Por primera vez en 22 años un candidato distinto al gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y al siempre representativo Un Nuevo Tiempo (UNT) tiene altas posibilidades de ganar la elección regional y entrar a la Gobernación del poderoso estado Zulia sin tener que arrodillarse al poder central que lidera el dictador Nicolás Maduro y que a través de su lucha, día a día de la mano con la juventud, logró terminar de calar en el sentimiento ciudadano, todo esto sin mencionar su profesional carrera política que lo ha llevado a ser concejal de Maracaibo y en última parada diputado de la heroica Asamblea Nacional, hoy secuestrada por el régimen chavista.
Juan Pablo Guanipa ha recorrido el estado Zulia de extremo a extremo y nunca ha tenido temor a meterse de lleno en los barrios más depauperados y olvidados por el chavismo y los sucesivos gobiernos regionales y municipales de los Rosales, quienes estaban acostumbrados a controlar el poder del estado y que ante la derrota en las elecciones Primarias del pasado domingo 10 de septiembre se han desentendido de Maracaibo y del Zulia.
Guanipa representa una nueva forma de hacer política, pero no se cree un “mesías”, él mismo se ha encargado de criticar las actitudes egocéntricas que normalmente han dominado a Venezuela y de las que urge salir para poder iniciar una reconstrucción eficiente y apegada a los intereses de los ciudadanos más no a la de un déspota.
Juan Pablo Guanipa, líder regional del partido Primero Justicia, ha insistido en que las elecciones regionales no son la solución a los problemas que atraviesan los venezolanos, pero son, para él, un escenario fundamental que no se puede abandonar y dejarlo servido en “bandeja de plata” para que los caóticos candidatos del chavismo se adueñen de cada una de las gobernaciones de Venezuela. Para Guanipa, es un acto indudable de resistencia.
El Zulia necesita un gobernador que esté al servicio de las comunidades y enfrentando con soluciones, claramente a su medida, el tema de la crisis humanitaria que viven los venezolanos y que va desde la escasez inmisericorde de alimentos como el criminal desabastecimiento de medicinas que ha cobrado la vida incalculable de ciudadanos que fallecen por falta de algún medicamento para tratar su dolencia. Es doloroso que a quien le corresponda solventar estos problemas se haga de la vista gorda y en vez de buscar soluciones se lo achaque a otros, pero ante esto los que se oponen a esa forma de gobernar no se pueden quedar de brazos cruzados y seguramente el Zulia tendrá un nuevo gobernador que defienda la Constitución y la estabilidad de los zulianos, aunque a personajes desadaptados como Fidel Madroñero le tiemblen las piernas cuando ve que se acerca Guanipa.
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