vayan contra ellos, sino que les muestre la realidad tal como es; es un reto que se puede asumir y lograr, es posible cuando hay compromiso de cambiar éste triste papel de los medios, tanto privados como públicos, es necesario volver a encaminar al periodismo real, al periodismo de vocación y no de interés.
Carlos Guerrero / @SrVenezolano.
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