La mayoría de los procesos dictatoriales en el mundo siempre son acompañados de una oposición colaboracionista que juega a ser la oposición, pero que realmente es un agente de esa dictadura. Ejemplos hay muchos como: Franco en España, Milosevic en Yugoslavia, Castro en Cuba y nuestro país lamentablemente no escapa de esa realidad.
La dictadura de Maduro recurre al colaboracionismo y utiliza a Henri Falcón como el abanderado de una oposición a la que nunca ha representado y que no representará.
Henri Falcón le sirve muchísimo a Maduro para sus intereses, porque con él obtiene un adversario de peso electoral, con el cual caerá en polémica comunicacional, fingirá debates políticos en los principales medios del país, pero la realidad es que todo forma parte de un libreto o de un show electoral que lo único que busca es legitimar la dictadura a través de un supuestas elecciones.
Decía Churchill: “En el futuro veremos dictadura vestidas de democracia”, interpretando lo que decía el primer ministro británico, es que en nuestra actualidad el mundo viviría regímenes que se disfrazarían de abuela, pero son lobos feroces, es decir, su administración y su actitud podría ser de demócratas, pero esconde un profundo carácter dictatorial, así estamos en Venezuela.
Maduro hace ver que el Consejo Nacional Electoral es un órgano imparcial cuando todos sabemos que cuatro de sus cinco rectores son militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela. Maduro también pretende vestir de transparencia un proceso solicitando la experticia internacional de organismos que Venezuela financia como son: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Comunidad del Caribe (Caricom). La batería de voceros de la dictadura asegura que todas las garantías están dadas para el proceso, pero el martes 27 de febrero, día en el que formalizó su inscripción, Maduro en cadena nacional dijo que jamás daría unas garantías para que le ganaran las elecciones.
Como referencia, en Ucrania el presidente en el poder hizo unas elecciones que trató de robarse, en Cuba los Castros realizan elecciones para que el pueblo cubano elija a sus autoridades, en Zimbabue, que lo hemos citado en varias ocasiones en esta columna, sufrieron la dictadura de Robert Mugabe y durante su mandato también se realizaban elecciones, una de nuestras conclusiones es que tenía razón Churchill, con el pasar del tiempo las dictaduras se disfrazan de democracia, pero por mucho disfraz y mucho adorno no son democracia ni sus elecciones son transparentes.
Las elecciones no son la principal característica de una democracia, vivir en democracia no solo es participar en procesos electorales es respetar los DDHH, la libertad de expresión, la propiedad privada, el derecho a la vida, entre muchos otros.
Aquellos países que abrieron las compuertas del cambio comenzaron identificando a los agentes de la dictadura, esa decisión les generó fortalecimiento interno y cohesión como bloque para desarrollar una estrategia en conjunto. Quizás la confirmación de doble agente de Henri Falcón nos permita que cómo Unidad desarrollemos una estrategia única que deje de ser una amenaza para ser una realidad.
Sigamos avanzando con fuerza y convicción
¡Fuerza y Fe Venezuela!
- Artículo escrito por Ángel Machado | @AngelMachadoVE
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