Han sido días duros y de procesos profundamente acelerados. Nuestra capacidad de respuesta es asfixiada y casi secuestrada por el Madurismo y también por dirigentes de la propia oposición que deben asumir el barranco a donde llevaron a la gente el 10 de diciembre, aquellos que con su participación por un cargo político utilizaron la buena voluntad de la participación ciudadana para legitimar una dictadura. Llegó el momento de entender que oponernos no es solo votar distinto, sino también hacer cosas distintas para lograr resultados distintos y eso intentamos al no participar en un proceso que se convertiría en el mayor fraude para los zulianos y toda Venezuela. Este 10 de diciembre era el momento de demostrarle al mundo que esta dictadura contaba con un rechazo real de un 80% del país, que todo un país no creía en su poder electoral y que, aunque pudiéramos votar, se hacía imposible elegir. Varios dirigentes políticos apostaron más a su ambición personal por un cargo político, dejando de lado su cargo de lucha, si es que alguna vez lo asumieron. Hoy reparten culpas cuando fueron ellos mismos los cómplices de la muerte de la democracia con el reconocimiento de la ANC. En Democracia habrá mucho tiempo para gobernar desde cualquier espacio, pero en dictadura no hay espacio para gobernar cuando nos están gobernando de la manera más atroz en nuestra historia republicana. No es momento para personalismos y menos individualidades, el único cargo que tenemos hoy cada uno de los venezolanos es de lucha y quien esté en esta lucha solo por un cargo político, se llevará un cargo de conciencia. Nuestro único objetivo hoy tiene que ser el cambio político nacional, por un nuevo presidente y por las condiciones electorales para elegir libremente nuestro futuro. Venezuela vale todos nuestros esfuerzos y el costo de cualquier sacrificio.
- Artículo escrito por Ybrahim Gutierrez | @YbraGutierrez
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