Es admirable ver la incursión en la política de Alejandra Omaña, periodista y exactriz de cine para adultos de 33 años, conocida por su nombre artístico "Amaranta Hank". Su candidatura al Senado representa el choque más grande en Colombia contra los conceptos conservadores y el estigma social.
Oriunda de Cúcuta, Norte de Santander, Omaña inicialmente se desempeñó como periodista deportiva, ganando visibilidad por su apoyo al equipo de fútbol de su ciudad natal. Su salto a la fama, sin embargo, se dio con su carrera en el entretenimiento para adultos bajo el seudónimo de "Amaranta Hank". Esta decisión generó alta exposición mediática y debates, pero más allá de su trabajo, demostró su pasión por la escritura, publicando su libro Relatos de Frontera, y se desempeñó como gestora cultural, siendo parte del primer sindicato de trabajadoras sexuales en todas sus modalidades. 
Su activismo la llevó a ser contratada como asesora de comunicaciones en el Ministerio de la Igualdad y Equidad durante la administración de Gustavo Petro, una experiencia que resumió con sarcasmo: “Dicen que uno se acostó con alguien” al referirse al escrutinio y los rumores generados por su paso por el Gobierno. 
Amaranta Hank ha utilizado su alta relevancia para visibilizar temas relacionados con la sexualidad, la industria pornográfica, la libertad de expresión y, más recientemente, los derechos de los trabajadores sexuales. Es conocida por tener una postura crítica sobre varios temas sociales y su objetivo es llevar a los colombianos a una sociedad sin tantos mitos ni tabúes sobre la sexualidad. 
Su eslogan de campaña, que ha compartido ampliamente en redes sociales, es una declaración directa de su estrategia: “Nos gusta arriba, no abajo” "Sí, el #101 está abajo en el tarjetón. Pero tu voto lo pone ARRIBA en el Congreso. Marca #101 al Senado Alejandra Omaña – Pacto Histórico".
El tema principal de su candidatura es la necesidad de una ley que regule y dignifique el trabajo sexual en Colombia. Como exactriz porno, busca que sea reconocido como un trabajo formal con derechos laborales, seguridad social y protección. Además, promueve una educación sexual más abierta, integral y sin tabúes, y aboga por mejores políticas de salud mental y la defensa de los derechos humanos en general. 
Sus propuestas centrales para el trabajo sexual incluyen: 
• Formalización del Trabajo: Reconocer legalmente a las trabajadoras (especialmente en la industria webcam o actrices independientes) para que accedan a derechos básicos. 
• Seguridad Social: Garantizar la afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud (EPS) y al Sistema de Pensiones (AFP). 
• Riesgos Laborales (ARL): El reconocimiento legal permitiría a las trabajadoras acceder a la Administradora de Riesgos Laborales para cubrir accidentes o enfermedades derivadas de su actividad. 
• Contratos Dignos: Establecer contratos que incluyan prestaciones sociales y que prohíban cláusulas abusivas, como las de exclusividad. Protección de Derechos y Cese del Estigma La candidatura de Omaña busca enfrentar la vulnerabilidad de esta población: 
• Protección contra la Violencia y el Abuso: La falta de regulación y el estigma social las hacen objeto de discriminación, acoso y revictimización, incluso por parte de autoridades. La ley debe garantizar la no discriminación. 
• Diferenciación de Delitos: Una ley clara ayuda a diferenciar entre el trabajo sexual autónomo y consentido (la profesión que se busca regular) y la trata de personas o explotación sexual, que son delitos graves. 
• Derechos de Privacidad y Propiedad Intelectual: En la industria de contenido para adultos, se lucha por el Derecho al Olvido (controlar el uso y difusión de su material al retirarse) y por la Propiedad del Contenido, garantizando que las modelos tengan derechos claros y justos sobre el material que producen.
• Derechos de Privacidad y Propiedad Intelectual: En la industria de contenido para adultos, se lucha por el Derecho al Olvido (controlar el uso y difusión de su material al retirarse) y por la Propiedad del Contenido, garantizando que las modelos tengan derechos claros y justos sobre el material que producen.
La necesidad de una nueva voz: La política no se trata de perpetuar estigmas, sino de respetar oficios y reconocer derechos.
No se trata de hacer promesas vacías, sino de legislar sabiendo que existe un sector de la sociedad que necesita el cambio. No se trata de mirar hacia otro lado fingiendo ceguera, sino de dar voz a quienes siempre fueron silenciadas. Esa voz sube al Congreso con más fuerza y sin miedo. 
Algunos ven su candidatura como un paso positivo para dar voz a sectores marginados y para llevar al Congreso un debate honesto y necesario sobre el trabajo sexual. La controversia es inevitable, como lo demuestran los comentarios: “¡Excelente! Por una representación digna de una de las poblaciones más explotadas y más vulneradas” frente a “Dios mío, el descaro de esta gente no tiene límites” y “No más decadencia para nuestra sociedad”. Pero lo cierto es que la exactriz porno está obligando a Colombia a enfrentar sus tabúes.
➨ Artículo escrito por José Reguillo, estudiante de Derecho en la Universidad Rafael Urdaneta (URU) de Maracaibo
No, no está “enfrentando tabúes”, está ignorando la raíz estructural del problema. No al 101, no a Alejandra Omaña.
ResponderEliminarJamás votaría por alguien como ella!! He visto todos sus podcast, y de verdad yo era prostituta, al principio pensé que alguien podría ver el problema tan grande que hay detrás. Y no, solo llama a los proxenetas de empresarios.
ResponderEliminarEsto no es más que la degradación absoluta de la política. Deberíamos tener gente capaz y preparada. No caras bonitas y mucho menos propuestas que no atacan los verdaderos problema de la sociedad.
ResponderEliminarHabla de "derechos laborales" , pero en un
ResponderEliminarsistema capitalista, esos "derechos"
enmarcan el cuerpo como una herramienta de trabajo regulada. No cuestiona por qué esas mujeres están ahí, sino que institucionaliza su situación.