La mañana de este pasado 16 de diciembre nos sorprendió la muerte de la gran Marlene Nava, periodista, escritora, historiadora, gestora cultural, pero sobre todas las cosas una amante de Maracaibo, una firme y decidida defensora de lo que significa la ciudad para el Zulia pero también para todo el país.
Marlene falleció justo un día antes de que en el Teatro Baralt se celebrara un homenaje en su honor, cuando recientemente arribó a los 80 años, muchos de los cuales los terminó viviendo en su casa-museo diagonal a la simbólica iglesia de Santa Lucía, en la parroquia homónima.
En el curriculum de Marlene, destaca su función como secretaria de Cultura del Zulia (1985), directora regional del para entonces Ministerio de Información y Turismo y su ingreso como miembro de número de la Academia de Historia del Estado Zulia y presidente de la Casa Gunther Museo.
Además de sus destacadas funciones, Marlene Nava plasmó un trabajo de alto nivel en la desaparecida prensa escrita, especialmente en los medios como Crítica, El Nacional de Occidente, La Columna y El Zuliano.
En una entrevista con Juan Pablo Guanipa, líder opositor encarcelado por el régimen chavista, la cultora decía que sufría por dos problemas medulares que golpean a Maracaibo: la desaparición funcional del puerto de la ciudad y la crisis eléctrica.
Hoy, cuando Marlene ha cambiado de paisaje, la recordamos con especial cariño y con la visión de seguir sembrando las semillas culturales que ella jamás dejó de regar.
Se marchó sin ver solucionados problemas tan sensibles para los maracaiberos, que sentimos profundamente el desdén con el que tratan a la región y a sus ciudadanos. Paz a su alma .
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