"Al régimen no le interesa atender la pandemia, sino aprovechar la oportunidad política para afianzar su poder, no están siendo “eficientes” solo disfrazan sus ansias de mantenerse"
Para algunos analistas lo que acontece hoy es una oportunidad de oro para el régimen de facto, quienes podrían oxigenarse hasta finales de año; para otros es una bomba de tiempo con posibilidades de explotar en cualquier momento. Yo les hablaré un poco de mi perspectiva, algo muy personal.
Todos sabemos que el Presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, estuvo recientemente en una gira internacional afinando alianzas estratégicas para lograr elecciones libres y salir de Nicolas Maduro, al regreso Guaidó invitó a los ciudadanos a concentrarse el 10 de Marzo en las calles del país, a pesar de la desesperanza hubo buena asistencia.
¿Por qué les explicó todo esto?
El viernes 13 de marzo, pocos días después de las manifestaciones a lo largo de todo el territorio nacional en la que Guaidó había expresado el pronto inicio de una agenda de calle; Delcy Rodríguez en cadena nacional, a escasas horas del mediodía, anunció dos supuestos primeros casos de Covid-19 en la ciudad de Caracas, poco favorecedor para aquellas acciones de calle prontas a iniciar que prometían darle fin al régimen de facto.
"La estrategia de un préstamo por parte del Fondo Monetario Internacional nunca fue ni será una cuestión humanitaria como resaltaba Maduro"Una vez anunciados estos casos, el territorio nacional entró en una fase de “cuarentena social” también conocida como aislamiento. En el Estado Zulia fue suspendido el servicio de combustible, a diferencia del resto del país que ha ido desapareciendo poco a poco, contando cada vez con mayor militarización.
La notable estrategia de Guaidó quedo sin efecto tras el anuncio de la pandemia, el régimen sabía lo que les venía y jugaron la ficha escondida. La falta de gasolina, la inmovilidad producto de la cuarentena y falta de alimentos en el hogar podrían dar paso a una ola de manifestaciones, sin embargo hoy el miedo se apropia de los diferentes niveles paralizando a la sociedad.
La tolda chavista habiendo analizado la situación en que estaría, toma la decisión aquel viernes 13 de marzo de dar conocimiento público sobre los casos que la ciudadanía sospechaba, Venezuela era el país que faltaba por anunciar la presencia de dicha enfermedad a lo largo del continente latinoamericano.
Este respiro que muchos consideran favorecedor para el régimen puede jugarles en contra, según cifras oficiales de Naciones Unidas, el 94% de la población venezolana no genera ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, en otros términos, muchos viven de su “día a día” lo podemos traducir con que si las opciones son: morir de hambre o contagiarse de covid-19, los venezolanos que viven del diario seguramente tomarán la segunda opción.
Por razones obvias al estar paralizado el empleo las posibilidades de generarse el “estallido social” son muy altas, una razón más para afirmar que el colapso es inminente y los recursos están contados, la estrategia de un préstamo por parte del Fondo Monetario Internacional nunca fue ni será una cuestión humanitaria como resaltaba Maduro, era una cuestión de estabilidad gubernamental.
Al régimen no le interesa atender la pandemia, sino aprovechar la oportunidad política para afianzar su poder, no están siendo “eficientes” solo disfrazan sus ansias de mantenerse; y el liderazgo de Guaidó podría resurgir con esa verdadera oportunidad de oro del tan anhelado estallido social, reconquistando a sus simpatizantes tras semanas de mala estrategia comunicacional.
➨ Emmanuel Valero (@evaleroo en Instagram)
Estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Rafael Urdaneta (URU) y coordinador de la fundación Juventud por Venezuela en el estado Zulia
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