La limpieza étnica denunciada por distintas ONG de Derechos Humanos han escenificado los horrores llevados a cabo contra los rohingya en Birmania
Desde hace meses la crisis en el estado birmano de Rajine se ha agudizado con especial escándalo ante la persecución y deterioro de la estabilidad de la comunidad musulmana de los rohingya a causa de la destrucción que el criminal Ejército birmano ha sembrado en decenas de comunidades y que en distintas oportunidades desde Subversión en letras he denunciado, acción la cual me ha costado mi columna en el blog juvenil de la UNICEF, gracias a la censura burocrática -o cómplice- que no distingue en organismos internacionales.
Diversos medios de comunicación han realizado sendos reportajes para llamar la atención del mundo, parece que Naciones Unidas apenas se despierta de su gran letargo, por suerte ONGs como Human Rights Watch y Amnistía Internacional siempre han estado a la vanguardia de los acontecimientos que denoten sistemática violación a los Derechos Humanos. Las hemos visto desde Venezuela hasta Siria y hoy los rohingya tienen voces en su defensa en medio de ese infierno como lo es Rajine y la frontera birmana con Bangladés y que, lamentablemente, el régimen de Aung San Suu Kyi se ha encargado de “perfeccionar”.
Aproximadamente 400.000 rohingya han huido en estampida a la comunidad de Cox Bazar, que ha sido desbordada en campos de refugiados pero que les urge ayuda humanitaria y que, ante esta escasez de insumos, el gobierno de Bangladés ya ha anunciado medidas de restricción, pues la situación se les ha salido de las manos en aquel infierno que para muchísimos pasa desapercibido o simplemente lo ignoran por conveniencia.
Los rohingya padecen una limpieza étnica con horribles escenarios tales como el incendio masivo de sus cabañas; el asesinato de bebés y niños en hogueras; violaciones a grandes escalas y fusilamiento de hombres que, en su mayoría, son relacionados con el grupo rebelde Ejército de Salvación Rohingya de Arakam (ARSA), que en distintas oportunidades ha lanzado ataques contra puestos militares del Ejérctio birmano.
Desde esta humilde tribuna, quiero expresar en nombre de todo el equipo nuestra solidaridad contra el pueblo rohingya, así como exhortar a Naciones Unidas y sus aliados a intervenir de buena fe en la resolución de este conflicto que desangra aquella región de Sudeste Asiático. ¡Ayuden a los rohingya!
Carlos Guerrero | @SrVenezolano
Comentarios
Publicar un comentario