Ir al contenido principal

Acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán: ¿cuáles son sus puntos más importantes?

 

La participación de Estados Unidos le concede 99 años de derechos exclusivos para el desarrollo en la zona

El pasado 8 de agosto, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, sellaron en la Casa Blanca un histórico acuerdo de paz promovido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien a la larga será uno de los más grandes beneficiados de este importante paso que pondrá fin a cuatro décadas de conflicto armado en una zona de especial interés geopolítico a pesar de las disputas territoriales, como es el caso de Nagorno Karabaj.

La firma del acuerdo ha permitido que Washington levante las restricciones impuestas contra Azerbaiyán en 1992 sobre cooperación militar, un asunto de especial importancia para Bakú y que en distintas oportunidades fue manifestado por el presidente Aliyev, así como que Armenia restablezca sus relaciones diplomáticas con Pakistán, que históricamente respaldó al gobierno azerí en el conflicto.

Desde la Unión Europea (UE) celebraron este acuerdo resaltando que la “plena normalización” de las relaciones entre Ereván y Bakú permitiría invertir con el fin de mejorar, por ejemplo, la conectividad en el Cáucaso, de hecho, el primer ministro armenio aventuró ya en decir que el acuerdo de paz, firmado sin la participación de Rusia, permite que Moscú invierta en la restauración del ferrocarril Ijevan-Hrazdan, así como en la infraestructura del ferrocarril Ijvan-Kazajistán.

Es fundamental destacar que este pacto de paz incluye el compromiso mutuo para desbloquear las rutas de comunicación y plantea el establecimiento de una suerte de corredor a través del exclave azerí de Najicheván, denominado así en virtud del acuerdo Ruta de Trump para la Paz y la Prosperidad Internacional (TRIPP), pero conocido como el corredor de Zangezur.

Rusia e Irán son los menos beneficiados por este acuerdo de paz

Al igual que la Unión Europea, la Organización de Naciones Unidas (ONU) acogió con satisfacción este acuerdo, calificándolo como un “hito importante” en la normalización de las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán.

Pero en concreto, ¿cuáles son los puntos más importantes de este acuerdo?

1. Reconocimiento y respeto a la soberanía, la integridad territorial, la inviolabilidad de las fronteras internacionales y la independencia política de ambos países.

2. Abstenerse de intervenir en los asuntos internos entre ambos, no desplegar fuerzas de terceros a lo largo de sus fronteras comunes y no permitir que ninguna tercera parte utilice sus respectivos territorios para el uso de la fuerza contra otro.

3. Abordar los casos de personas desaparecidas y desapariciones forzadas durante el conflicto armado.


Así las cosas, tanto Rusia como Irán son los menos beneficiados con este acuerdo de paz, pues ya han pedido al gobierno estadounidense que no busque desestabilizar la zona del Cáucaso Sur, justo cuando la participación de Washington en alcanzar este acuerdo le otorga “derechos exclusivos para el desarrollo” de esta ruta de 45 kilómetros mediante la región armenia de Syunik, que enlazará además con Turquía, y permitirá a Estados Unidos gozar de estos derechos por 99 años.

➨ Artículo escrito por Carlos Guerrero Yamarte (@CarlosGuerreroY), director de la plataforma informativa Globopais (@globopais)

Comentarios

Entradas populares de este blog

La primera ciudad de Venezuela | José Antonio Robles

  El verdadero éxito de una ciudad se mide por la calidad de vida de sus habitantes El afán de muchos alcaldes en Venezuela de transformar su ciudad en " la primera de Venezuela " en un solo mandato es una aspiración admirable. Sin embargo, en la compleja realidad del país, este objetivo es prácticamente inalcanzable en tan solo cuatro años. La idea de que el progreso se mide en fachadas pintadas y metros de asfalto es un espejismo que, aunque genera aplausos, distrae del verdadero trabajo. El ornato no hace una ciudad; el verdadero desarrollo se construye sobre cimientos sólidos y una visión a largo plazo, sobre estructuras que, aunque invisibles a simple vista, son las que sostienen una comunidad.  La verdadera transformación no reside en embellecer, sino en fortalecer las bases. Esto implica la planificación estratégica a largo plazo, la transparencia en la gestión de recursos y la formación de equipos de trabajo competentes que trasciendan los cambios de gobierno. Los líd...

La caída de Al Assad | Carlos Guerrero Yamarte

  Siria es un país que respira aires de libertad y esperanzas, pero no todo está hecho Justo cuando todo parecía seguir su curso, cuando la normalización de las relaciones con los países de la región estaba encaminada, el régimen colapsó en tan solo 12 días. Bashar al Assad jamás pensó que el fin de la dictadura familiar, que la inició su padre Hafez al Assad en 1971, estaba tan cerca. Y es que nadie en Siria pensó que la ofensiva militar rebelde, que arrancó el 27 de noviembre después de varios años de cierto apaciaguamiento, terminaría por derrocar al régimen de Al Assad el pasado 8 de diciembre, cuando “ el carnicero de Siria ” huyó a través de los túneles del Palacio Presidencial para subirse en un avión en el Aeropuerto Internacional de Damasco que lo trasladó hasta Moscú, la capital de uno de sus principales aliados. Aunque Bashar al Assad no era el favorito de su padre para convertirse en su sucesor, la terquedad de la historia así lo condujo después de la repentina muert...

El silencio que nos condena | Joel Morales

 Seguimos siendo mayoría quienes deseamos un cambio en el poder político de Venezuela, pero no todos estamos dispuestos a actuar Quienes decidimos salir a participar el pasado 25 de mayo en las elecciones regionales y parlamentarias, siempre supimos que había dos grandes rivales frente a nosotros: el ventajismo natural del chavismo y el abstencionismo. Sin embargo, emprendimos una campaña firme defendiendo el voto como método de resistencia y convencidos de que podíamos lograr niveles de participación altos que nos permitieran ganar gobernaciones y curules en la Asamblea Nacional.  Cuando se cerraron los centros de votación el domingo por la tarde ya todo el país sabía que el triunfo era para el ala abstencionista. Hay encuestadoras que afirman que la participación fue del 13,59%, analistas que afirman que rondaría el 25%. Sea cual fuese el numero correcto, la realidad es clara: Seguimos siendo mayoría quienes deseamos un cambio en el poder político de Venezuela, pero no todos...