Ir al contenido principal

7 años de mala gestión | Jhoandry González


El oficialismo no solo ganó 308 alcaldías a nivel nacional, sino que también barrió con las alcaldías de mayor peso en el padrón electoral para la oposición. En el caso especifico de Maracaibo, vemos cómo fue gestionada durante 7 años por huecos, basura y malos servicios. Ahí es cuando nos detenemos y nos preguntamos: ¿de quién será realmente la culpa de que el oficialismo tenga el 92% de las alcaldías? Si fue que realmente jugó la abstención o los ciudadanos pasaron factura únicamente para demostrar que están cansados de cargar con el peso muerto de "líderes" incompetentes que no se ocupan de las principales demandas de sus habitantes.

El 10 de diciembre la mayoría de los marabinos decidió experimentar con los mismos que nos han hecho comer de la basura durante años, castigando a los mismos que han arropado de basura a esta ciudad durante una gestión nefasta. Les digo a quienes prometieron un nuevo tiempo para Maracaibo que se les pasó el tren y su gloria también, la gente ya no les cree y se cansaron de votar para que los mismos de más de 7 años siguieran y manejaran la alcaldía como la empresa familiar que, de hecho, la arruinaron. También les digo que el haber perdido la alcaldía no fue culpa de quienes no quisieron participar en las elecciones del 10-D. Les repito, la culpa fue de una ingobernabilidad, asuman las consecuencias de sus errores y no culpen a otros. Participar fue decisión interna, no de otros. Además era de esperarse los resultados cuando estaba participando un "candidato de la unidad" sin ser electo en primarias, muchos no se veían identificados con quien llevaba una cara distinta, pero seguiría llevando las mismas malas mañas, ese fue el error que derramó el vaso: caminar solos y descalzos por un desierto de vidrios y arenas. 
  • Artículo escrito por Jhoandry González | @JhoandryGonzale

Comentarios

Entradas populares de este blog

La primera ciudad de Venezuela | José Antonio Robles

  El verdadero éxito de una ciudad se mide por la calidad de vida de sus habitantes El afán de muchos alcaldes en Venezuela de transformar su ciudad en " la primera de Venezuela " en un solo mandato es una aspiración admirable. Sin embargo, en la compleja realidad del país, este objetivo es prácticamente inalcanzable en tan solo cuatro años. La idea de que el progreso se mide en fachadas pintadas y metros de asfalto es un espejismo que, aunque genera aplausos, distrae del verdadero trabajo. El ornato no hace una ciudad; el verdadero desarrollo se construye sobre cimientos sólidos y una visión a largo plazo, sobre estructuras que, aunque invisibles a simple vista, son las que sostienen una comunidad.  La verdadera transformación no reside en embellecer, sino en fortalecer las bases. Esto implica la planificación estratégica a largo plazo, la transparencia en la gestión de recursos y la formación de equipos de trabajo competentes que trasciendan los cambios de gobierno. Los líd...

Cuando la Libertad llegue

 (Imagen capturada del vídeo "Escala en Panamá" del cantante Danny Ocean) Cuando la Libertad llegue, quiero llorar y abrazar a los míos; quiero tejerme en abrazos con mi madre porque por fin lo hemos conseguido.  Cuando la Libertad llegue, quiero ver salir de las cárceles a los presos políticos, a los que no se cansaron ni se rindieron a pesar del hastío.  Cuando la Libertad llegue, quiero pararme frente a los aeropuertos y ver como aquellos que se fueron persiguiendo un sueño vengan de regreso dispuestos a completarlo.  Cuando la Libertad llegue, quiero que nos encuentre a todos trabajando entre los escombros de aquello que dejaron; que nos vean afanados construyendo el horizonte que nunca tuvo que haber sido abandonado.  Cuando la Libertad llegue, deseo de todo corazón que podamos construir un país de avanzada, donde pensar distinto no sea un delito y expresar lo que sentimos no merezca La Tumba.  Cuando la Libertad llegue, amigos míos, quiero que nos enc...

La caída de Al Assad | Carlos Guerrero Yamarte

  Siria es un país que respira aires de libertad y esperanzas, pero no todo está hecho Justo cuando todo parecía seguir su curso, cuando la normalización de las relaciones con los países de la región estaba encaminada, el régimen colapsó en tan solo 12 días. Bashar al Assad jamás pensó que el fin de la dictadura familiar, que la inició su padre Hafez al Assad en 1971, estaba tan cerca. Y es que nadie en Siria pensó que la ofensiva militar rebelde, que arrancó el 27 de noviembre después de varios años de cierto apaciaguamiento, terminaría por derrocar al régimen de Al Assad el pasado 8 de diciembre, cuando “ el carnicero de Siria ” huyó a través de los túneles del Palacio Presidencial para subirse en un avión en el Aeropuerto Internacional de Damasco que lo trasladó hasta Moscú, la capital de uno de sus principales aliados. Aunque Bashar al Assad no era el favorito de su padre para convertirse en su sucesor, la terquedad de la historia así lo condujo después de la repentina muert...