El que todo ya lo perdió, no pierde nada
“Miguel Papá”. Así han comenzado a llamarlo los medios de comunicación desde que los focos de la relevancia política se posaron sobre él. La desgracia y la tragedia parecen perseguir a Miguel Uribe Londoño. Periodista, abogado y economista, estuvo casado durante 11 años con Diana Turbay y fue padre de Miguel Uribe Turbay por 39 años. Yerno del expresidente Julio César Turbay.
Es un hombre que lo ha perdido todo a causa de la violencia que ha azotado al país. Quien lo ha perdido todo, no tiene nada que perder al participar en las elecciones internas del partido Centro Democrático, agrupación de la cual es miembro fundador.
La carrera pública de Miguel Uribe Londoño comenzó como secretario económico de la Presidencia durante el gobierno de Julio César Turbay Ayala. Fue elegido Senador de la República (1990-1991) por el Partido Conservador, aunque su paso por el Senado fue corto, no por incumplimiento, sino por los cambios introducidos por la Constitución de 1991, que transformó la estructura legislativa del país. En el sector gremial y empresarial, ocupó cargos destacados como director de Proantioquia (1982-1984) y presidente de la Federación Nacional de Cacaoteros (1989-1997). En su faceta política, en 2013 participó en la creación del Centro Democrático, asumiendo su dirección en Bogotá en 2015. Actualmente, asume el legado político de su hijo, Miguel Uribe Turbay, siendo proclamado precandidato presidencial del Centro Democrático en agosto de 2025.
Diana y Miguel: Una Constante Trágica. La tristeza de la pérdida ha sido una constante en dos momentos de su vida. La primera fue el asesinato de su esposa, Diana Turbay Quintero. Diana, aunque abogada, desarrolló una importante carrera como periodista, una profesión que la llevó a la muerte en su búsqueda de la verdad.
El Cartel de Medellín y el grupo de Los Extraditables, liderado por Pablo Escobar, la secuestraron. El objetivo de los secuestradores era la derogación de la extradición. Turbay había sido citada supuestamente para entrevistar a alias 'El Cura Pérez', líder del Ejército de Liberación Nacional (ELN), buscando acercamientos de diálogo con el gobierno del entonces presidente César Gaviria. Diana falleció alcanzada por una bala en un fallido intento de rescate en el Hospital General de Medellín, en enero de 1991.
2025 sería el año previo a los comicios presidenciales, un momento crucial para la derecha que buscaba perfilar a un candidato capaz de aglutinar a la ciudadanía. Miguel Uribe Turbay se orientaba en esa dirección. A sus 39 años, como Senador de la República, portaba banderas claves para llegar a la presidencia, pues conocía ese sentimiento nacional de que la violencia te cobre a un ser querido.
El 7 de julio, en un mitin político en Bogotá, recibió tres disparos, dos de ellos impactando su cabeza. Falleció el 11 de agosto. La violencia sociopolítica se cobraba la vida de otro líder encaminado a la Casa de Nariño. Uribe Turbay se sumaba así a la trágica lista de Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo Ossa y Carlos Pizarro Leongómez.
La dignificación del sacrificio: El decir que la precandidatura del señor Uribe Londoño tiene un cálculo político es escupir en la memoria de su esposa e hijo. Sería como decir que sus muertes, motores claros del ahora deseo de ser presidente, fueron en vano; que la planificación y organización política son más importantes que la vida de sus dos personas más importantes.
Creo que a Miguel Uribe Londoño no le quedará mucho tiempo de vida, pero estoy seguro de que antes de reencontrarse con Diana y Miguel (hijo), les dará la noticia de que no se rindió, buscando dignificar sus sacrificios. El que todo ya lo perdió, no pierde nada.
➨ Artículo escrito por José Reguillo, estudiante de Derecho en la Universidad Rafael Urdaneta (URU) de Maracaibo
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