Desde el inicio de los tiempos a través de Moisés, Dios nos exhorta a amar al prójimo como a nosotros mismos. Después de hablar del amor a Dios, el mandamiento más grande es el amor al prójimo. ¿Pero realmente lo practicamos?
El amor no es más que el sentimiento de afecto hacia una persona a la cual se le desea todo lo bueno. El amor no es algo que puedas pedir, no se compra ni se vende en un supermercado o en farmacias de 24 horas. Quiere decir que amar es un acto netamente voluntario, noble y desinteresado que no tiene precio.
Existen muchos tipos de amor, entre ellos el amor romántico relacionado con la atracción sexual, el amor materno que desarrollamos por quien nos dio la vida y el amor por los demás como uno de los valores y mandamiento más importante a definir en las siguientes líneas.
Cuando hablamos de amor no necesariamente implica estar enamorados, damos amor cuando ayudamos a los demás, damos amor cuando realizamos buenas acciones, damos amor cuando pensamos mas en el otro que en nosotros mismos, damos amor cuando compartimos lo que tenemos.
El verdadero amor genuino al prójimo se expresa en los hechos y no solo en las palabras, se expresa a través de lo que uno realmente hace en la vida, en la preocupación por los demás y en la generosidad de las posesiones materiales obtenidas.
Si bien es cierto en este mundo existen personas complicadas, intransigentes, egoístas y hasta prepotentes, razones por las cuales he oído por boca de muchos lo difícil que representa el amar a “ciertos prójimos”. Pero a pesar de ello debemos aprender a perdonar a los demás, sin juzgarlos, pues no sabemos las razones que los llevaron a ser de tal manera.
En este sentido también tenemos que aprender a no ofender y no lastimar, pues las palabras así como ablandan corazones pueden herir para siempre los sentimientos de las personas.
El problema de ahora es que ya nadie piensa en los demás, vivimos en la cultura del envase que desprecia el contenido, juzgamos a los libros por su portada, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser y tal vez nunca seremos.
Este mundo necesita más amor y menos odio, más solidaridad y menos egoísmo, más alegrías y menos tristezas, más abrazos y menos golpes, más besos y menos desprecios.
Jamás esperes ser recompensado por el amor que das a otros, pues no todos tienen tu corazón y no expresan el amor de la misma manera que tu lo sientes. Cuando te fallen se te derrumbará la montaña de esperanza en torno a ellos y vivirás desilusionado todo el tiempo.
Con el simple hecho de preguntar ¿cómo estás? o ¿cómo te sientes?, ya estás demostrando tu preocupación y amor al prójimo como un sentimiento único bondadoso.
Recuerda siempre que todo lo que des a la vida ella te lo dará de vuelta, si odias te odiarán, si amas te amarán.
Vive hoy, escribe tu historia con palabras de amor y decide ser feliz.
➨ Johalberth Uribe (@soyalber)
Estudiante de Medicina
Ciertamente, podría afirmarse que los únicos sentimientos reales y válidos, son el Amor y el Miedo, los demás se derivan de ellos, así la rabia, la envidia, son sólo expresiones del Miedo, por Miedo sentimos envidia y dejamos disfrutar de ser quienes somos, por aspirar a ser lo que quisiéramos ser y no es que sea malo aspirar ser más, sólo que el miedo nos lleva a no Amar y honrar lo que somos! Amarnos a nosotros, nos permite honrarnos y en consecuencia, tratarnos con compasión, única vía para poder Amar al prójimo! Cuando me Amo, me comprendo, ello me permite incluso aceptar mis errores como oportunidad de mejora y es justo eso lo que entrego, incluso a ese prójimo que me 'cuesta Amar " Y es que me cuesta amarlo porque me muestra, aquellos defectos de mí que no tolero! Por ello, ese prójimo, merece más mi Amor!
ResponderEliminarQue hermosas palabras. Definitivamente después del amor, lo que hay es más amor. El amor es el principio de todo, porque Dios es amor ❤️
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