El 4 de marzo de 1929 nació el que se convertiría en el partido político más grande de México. Fundado como Partido Nacional Revolucionario (PNR) por Plutarco Elías Calles, este movimiento, que se haría eterno bajo las siglas del PRI (Partido Revolucionario Institucional), forjó una hegemonía presidencial de al menos 70 años.
Pero, como Goliat, todo gigante termina cayendo. El exceso de confianza —ese grito de que "El PRI no pierde con nadie"— y su propio peso político jugaron en su contra. De ese final precisamente trata la serie documental de la periodista Denise Maerker, PRI: Crónicas del Fin, que narra la historia junto a los protagonistas de los hechos más relevantes de la política mexicana.
La serie de Denise va de la mano con la polémica canción "No Olvidamos" de la banda de rock mexicana Molotov. Ambas obras documentan hechos históricos que van desde las presidencias de Luis Echeverría Álvarez hasta la gestión de López Obrador. Durante décadas, el PRI fue sinónimo del fenómeno del "dedazo", donde el presidente saliente elegía a su sucesor, una práctica vivida por mandatarios como José López Portillo, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari.
Con Salinas ocurrió un punto de inflexión. El hombre elegido por mérito y por el "dedo" presidencial fue Luis Donaldo Colosio. Sin embargo, Colosio se encontraba en una clara disputa por la silla presidencial con su compañero de partido, Manuel Camacho Solís. Tras el magnicidio de Tijuana, Salinas decidió "mirar hacia atrás o mirar hacia el futuro", eligiendo finalmente al tecnócrata Ernesto Zedillo Ponce de León, el mismo que impulsaría las reformas electorales más relevantes de la era priista, poniendo fin a la tiranía del partido tricolor.
Luis Donaldo Colosio se había convertido en el grito de libertad que toda una generación ansiaba escuchar. Se plantaba no solo como un tecnócrata, sino como un político con corazón y convicciones firmes. Así lo demostró en su discurso de 1994, en el Monumento a la Revolución, donde declaró: "Yo veo un México con hambre y sed de justicia, veo ciudadanos angustiados por la falta de seguridad, ciudadanos que merecen mejores servicios y gobiernos que les cumplan". Inspirado en el "I Have a Dream" de Martin Luther King, Colosio quiso romper las viejas líneas de su partido, sabiendo el riesgo que ello conllevaba. Lomas Taurinas fue el lugar donde los sueños de un verdadero cambio murieron con él.
La Transición y el Fantasma del Fraude, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa fueron los gestores de la transición democrática e institucional, entregándole 12 años de gobierno al PAN. Esta administración azul estuvo marcada por la polémica, en especial por el supuesto fraude electoral de 2006, una disputa entre el líder del PRD, Andrés Manuel López Obrador, y Felipe Calderón.
Ese no sería el primer grito de fraude en la historia mexicana. El PRD ya había sentido el robo en 1988 con la caída del sistema que dio la victoria a Salinas de Gortari sobre Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Enrique Peña Nieto se encargó de presidir los Estados Unidos Mexicanos en un breve regreso del PRI, una gestión que, como todas las anteriores, estuvo llena de polémicas, entre ellas el arresto de la "Maestra" Elba Esther Gordillo.
MORENA: El PRI se Disfraza de Nuevo, La frase de la cultura popular que mejor refleja el presente es: "El que no conoce su historia, está condenado a repetirla". Esto es relevante hoy, porque el dinosaurio político tricolor se ha unificado en un nuevo movimiento: MORENA, fundado por el expresidente AMLO y que ha llevado a Claudia Sheinbaum a ser la primera presidenta de México.
El linaje es innegable: el PRD fue una división del PRI, y MORENA, a su vez, una división del PRD. Más allá del origen común, muchos de los dirigentes del movimiento "vinotinto" tienen sus raíces políticas en el PRI, incluyendo al mismo AMLO. Todas estas historias, mentiras y polémicas fueron reveladas en la serie documental, cuyo objetivo es escarbar la historia del país.
Por ejemplo, el homicidio de Colosio, donde algunos de sus protagonistas creen que comenzó la debacle del partido.
En el contexto actual, el PRI se encuentra viviendo su peor momento histórico, obligado a hacer coalición con el PAN y el PRD, sus máximos contrincantes durante más de 30 años. La candidata de esta coalición, Xóchitl Gálvez, no logró superar a la exjefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo.
Hoy, definitivamente, el nuevo PRI tiene un nombre claro y legible. Como diría Diego Fernández de Cevallos: "El PRI es inmortal, hoy está más fuerte que nunca, solo que se quitaron la chaquetita tricolor y se colocaron la moradita".
➨ Artículo escrito por José Reguillo, estudiante de Derecho en la Universidad Rafael Urdaneta (URU) de Maracaibo
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