La niebla opaca la vista; el paisaje solo es blanco, las montañas no se ven pero el pueblo ya sabe cuando llega el alba.
Aunque mi espíritu se entristezca, le digo que no se arrodille, que siga vivo y llameante, que la gesta ya casi se completa.
No te arrodilles, espíritu, que el soldado y el verdugo no se merecen tu pena, no te arrodilles espíritu, que tu fuerza es la mía.
Aunque el alba no se vea, no te arrodilles, espíritu, porque la niebla ya se disipa.
No te arrodilles, espíritu, sigue firme y combatiendo por la causa de la Libertad.
Liova
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