Ir al contenido principal

Alegorías deportivas | Joel Morales

 

 La mayoría de nuestros líderes y partidos políticos están enfocados en que otros nos hagan el favor


El deporte y la política están más ligados de lo que cualquiera podría pensar. Quizás sea porque ambas están determinadas por la acción humana y como el hombre es tan predecible en su actuar, es de suponer que sus actividades, de alguna u otra manera, se parezcan.

Hemos visto una y otra vez como el deporte ha sido escenario para la política, cuando selecciones de fútbol saltaron al campo con brazaletes en rechazo a la invasión rusa en Ucrania o recientemente cuando activistas propalestinos impidieron el paso de la delegación israelí en La Vuelta de España

Pero muchas veces lo que ocurre en el deporte puede servir de aprendizaje para la política.

Los venezolanos nos acabamos de llevar una decepción deportiva enorme, parecía que finalmente nuestra selección de fútbol tendría oportunidad de ir al mundial. Los escenarios eran variados: si hacíamos el el trabajo futbolistico y ganábamos ante Colombia clasificabamos al repechaje; en caso de perder, nuestro futuro dependía de un tercero, de Brasil y que pudiese imponerse ante Bolivia. Depender de otros era el escenario menos favorecedor, después de todo y como en todo, lo ideal es cumplir con el deber y asegurarse uno mismo su destino. 

Ante la posibilidad de derrota, los venezolanos hicimos cálculos y comenzamos a abrazar la hipótesis de que Brasil "nos echara la mano", lo cual al final no pasó, Bolivia ganó ante la pentacampeona y el destino vinotinto estaba sellado. 

Los venezolanos podríamos llevarnos otra decepción de este tipo pero en la política. Que la mayoría del país desea un cambio político no se duda, pero nos hemos desmovilizados a un punto crítico. La mayoría de nuestros líderes y partidos políticos están enfocados en que otros nos hagan el favor, mientras nuestra sociedad continua aletargada esperando algo, sin saber realmente que esperar. 

¿Que nos queda? Continuar intentando, movilizarnos, mantenernos activos, seguir alzando la voz por nuestros derechos, ser una sociedad activa. En esencia, cumplir con nuestro deber para evitar las decepciones.

➨ Artículo escrito por Joel Morales, periodista y activista político

Comentarios

Entradas populares de este blog

La primera ciudad de Venezuela | José Antonio Robles

  El verdadero éxito de una ciudad se mide por la calidad de vida de sus habitantes El afán de muchos alcaldes en Venezuela de transformar su ciudad en " la primera de Venezuela " en un solo mandato es una aspiración admirable. Sin embargo, en la compleja realidad del país, este objetivo es prácticamente inalcanzable en tan solo cuatro años. La idea de que el progreso se mide en fachadas pintadas y metros de asfalto es un espejismo que, aunque genera aplausos, distrae del verdadero trabajo. El ornato no hace una ciudad; el verdadero desarrollo se construye sobre cimientos sólidos y una visión a largo plazo, sobre estructuras que, aunque invisibles a simple vista, son las que sostienen una comunidad.  La verdadera transformación no reside en embellecer, sino en fortalecer las bases. Esto implica la planificación estratégica a largo plazo, la transparencia en la gestión de recursos y la formación de equipos de trabajo competentes que trasciendan los cambios de gobierno. Los líd...

La caída de Al Assad | Carlos Guerrero Yamarte

  Siria es un país que respira aires de libertad y esperanzas, pero no todo está hecho Justo cuando todo parecía seguir su curso, cuando la normalización de las relaciones con los países de la región estaba encaminada, el régimen colapsó en tan solo 12 días. Bashar al Assad jamás pensó que el fin de la dictadura familiar, que la inició su padre Hafez al Assad en 1971, estaba tan cerca. Y es que nadie en Siria pensó que la ofensiva militar rebelde, que arrancó el 27 de noviembre después de varios años de cierto apaciaguamiento, terminaría por derrocar al régimen de Al Assad el pasado 8 de diciembre, cuando “ el carnicero de Siria ” huyó a través de los túneles del Palacio Presidencial para subirse en un avión en el Aeropuerto Internacional de Damasco que lo trasladó hasta Moscú, la capital de uno de sus principales aliados. Aunque Bashar al Assad no era el favorito de su padre para convertirse en su sucesor, la terquedad de la historia así lo condujo después de la repentina muert...

El silencio que nos condena | Joel Morales

 Seguimos siendo mayoría quienes deseamos un cambio en el poder político de Venezuela, pero no todos estamos dispuestos a actuar Quienes decidimos salir a participar el pasado 25 de mayo en las elecciones regionales y parlamentarias, siempre supimos que había dos grandes rivales frente a nosotros: el ventajismo natural del chavismo y el abstencionismo. Sin embargo, emprendimos una campaña firme defendiendo el voto como método de resistencia y convencidos de que podíamos lograr niveles de participación altos que nos permitieran ganar gobernaciones y curules en la Asamblea Nacional.  Cuando se cerraron los centros de votación el domingo por la tarde ya todo el país sabía que el triunfo era para el ala abstencionista. Hay encuestadoras que afirman que la participación fue del 13,59%, analistas que afirman que rondaría el 25%. Sea cual fuese el numero correcto, la realidad es clara: Seguimos siendo mayoría quienes deseamos un cambio en el poder político de Venezuela, pero no todos...