La arena, el sol, el viento, la moral y las luchas históricas y políticas han sido la principal bandera para la constitución y fortalecimiento nuestro como cultura originaria, con idiosincrasia arraigada en cuanto a la propia esencia e identidad que nos caracteriza como pueblo. El pueblo wayúu posee lengua propia y la cosmovisión enfundada en lo espiritual con creencias únicas que es lo que nos identifica; por éstas y otras razones mi alma se irá a jepirra.
Sin duda alguna creemos en dios “Maleiwa” valorado como nuestro héroe cultural y fundador de nuestra sociedad indígena wayuu, nuestro dios nos fortalece en lo espiritual y cosmogónico alineado a las creencias basadas en nuestras mitologías culturales tales como: el sueño, lo bueno y lo malo, y, un sinfín de elementos que nos guían acompañado de Juyaa y Maa que son los esposos asociados a la generación de la vida, y es él “Maleiwa” quien nos otorgó todos los medios necesarios para subsistir entre esos nacer, crecer y luego prepararnos para ese viaje que emprenden nuestras almas, el viaje más hermoso donde reposaran en jepirra.
Cuentan las sagradas escrituras que Jesús el hijo de dios fue crucificado, muerto y luego sepultado, y que al tercer día resucitaría de entre sus muertos. Aquí existe una evidencia de lo importante y cierto de la vida del creador, su alma o espíritu nunca murió porque así estaba escrito; entre la fé de su pueblo y sus creencias Jesús demostró que resucitaría y más nunca se apartaría de su pueblo.
En la cultura wayúu existen rituales y entre los más destacados están los funerales este es el epicentro de nuestro encuentro social porque todo constituye e implica que nuestros “Muertos” mueran varias veces. Y en relación cuando acontece este tipo de situaciones los wayuu en sus diferentes rancherías o caseríos sacrifican animales (Ovejos, Chivos, Vacas), los cuales según nuestras creencias los mismos se encontrarán con los familiares ya difuntos en esa isla llamada jepirra. En esa isla jepirra es el lugar donde habitan las almas y según los mayores gozan del mismo honor que tenían cuando estaban entre nosotros.
“Jepirra descrito como la isla en medio del mar, siendo el espacio en el que deambulan por allí los fallecidos hasta que se transforma en “Yoluja o Sombra”, mantendrán durante algún tiempo los mismos rasgos con los cuales los reconocían en vida y después perderán toda características, éste será el momento preciso en el que podrán volver a nacer. Reagrupar al clan, experimentar la fortaleza y reafirmarse como sociedad wayuu2. / Investigación Antropológica.
El indígena wayuu no posee como tal una línea religiosa constantes. Ahora el wayuu es un buen orador y narrador cultural de los mitos y creencias cosmogónicas y políticas. Endesubyace esa pasión por nuestras raíces. Existe la figura que nos comunica con nuestros familiares difuntos que “Habitan” en jepirra y ese rol lo cumplen las mujeres, esto es parecido a la comunicación entre dos mundos un un sentido común. Además es la línea que comunica al vivo con el muerto los cuales son reconocidos por nosotros como seres muy sagrados.
Jepirra es la isla que queda ubicada en el caribe colombiano específicamente en el cabo de la vela, cuenta la historia que en esa isla no habita nadie y dicen los viejos que las lanchas y embarcaciones que intentan ir hasta allá no regresan porque es el lugar donde reposan nuestras almas.
Entre nuestros mitos venidos de los orígenes milenarios existen el nacimiento, la muerte, el velorio, la exhumación que es el producto del segundo velorio, y así un sinfín de mitos y creencias que a la larga se convierten en esa línea magnifica y representativa de nuestra propia cultura ancestral; apasionante e interesante que me enriquece en lo particular, y a la comunidad los educa como hombres y mujeres arraigados por la cultura indígena venezolana, del cual me consideró un fiel y humilde DEFENSOR!!!.
- Artículo escrito por Din Jiménez
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