En los últimos meses hemos vivido experiencias nunca antes imaginadas por quienes construyeron los cimientos de nuestra democracia, de esa Venezuela bonita donde podíamos salir a hacer mercado en familia y llenar uno y hasta dos carritos con tu compra mensual, los productos que querías, como los querías y en el lugar que eligieras. Esa Venezuela bonita que me cuenta mi abuelo donde mis tíos y primos podían jugar en las calles y parques sin miedo, donde salir a una fiesta no terminaba enlutando a una familia por la inseguridad. Esa Venezuela, donde el sistema de salud era admirado por toda Latinoamérica por su calidad humana y sus novedosas infraestructuras. Esa Venezuela, nuestra vieja Venezuela.
Al ver como mueren niños por desnutrición, ancianos en colas para cobrar su pensión y padres de familia en manos del hampa o peor aun de los cuerpos de “seguridad” del estado, la impotencia y el dolor me invaden, la rabia y la frustración se imponen ante una situación que un solo ciudadano no puede cambiar. Aunque quiera, sólo no puedo cambiar la realidad que vive nuestra Venezuela y su gente. Nadie puede hacerlo solo, pero juntos sí.
Este 20 de mayo nos plantean una elección, donde tú votas, pero no elijes. Entonces, ¿Podemos llamarla Elección? estoy seguro que no. Esta convocatoria –llamémosla así– surgió por iniciativa de la Asamblea Nacional Constituyente por la que no votó ni el 30% del pueblo venezolano, no por el Concejo Nacional Electoral, único órgano legalmente constituido para hacerlo. Entonces, ¿es valida su convocatoria?, estoy seguro que no.
Bajo la premisa de un “Acuerdo Electoral” que asegura Tibisay se firmó en Dominicana, pero que Julio Borges se negó a firmar –entonces no hubo acuerdo-, se establecieron reglas de juego donde 5 candidatos aceptaron participar. Condiciones electorales escasas, normas de campaña violadas reiteradamente por el candidato-presidente y plazos no establecidos, para auditorias no establecidas. Uno de esos candidatos es Nicolás Maduro, el mismo Presidente hambreador responsable de la mayor crisis humanitaria en la historia de nuestra nación y que es compadre de Tibisay, para variar. El segundo candidato es Javier Bertucci, un religioso que por años ha ostentado millonarios recursos de procedencia gubernamental. De hecho, es el mismo que fue acusado en aquellos Papeles de Panamá por blanqueo de capitales.
Inscribe su candidatura también Reinaldo Quijada y un cuarto candidato como lo fue Luis Alejandro Ratti –ya se retiró–, ambos desconocidos para la ciudadanía y bajo denuncia de financiamiento gubernamental para la realización de su campaña.
Un quinto candidato se inscribe en esta convocatoria donde votas, pero no eliges: Henri Falcon.
Aquel Gobernador de Lara que sistemáticamente le ha venido dando la espalda a la oposición. El mismo dirigente que en 2016 no apostó al Revocatorio, que en 2017 no apoyó las protestas, al contrario, pretendía desarticularlas en Lara. El mismo dirigente que perdió de forma abismal la Gobernación de Lara y anunció que perdió por todas las de la ley. El mismo ahora exgobernador que daría la espalda a Andrés Velázquez en su denuncia de fraude en Bolívar y a Juan Pablo Guanipa cuando le fue arrebatada la Gobernación del Zulia.
Henri, presidente del partido Avanzada Progresista, cuyo histórico en la Asamblea Nacional deja mucho que desear, ha mantenido tremenda racha: En 2017 se opusieron a la reincorporación de los diputados de Amazonas –en cuyo caso el CNE aun guarda silencio-, se opusieron a la destitución de Nicolás Maduro por Abandono de cargo, a la elección de un nuevo TSJ y CNE. Y en ultima instancia, no asistieron a la sesión donde se aprobaría el antejuicio de merito contra Maduro.
Falcon, se asume entonces candidato de la oposición, participando en una campaña electoral, para enfrentar un presidente/candidato cuyos mil crímenes deben ser denunciados, y no se molesta en mencionar ni uno de ellos. Financiado por empresarios cuyas fortunas han devenido por contratos con el actual gobierno e incluso financiado por Constituyentistas –como es el caso en el Zulia–. Entonces, ¿es Henri Falcon el candidato de la oposición? No lo es.
Los 5 candidatos inscritos en esta convocatoria representan a uno sólo: Nicolás Maduro. Se llama pacto de cohabitación.
La Unidad, esa misma coalición que ha sido atacada desde hace algunos meses por Falcon en conjunto con el Frente Amplio Venezuela Libre –donde participan todos los sectores, incluso Chavistas disidentes-, tomó la decisión de no avalar con nuestra participación la convocatoria del 20 de mayo. Hay razones de peso para que tantas personas y organizaciones, partidarias todas del voto como mecanismo de ejercicio de la democracia, tomáramos una decisión tan dura como la de no avalar con nuestra participación esa farsa.
Es sumamente importante, que absolutamente TODOS asumamos que lo que ocurrirá el 20 de Mayo NO es una elección, sino una FARSA. Gran parte de la comunidad internacional así lo ha asumido, desde la Unión Europea, la OEA, el Grupo de Lima y hasta la ONU al negarse a enviar observación electoral a una convocatoria que no es una elección.
Con tú participación, estarías avalando lo que es, sin duda, una convocatoria a legitimar el triunfo de Maduro.
Muy convenientemente, quienes se asumen como colaboracionistas el acudir a esta convocatoria, sólo hacen referencia al año 2005, pero no recuerdan todos los atropellos que ha sufrido nuestra democracia por años. Pregúntenles a los Diputados de Amazonas, a Andrés Velázquez y a Juan Pablo Guanipa.
Tú, tanto como yo, estamos hartos de ver como destruyen aún mas nuestra nación, la frustración nos invade, la impotencia y el dolor nos ciegan al buscar una salida. Sé que quieres hacer algo para salir de esto, botar a los tiranos que te reprimen, que quieres votar para botar a Nicolás. Pero este domingo, tú participación no botará a nadie, al contrario, lo atornillará aún más.
Este 20 de mayo, yo no me convertiré en cómplice.
Si asumimos JUNTOS, la tarea titánica que tenemos por delante, Venezuela escribirá nuevas y mejores páginas en su historia. Es poner a Venezuela primero, asumiendo el sacrificio que sea necesario para rescatar la tan anhelada libertad.
- Artículo escrito por Orlando Chacón | @OrlandoChacon_
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