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Juan Requenses, reflejo de un país | Carlos Guerrero Yamarte

Juan Requesens, diputado de Primero Justicia

Las dictaduras siempre apuntan a los jóvenes, en ellos ven la fuerza que los partidos políticos no logran complementar entre la diversidad de estrategias que presentan para combatir al totalitarismo, y por eso nos persiguen. Los jóvenes históricamente hemos sido perseguidos y hostigados por los regímenes más brutales, esos que creen que tendrán el poder para siempre, ignorando que cuando una generación muere, centenares comienzan a nacer para lograr la libertad.

Venezuela no es la excepción de ser un país muy mal gobernado por una dictadura que es incapaz de detener la ola delincuencial que anualmente le arrebata la vida a más de veinte mil personas, pero sí tiene la capacidad para perseguir, encarcelar y torturar a cientos de jóvenes en manifestaciones y después de ellas. Ese es el caso de Juan Requesens, joven diputado por el partido Primero Justicia (PJ), quien ha sido arbitrariamente detenido e imputado por los tribunales que son sumisos a los dictámenes de la dictadura chavista, la más represora y depredadora de las riquezas de los venezolanos. Requesens, como tantos jóvenes han librado una lucha democrática por el retorno de la libertad y la democracia al país; desde que fue presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (FCU-UCV) o haber sido electo diputado a la Asamblea Nacional por el estado Táchira hasta haber sido precandidato a la gobernación de la misma región este joven siempre ha demostrado su profunda convicción democrática, sin embargo, tal gallardía resulta para Nicolás Maduro y su despiadado régimen una amenaza para su permanencia en el poder.

El pasado 6 de agosto Juan Requesens junto a su hermana Rafaela, actual presidenta de la FCU, fueron sacados a golpes del edificio donde residen por la policía política chavista, la joven fue liberada horas después pero el diputado ha permanecido encarcelado injustamente y durante su reclusión se le han violado sus Derechos Humanos, a tal punto que se ha difundido un vídeo en donde se le nota claramente demacrado, semidesnudo y con los calzoncillos manchados de heces, pero además, la defensa del diputado justiciero ha denunciado que se le drogó para que culpara al también diputado Julio Borges de haber sido el autor intelectual del supuesto y polémico “atentado” contra Maduro el pasado 4 de agosto en Caracas.

Las imágenes de Requesens han terminado por evidenciar el horror que es capaz de infringir la dictadura chavista, su poder para torturar y doblegar la moral, pero en esto último han fracasado con él. Desde las protestas antigubernamentales de 2014 y 2017, y en las anteriores durante el mandato de Chávez, Requesens siempre estuvo al frente de las movilizaciones, hombro a hombro con los jóvenes de la Resistencia; él mismo ha sido herido en varias oportunidades por las hordas chavistas y aún así ha permanecido firme en sus ideales. 

Hoy Juan Requesens es el reflejo de un país, de nuestra Venezuela, es el reflejo de estudiantes asesinados, torturados y perseguidos, es la prueba más clara de que el chavismo es una fuerza asesina y dispuesta a silenciar a cualquiera que se atreva a levantar la voz en su contra, ya sea por medio de la cárcel o las balas. Como joven me siento identificado con su lucha y perseverancia, por su valentía desde la tribuna de la Asamblea Nacional o al frente de las manifestaciones y estoy seguro que muchísimas más personas, dentro o fuera del país, se ven reflejados en Requesens porque él representa a una generación que no se da por vencida en su búsqueda latente de libertad. Aunque esté encarcelado, confinado en una celda fría y pestilente, sometido a maltratos y a insultos, yo recuerdo a Neruda cuando dijo “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”.

Artículo escrito por Carlos Guerrero Yamarte (@SrVenezolano), director deSubversión en letras y estudiante de Periodismo en la Universidad del Zulia (LUZ)

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