La “mano de hierro” del príncipe | Carlos Guerrero

El príncipe heredero de la controversial corona saudí, Mohamed Bin Salmán, hijo del actual rey Salmán ha dado un golpe importante a los círculos más conservadores del reino árabe que han criticado lo que ha venido siendo un ascenso vertiginoso impulsado primeramente por su progenitor que ha sido criticado en silencio por los propios integrantes de la casa real que hoy día son víctimas de la purga anticorrupción que encabeza el príncipe.

Todo inició con la orden emitida por el monarca saudí de crear el comité anticorrupción para combatir los delitos que se cometen “a la sombra” de Riad y que son encubiertos por miembros de la monarquía, pero el gran detonante de la operación contra once príncipes, cuatro ministros, ex ministros y hasta empresarios saudíes ha sido la designación de Mohamed Bin Salmán como cabeza y guía del comité, ya que algunos analistas han visto su designación como una forma de gestionar el Estado previo a lo que sería la muerte o la abdicación del rey Salmán quien padece un quebrantado estado de salud y que en las mayorías de los ciudadanos y funcionarios causa preocupación ante la necesidad de liderazgo en plena guerra en Yemen que lidera Arabia Saudí, así como los conflictos en Líbano y la enemistad árabe-iraní y la crisis con Qatar.

Mohamed Bin Salmán se ha posicionado como un hombre de mano de hierro que está dispuesto a liberalizar el Islam y a mejorar los derechos de las mujeres de su país que sufren la despiadada ley sharia, así como un reimpulso económico nacional ante la caída de los precios del petróleo y el desempleo, no solo de saudíes, sino también de los inmigrantes que han llegado al reino de los Saud.

Bin Salmán tiene 32 años y está lleno de ideas que necesitan germinar en su ambiente, pues goza de reputación internacional ante los demás líderes mundiales que ven en él a un importante aliado en los conflictos de su geopolítica, un ejemplo claro es Donald Trump, quien ha superado las críticas contra los saudíes y se ha unido en un solo bloque para luchar contra el régimen de Damasco y la dictadura teocrática de Irán.

Arabia Saudí estaría próxima ser gobernada por el rey más joven de toda su historia y quien probablemente, por su vigorosa juventud, estaría al frente de la poderosa nación por lo menos 50 años, mucho más de la mitad de lo que pudiera durar en el mandato un príncipe octogenario de aquellos que acostumbran llevar las riendas de la casa real. El rey Salmán ha puesto toda su confianza en el joven príncipe al que no le ha temblado el pulso para enviar a la cárcel a sus familiares y hombres ricos del reino acusados de malversación, abuso de autoridad, soborno y corrupción.
  • Artículo escrito por Carlos Guerrero | @SrVenezolano

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