Ir al contenido principal

No somos una generación más | Orlando Chacón

No somos una generación más, somos la generación de valientes que decidió no conformarse ni aceptar la realidad que vive nuestra Venezuela y su gente. Somos la generación de jóvenes que cambió la política, que levanta la voz por quien no tiene comida, por quien no tiene medicinas, por quien sufre la agobiante inseguridad diariamente.

Somos la generación de venezolanos que aman la tierra que nos vio nacer, que luchan sin miedo y con gallardía por recuperarla de quienes pretenden pisotearla aún más. Somos la generación que está resteada con nuestras universidades, pisoteadas por los cuerpos de seguridad y la desidia gubernamental; hoy acompañamos a nuestros profesores a formar el futuro frente a la destrucción del presente. Somos la generación que entiende que nuestra mayor arma es la educación.

Antes les dejábamos todo a los políticos, pero la necesidad de liberar a Venezuela nos impulsa a involucrarnos y ser protagonistas del cambio. Los que estuvimos en las calles de nuestra Venezuela desde el día uno tenemos la convicción de que hay que participar en todos los espacios posibles, pues nuestra lucha no violenta es por rescatar la participación y hacer respetar la democracia.

Llegó la hora de transformar con principios y valores la política en Venezuela, pues nuestra lucha debe ser coherente. Ya está bueno de quedarnos con los brazos cruzados. No votar es que otros voten por ti, que otros decidan por ti. Esta no es una elección normal, es un ejercicio de resistencia.

Este país va a cambiar, pero la única forma de que éste país cambie es que los venezolanos decidamos luchar juntos. No hay margen para la inmadurez en nuestra valiente generación, Venezuela reclama que entendamos el momento que vivimos. Nosotros no escogimos vivir este momento histórico, es el momento que nos tocó y debemos asumirlo estando a la altura.

Nuestras razones para luchar siguen, las razones para estar en la calle siguen y las razones para votar sobran, pues somos la generación del cambio y el progreso para nuestra amada Venezuela.

El primer estado de desnutrición infantil es nuestro Zulia, es nuestro deber cambiarlo. Esto se trata de que la prioridad sea la gente y su calidad de vida. En nuestro Zulia no puede gobernar más nunca Arias Cárdenas ni nada que se parezca a él, pues representa la desidia, la miseria y la corrupción.

Mi mejor arma es mi voto. Se acabó el tiempo de permitir que otros elijan mi destino. Porque queremos contribuir al progreso de nuestro amado país, llegó la hora de derrotar la crisis con trabajo y esfuerzo. El próximo 15 de octubre estaremos celebrando que somos mayoría, que tenemos 23 gobernaciones y que desde ese espacio podremos luchar de frente contra Nicolás Maduro y su dictadura de hambre.

No somos una generación más, somos la generación resistencia.

  • Artículo escrito por Orlando Chacón | @OrlandoChacon_

Comentarios

Entradas populares de este blog

Grandes personajes de la cultura Wayuu | Francisco Jiménez

L a cultura Wayuu es rica en todos sus aspectos, desde la parte socio-antropológica hasta la socio-cultural. Es interesante ver cómo el sistema de representación de este pueblo integra una serie de deidades importantes en su  universo mítico. La figura central es Maleiwa, Dios creador de los Wayuu y fundador de la sociedad. También están Maa y Juyá, esposos asociados a la generación de la vida. Maa, la madre Tierra, se asocia a la sequía, los vientos y algunos lugares que habita. Juyá, su esposo, es la gran lluvia de esas tierras. A pesar de esta gran majestuosidad y la  importancia que juega esta etnia en la  sociedad, se ha podido ver cómo han ido perdiendo el valor cultural que poseen, pues algunos  indígenas reniegan de sus propios orígenes; olvidándose así del  sentido de pertenencia y logrando de esta forma la deculturación . Cabe destacar que, aunque muchos indígenas niegan sus costumbres, existen  grandes personajes Wayuu que han colocado el nombre de la etnia en

Rocío San Miguel y la asfixia a la sociedad civil | Carlos Guerrero Yamarte

Rocío San Miguel ha sido recluída en El Helicoide, el mayor centrode tortura de Venezuela El fin de semana pasado y los posteriores días de carnaval en Venezuela se convirtieron en horas oscuras para la familia de la activista y presidente de la organización no gubernamental Control Ciudadano, Rocío San Miguel , quien fue arbitrariamente detenida el pasado viernes 9 de febrero en el aeropuerto internacional Simón Bolívar y luego resultó ser víctima de una desaparición forzada al igual que su hija Miranda Díaz San Miguel, dos de sus ex parejas y dos de sus hermanos. Pero la detención de Rocío San Miguel se convirtió en una estruendosa alarma para la sociedad civil venezolana que vio en su desaparición una arbitrariedad más que ha consternado al país y a la comunidad internacional, que volvió a conversar sobre la crítica situación de derechos humanos que atraviesa Venezuela, pues si el régimen chavista decidió silenciar a través de la persecución a una mujer que es experta en temas relac

Es hora de oxigenarse | Carlos Guerrero Yamarte

"El PSUV necesita irremediablemente una pausa, necesita oxigenarse, les urge volver a respirar y reinventarse" El chavismo como movimiento político y social ha fracasado. Es evidente. Pero ha fracasado porque ha decepcionado a sus propias bases; fracasó porque dejó de ser una esperanza para convertirse en una tragedia nacional. Aquel proyecto que en su momento encarnó Hugo Chávez es hoy el gran anatema que pesa sobre millones de personas que vieron en él una posibilidad de superación pero que, gracias a las desviaciones propias del autoritarismo, se transformó en una desgracia que urge detener. Los últimos acontecimientos en el país han dejado en evidencia, por enésima vez, las debilidades propias del sistema gobernante. En primer lugar, el chavismo ha seguido el guión de ruptura que siempre le ha servido para dividir a la oposición democrática, pero en estos momentos parece que no les funcionará; desde el poder han buscado detonar abstención y violencia, pero esta receta no