N ormalmente decimos que la responsabilidad de la tragedia nacional recae única y exclusivamente en las manos de los políticos que son los que se enfrentan unos con otros y que al fin son estos los que llegan a ocupar pequeñas cuotas de poder, pero los ciudadanos obviamos funciones elementales propias para actuar en pro del beneficio colectivo o individual ante situaciones tan calamitosas como las que padece Venezuela. Salvar al país de la destrucción histórica provocada por la gran peste chavista es una labor que no podemos depositar solo en los partidos políticos, que son una pieza fundamental para el rescate de la democracia, pero que solos no pueden y necesitan de todos los ciudadanos para poder organizar la lucha que demandamos la gran mayoría. Y así como los partidos políticos no pueden luchar solos contra la tiranía, las organizaciones no gubernamentales tampoco son capaces, el mismo escenario se presenta para la Iglesia, en las universidades e incluso para los ciudadanos
Somos el rincón de la juventud que expresa sus ideas sin censura ni moldes