Cuarentena | Alberto Velásquez

"La caja negra del régimen no nos permite conocer a ciencia cierta el alcance de la pandemia en el país, cualquier opinión de la ciudadanía es válida pero sin tener las cifras exactas no podemos aventurarnos a fijar posición"


En el ámbito medico se define como cuarentena el aislamiento preventivoal que se somete durante un período de tiempo por razones sanitarias a personas o animales para limitar o evitar el riesgo de contagio de una enfermedad. Por lo general se aplica a personas de mayor edad o que presentan síntomas.

En Venezuela este período es visto por la mayoría de la población como una excusa de la dictadura para mantenernos en nuestras casas debido a la falta de gasolina. Si tomamos como ejemplo las experiencias y las cifras de otros países en la lucha contra el COVID-19 y la cifra de contagios presentada por el régimen se afianza esta creencia, de que la necesidad de mantenernos aislados es debido a factores distintos al virus chino

Dando como ciertas las cifras presentadas por el régimen no tendría mucho sentido mantener a la población en aislamiento total y se podría flexibilizar la cuarentena teniendo como premisa la prevención (uso de tapabocas, distanciamiento de 1.5 a 2 metros de otras personas en la calle y lavado de manos por 20 segundos constantemente). Pero, ¿son ciertas las cifras dadas por el régimen? o por el contrario, ¿existe algún sub-registro? el cual no es revelado a la población

Parte de estas dudas son planteadas en un excelente documento presentado por la Academia de Ciencias Físicas Matemáticas y Naturales hace pocos días, en donde se hace una comparación de los test realizados a la población en Venezuela y a países vecinos en los cuales se han invertido enormes esfuerzos en diagnosticar al mayor número de ciudadanos a través de pruebas de PCR-RT, que son las de mayor precisión en la identificación de personas infectadas. A la fecha de este reporte, Venezuela ha mostrado una cobertura diagnóstica por habitante basada en PCR-RT más de cinco veces menor que la de por ejemplo Colombia (128 pruebas por cada 100 mil habitantes), Ecuador (189 pruebas por cada 100 mil habitantes) y Perú (472 pruebas por cada 100 mil habitantes). En nuestro país apenas se realizan 21 pruebas por cada 100 mil habitantes. 

Es prácticamente imposible diagnosticar al cien por ciento de la población, todos los países mantienen un sub-registro del número de personas infectadas. El nivel de sub-registro depende de la cobertura de test en cada país. Cuando los países han reportado una primera muerte atribuida a COVID-19, cientos o incluso miles de personas podrían ya estar infectadas.

Sin embargo, en Venezuela se utilizan pruebas rápidas para el descarte de la población además de encuestas realizadas casa por casa por personal cubano. Bajo esa premisa el régimen hace alarde de miles de personas descartadas, pero vale la pena recordar que muchos países de la Unión Europea han tenido que devolver lotes enteros de esas pruebas rápidas a China por presentar errores en el diagnóstico, estas mismas pruebas son las utilizadas en Venezuela.

Países como Taiwán y Suecia han utilizado un abordaje distinto al manejo de la pandemia causada por el virus chino. Dando como resultado una menor cantidad de contagios y fallecidos que en sus países vecinos. También, algunos inmunólogos han aseverado que es necesaria la exposición de la población al virus para fomentar la creación de anticuerpos naturales que eviten las complicaciones de la enfermedad.

Lo cierto es que esta pandemia le ha caído como anillo al dedo a los jerarcas del régimen, quienes no podían detener el colapso total de los servicios públicos y del abastecimiento de combustibles en el país, consecuencia de la Crisis Humanitaria Compleja que han causado estos 20 años de desgobierno en Venezuela.

Es por esta razón que me tomo la licencia de citar parte de las conclusiones expuestas por la Academia de Ciencias Físicas Matemáticas y Naturales en su informe: Estado actual de la epidemia de la COVID-19 en Venezuela.

“Ante la pandemia de una enfermedad emergente como la COVID-19, los países se han visto en la necesidad de enfrentar escenarios inciertos y tomar decisiones con información insuficiente. Es por ello que invierten enormes esfuerzos en reducir la incertidumbre apoyándose en la ciencia. La circulación libre de información científica ha sido fundamental para aprender de forma acelerada sobre el SARS-CoV2 y sus efectos en la población humana. Los modelos matemáticos y estadísticos son herramientas que permiten reducir la incertidumbre y consienten separar escenarios probables de escenarios poco probables. Aunque los intervalos de certeza de algunos modelos pueden ser amplios, es posible descartar algunos escenarios casi imposibles a la luz de la información epidemiológica existente. También es posible identificar acciones que deben tomarse para reducir estos márgenes de incertidumbre”.

La caja negra del régimen no nos permite conocer a ciencia cierta el alcance de la pandemia en el país, cualquier opinión de la ciudadanía es válida pero sin tener las cifras exactas no podemos aventurarnos a fijar posición. Lo único que nos queda es abogar por un Gobierno de Emergencia Nacional que le hable con responsabilidad a los ciudadanos y que sea garante del buen funcionamiento de todos los servicios para poder acabar con la crisis en el país.

➨ Alberto Velásquez (@AVelasquezLAD)
    Dirigente político del estado Zulia 

Comentarios

  1. Un verdadero Simil la información secreta y la caja Negra.
    Se apela a la caja Negra para saber lo sucedido

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