En mi transitar por la política no existía otra cosa que nos generara más emoción que una campaña electoral, promover el voto, contarnos y asumir todos los días que somos mayoría y que ese domingo electoral íbamos a poder demostrar tanta fuerza de cambio que tenía este país.
Esta vez cerca de una elección presidencial el voto no genera tanta emoción, esta vez el voto lo secuestra la dictadura para elegirse a ellos mismos sin importar la voluntad de la mayoría de los venezolanos. Con el secuestro del voto, existe el secuestro de nuestra conciencia y de nuestras ganas de elegir lo que queremos para nuestra patria. Yo no puedo participar en un proceso de legitimación de la dictadura cuando nuestra mayor lucha ha sido la deslegitimación de Nicolás y el no reconocimiento a la ANC.
Yo no puedo participar en un proceso en donde quienes participan lo están haciendo porque se acomodaron con la dictadura, los que participan son los mismos que han anunciado la cohabitación con quienes acabaron con los sueños de más de 30 millones de personas.
Lo del 20 de mayo, llámenlo como quieran menos elección, eso no es una elección, eso es un proceso de legitimación del dictador por medio de la participación ciudadana. Esta es la fórmula: tu pones la participación y ellos ponen la elección y el resultado es igual a FRAUDE.
Yo volveré a Votar cuando no pueda solo votar, sino también elegir. La esencia de la elección es elegir lo que quiero aunque a otro no le guste y aún así reconozca lo que yo decidí.
Las respuestas y las salidas son pocas, nos toca iniciar un proceso de agitación de masas apegados a la exigencia de los derechos que nos corresponden, votar es un derecho, elegir con mi voto es un derecho, las condiciones para poder votar y también elegir es un derecho, creo en la salida electoral pero con las condiciones que me corresponden ejerciendo la libertad de conciencia que como ser humano me pertenece.
Esta vez no puedo votar, aunque quiera. A lo del 20 de mayo llámenlo como quieran, pero no lo llamen elección.
Esta vez cerca de una elección presidencial el voto no genera tanta emoción, esta vez el voto lo secuestra la dictadura para elegirse a ellos mismos sin importar la voluntad de la mayoría de los venezolanos. Con el secuestro del voto, existe el secuestro de nuestra conciencia y de nuestras ganas de elegir lo que queremos para nuestra patria. Yo no puedo participar en un proceso de legitimación de la dictadura cuando nuestra mayor lucha ha sido la deslegitimación de Nicolás y el no reconocimiento a la ANC.
Yo no puedo participar en un proceso en donde quienes participan lo están haciendo porque se acomodaron con la dictadura, los que participan son los mismos que han anunciado la cohabitación con quienes acabaron con los sueños de más de 30 millones de personas.
Lo del 20 de mayo, llámenlo como quieran menos elección, eso no es una elección, eso es un proceso de legitimación del dictador por medio de la participación ciudadana. Esta es la fórmula: tu pones la participación y ellos ponen la elección y el resultado es igual a FRAUDE.
Yo volveré a Votar cuando no pueda solo votar, sino también elegir. La esencia de la elección es elegir lo que quiero aunque a otro no le guste y aún así reconozca lo que yo decidí.
Las respuestas y las salidas son pocas, nos toca iniciar un proceso de agitación de masas apegados a la exigencia de los derechos que nos corresponden, votar es un derecho, elegir con mi voto es un derecho, las condiciones para poder votar y también elegir es un derecho, creo en la salida electoral pero con las condiciones que me corresponden ejerciendo la libertad de conciencia que como ser humano me pertenece.
Esta vez no puedo votar, aunque quiera. A lo del 20 de mayo llámenlo como quieran, pero no lo llamen elección.
- Artículo escrito por Ybrahim Gutierrez | @YbraGutierrez
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