Una vez más, Latinoamérica es testigo del asesinato de un político. Estos actos violentos suelen ocurrir cuando dicho líder realiza una gestión incómoda para un tercero o encabeza una campaña con consignas que desafían a figuras de poder en el ámbito político, empresarial o social.
El pasado 1 de noviembre, el presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, fue asesinado. Su muerte se atribuye a su frontal lucha contra la inseguridad que asolaba su municipio. Apodado el "Bukele mexicano", Manzo era un político enfocado al 100% en batallar contra el crimen organizado. En 2024, había ganado su ayuntamiento como candidato independiente, tras haber sido diputado en el Congreso de la Unión con MORENA (2021–2024).
El Legado de la Crítica y la Convicción
La trágica muerte de Carlos Manzo evoca la pérdida de otros líderes de convicciones claras, como el excandidato presidencial Luis Donaldo Colosio. Colosio, en 1994, criticó públicamente el modelo de poder del PRI, declarando: “Yo veo un México con hambre y con sed de justicia”.
Manzo dio el paso que Colosio no dio al abandonar las filas del partido en el gobierno para expresarse libremente como político independiente. Su pasado en MORENA no impidió que se convirtiera en un férreo crítico de la gestión morenista del gobernador de Michoacán y de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, siendo la seguridad el principal motor de sus críticas.
La muerte de Manzo, al igual que el asesinato del precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay (mencionado en otro contexto trágico), demuestra que estar en campaña o en el gobierno no garantiza la seguridad. Hombres de gran convicción y liderazgo caen sin ver cumplido su objetivo de paz. La tibia respuesta de la mandataria nacional ante este nuevo magnicidio refleja un guion conocido, donde el poder ejecutivo parece minimizar la pérdida de un rival político.
Nadie quiere ver ese cuerpo ensangrentado pidiendo una razón de su abandono en tan trágica historia. El rojo de la sangre que poco a poco se hace más con el pasar de los minutos. Los gritos del inocente pidiendo un milagro, las lágrimas de los niños que solo se convierten en estadísticas y números. Somos testigos de un país que se perdió, donde el pueblo perdió su cantar. Sabes que todo está perdido cuando los padres entierran a sus hijos en una guerra indolora.
El Movimiento del Sombrero: La Venganza Pacífica Uruapan
La capital mundial del aguacate en Michoacán, llora la muerte de uno de sus hijos más queridos, pero las balas no han sido suficientes para destruir un sueño.
Tras el asesinato, se instauró en Uruapan un movimiento inseparable del sombrero de paja estilo vaquero que Carlos Manzo solía usar: “El Movimiento del Sombrero”. Este movimiento es ahora encabezado por la viuda de Manzo, Grecia Quiroz, y busca aglutinar a los simpatizantes de la causa en un nuevo partido político para mantener vivo el legado del nuevo mártir de Uruapan. Medios nacionales ya aseguran que Grecia Quiroz encabezará la candidatura a la gubernatura michoacana por este movimiento.
Tres días después de la tragedia, el 4 de noviembre, la senadora panista Lilly Téllez protagonizó un acalorado enfrentamiento con el senador morenista Gerardo Fernández Noroña en el Congreso, gritándole "imbécil y cobarde" por el asesinato de Manzo. Este show en el legislativo se produjo casi a la par de las declaraciones de la presidenta mexicana, que fueron percibidas como una minimización de lo sucedido. Este mes de noviembre ha sido un periodo de intensa movilización, con ciudadanos saliendo a la calle, incluyendo manifestaciones el 2, 3, 7, y 15 de noviembre, con la Generación Z y la sociedad civil exigiendo, entre otras cosas, la destitución de la presidenta Sheinbaum.
Ver a Grecia Quiroz asumir las riendas de su municipio como alcaldesa de Uruapan se asemeja a la acción de otros familiares que han tomado el testigo político, como la candidatura presidencial asumida por el señor Uribe Londoño tras la muerte de su hijo.
El ambiente durante la toma de protesta de Grecia Quiroz tuvo un aire de venganza pacífica en contra de quienes, con un arma de fuego, se llevaron la vida de su esposo. Es una llamada a demostrar con hechos que la gestión del sombrero no murió el primero de noviembre. Carlos Manzo es otro inmortal en la larga lista de inocentes muertos por la justicia.
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