El príncipe heredero de la
controversial corona saudí, Mohamed Bin Salmán, hijo del actual rey Salmán ha
dado un golpe importante a los círculos más conservadores del reino árabe que
han criticado lo que ha venido siendo un ascenso vertiginoso impulsado
primeramente por su progenitor que ha sido criticado en silencio por los propios
integrantes de la casa real que hoy día son víctimas de la purga anticorrupción
que encabeza el príncipe.
Todo
inició con la orden emitida por el monarca saudí de crear el comité
anticorrupción para combatir los delitos que se cometen “a la sombra” de Riad y
que son encubiertos por miembros de la monarquía, pero el gran detonante de la
operación contra once príncipes, cuatro ministros, ex ministros y hasta
empresarios saudíes ha sido la designación de Mohamed Bin Salmán como cabeza y
guía del comité, ya que algunos analistas han visto su designación como una
forma de gestionar el Estado previo a lo que sería la muerte o la abdicación
del rey Salmán quien padece un quebrantado estado de salud y que en las
mayorías de los ciudadanos y funcionarios causa preocupación ante la necesidad
de liderazgo en plena guerra en Yemen que lidera Arabia Saudí, así como los conflictos
en Líbano y la enemistad árabe-iraní y la crisis con Qatar.
Mohamed
Bin Salmán se ha posicionado como un hombre de mano de hierro que está
dispuesto a liberalizar el Islam y a mejorar los derechos de las mujeres de su
país que sufren la despiadada ley sharia, así como un reimpulso económico
nacional ante la caída de los precios del petróleo y el desempleo, no solo de
saudíes, sino también de los inmigrantes que han llegado al reino de los Saud.
Bin
Salmán tiene 32 años y está lleno de ideas que necesitan germinar en su
ambiente, pues goza de reputación internacional ante los demás líderes
mundiales que ven en él a un importante aliado en los conflictos de su
geopolítica, un ejemplo claro es Donald Trump, quien ha superado las críticas
contra los saudíes y se ha unido en un solo bloque para luchar contra el
régimen de Damasco y la dictadura teocrática de Irán.
Arabia
Saudí estaría próxima ser gobernada por el rey más joven de toda su historia y
quien probablemente, por su vigorosa juventud, estaría al frente de la poderosa
nación por lo menos 50 años, mucho más de la mitad de lo que pudiera durar en
el mandato un príncipe octogenario de aquellos que acostumbran llevar las
riendas de la casa real. El rey Salmán ha puesto toda su confianza en el joven
príncipe al que no le ha temblado el pulso para enviar a la cárcel a sus
familiares y hombres ricos del reino acusados de malversación, abuso de autoridad,
soborno y corrupción.
- Artículo escrito por Carlos Guerrero | @SrVenezolano
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