Muchas personas dentro y fuera de Venezuela, han bautizado el 2019 como un año de cambio o esperanza para nuestro país. Yo voy un poco más allá para mí es un año de definiciones.
Si el 2019 no se logra quebrar a la dictadura de Maduro, muchos ciudadanos debemos replantearnos los escenarios y estudiar alternativas, sin ánimo de sonar pesimista, la dictadura ha hecho esfuerzos por mantenerse en el poder, pero la oposición y su descalabro interno ha ayudado indirectamente a que estos señores se mantengan en el poder.
Si el 2019 no se logra quebrar a la dictadura de Maduro, muchos ciudadanos debemos replantearnos los escenarios y estudiar alternativas
De cualquier forma debemos definir objetivos estratégicos y las rutas para llegar a esos objetivos. Y en mi humilde manera de pensar, arrancamos bien el año 2019 con nueva junta de la Asamblea Nacional (AN), donde tenemos al diputado Juan Guido a la cabeza del único poder legitimado en Venezuela (al menos por voto popular). Juan, con quien comparto partido, también comparto una raíz en nuestros comienzos políticos, ambos provenimos de la generación 2007.
Una generación luchadora que tiene más de una década en las calles reclamando y exigiendo derechos para los venezolanos y que ha visto a sus máximos líderes ocupar puestos de vanguardia en la lucha por la libertad de Venezuela y en muchos casos puestos de elección popular tanto municipales, regionales y nacionales.
La historia diría quien es quien, pero la generación 2007 es muy parecida a la generación del 58, veremos si los que aún seguimos en esta lucha por Venezuela dentro o fuera de nuestras fronteras logramos emular lo de Betancourt y compañía. En cualquier caso, el 2019 lo arrancamos con presión internacional gracias a la declaración del Grupo de Lima que ratifica la lucha de nuestro bravo pueblo y, con presión nacional, con una postura muy clara y muy frontal de la AN, más la Fiscalía en el exilio y el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio.
La historia diría quien es quien, pero la generación 2007 es muy parecida a la generación del 58
Sin embargo, a esa fórmula le falta una variable o a esa cadena le falta un eslabón y es el acompañamiento popular, de la gente, del pueblo, gente, gente y más gente que quiera la salida de estos corruptos. Ahora ese puente de acompañamiento o mejor dicho respaldo, no se construye solo, se arma de manera lenta y ganándose la confianza de un pueblo desesperanzado.
En mi manera de analizar la situación creo que tenemos una fecha importante para la construcción de esa confianza, el 10 de enero comienza la ejecución de proceso de usurpación y subrayó usurpación, no de ilegitimidad, porque Maduro no goza de legitimidad ni de hecho ni derecho.
El 10E debe ser un día para protestar mundialmente en contra de la dictadura de Maduro que cada venezolano dentro o fuera del país se exprese en contra de este socialismo del siglo XXI que pretende acabar con nuestro país.
El 10E debe ser un día para protestar mundialmente en contra de la dictadura de Maduro
Y juego adelantado para quienes nos leen, el 10E no se irá Maduro, pero podemos obtener una victoria vital que es reconstruir la confianza de un pueblo que no cree en sus líderes. Si logramos esa victoria tendríamos la combinación perfecta: presión internacional, presión institucional y un pueblo dispuesto y organizado, pero para que esta fórmula o ecuación funcione como un tanque perfectamente aceitado y dispuesto para la lucha y especialmente para la conquista de la libertad de nuestro país, necesitamos de todos los elementos.
El momento es ahora hermanos ¡SI SE PUEDE!
¡Fuerza y Fe Venezuela!
➨ Artículo escrito por Ángel Machado, concejal de Maracaibo por Voluntad Popular (@angelmachadoVE)
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